Por Eduardo Videla Al final, el gobierno nacional cedió y la autopista ribereña se construirá como pretenden las autoridades porteñas: circulará bajo nivel, en una semitrinchera a cielo abierto, entre 4,5 y 5,5 metros de profundidad en la mayor parte de su extensión, según adelantaron a Página/12 fuentes de la Corporación Puerto Madero. Ese organismo tuvo el arduo trabajo de remontar las críticas que había cosechado la propuesta anunciada hace un mes por el ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo. De esta manera, coinciden los especialistas, la autopista no será una barrera entre Puerto Madero y el centro de Buenos Aires. El nuevo anteproyecto, que será anunciado oficialmente en unos días, prevé además la construcción de cinco nuevas plazas y el tendido de un ferrocarril turístico a lo largo de Puerto Madero. El 30 de agosto último, Gallo anunció que la autopista ribereña �que une la autovía Buenos Aires-La Plata con la Presidente Illia� sería construida frente a los docks de Puerto Madero, entre Moreau de Justo y Madero-Huergo, a nivel del suelo, como una 9 de Julio pero sin semáforos. La propuesta generó rechazos, desde el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, hacia abajo y ente los propietarios de Puerto Madero: la ciudad venía sosteniendo desde hace tiempo la tesis de hacer el trazado bajo nivel, a cielo abierto o cerrado. El argumento: una vía rápida a nivel se convertiría en una barrera que aislaría a Puerto Madero del resto de la ciudad. Un mes después, la Corporación Puerto Madero �el único organismo que tiene derecho a veto sobre el proyecto de la autopista, según afirman en la propia Corporación� tiene prácticamente elaborado un nuevo proyecto, siempre sobre la misma traza: Desde el sur, la autopista empalma con la Buenos Aires-La Plata a la altura de la calle Brasil, y luego con la 25 de Mayo, entre San Juan y Cochabamba. En ese tramo, la autovía circula a 7 u 8 metros de altura y comienza a descender. La entrada por las calles Brasil y Estados Unidos a la zona del puerto se efectúa por debajo de la autopista. La autovía comienza a hundirse en semitrinchera a la altura de la calle Chile. Por lo tanto, el siguiente cruce, por avenida Belgrano, se realiza por encima de la autopista. El tendido sigue por debajo hasta la avenida Córdoba, donde empieza a subir. Por lo tanto las entradas a Puerto Madero por Presidente Perón y por Córdoba también serán sobre la autopista. A la altura de la Dársena Norte, la autopista circulará a nivel: tres grandes conductos pluviocloacales, de 5 metros por 5 cada uno, cuya remoción y desvío hubiera demandado una inversión extra de 25 millones de pesos. Después, la autopista sube para empalmar con la Arturo Illia. A la altura de Retiro será elevada y circulará sobre la avenida Antártida Argentina. Como pasa frente a la Dirección de Migraciones, se pretende evitar que sea un obstáculo para la gente que va allí a hacer trámites. Habrá bajadas y subidas que serán el único acceso al Puerto. De esa manera, los camiones con containers tendrán que tomar obligatoriamente por la autopista para entrar o salir del puerto. Con eso se conseguiría desterrar a los camiones de las calles y avenidas de la ciudad (hoy, el 82 por ciento del tránsito que circula por Madero-Huergo es transporte de carga). También habrá bajada y subida exclusivas para la terminal de ómnibus de Retiro. La profundidad de la traza será de 5,50 metros a la altura de Belgrano y de 4,50 metros en el resto. La semitrinchera se diferencia de la trinchera �según los expertos� en que el corte lateral no será vertical sino en terraplén, con una inclinación. La obra, sostienen los especialistas que trabajaron en el proyecto, le cambiará la fisonomía a esa zona de Buenos Aires: Se respetará el tendido ferroviario que comunica Puerto Nuevo con el Dock Sud, pero se lo correrá hacia Moreau de Justo. Por allí, además de los trenes de carga, circulará un tren de pasajeros, que podría convertirse en el primer transporte público de Puerto Madero. Incluso se piensa en un recorrido turístico �a la manera del Tren de la Costa� que llegue hasta La Boca. Junto a los cruces de Estados Unidos, Belgrano, Perón y Córdoba, habrá nuevas plazas de aproximadamente una hectárea cada una (ver aparte). Habrá ocho cruces peatonales �dos por cada dock� sin escaleras, similares al que existe sobre Avenida del Libertador, en la Facultad de Derecho. El Edificio Guardacostas, de la Prefectura, desaparecerá. La avenida Moreau de Justo tendrá mano única de Sur a Norte, y Madero-Huergo, de Norte a Sur. El nuevo proyecto, dicen sus impulsores, equilibra economía con racionalidad. La autopista a nivel beneficiaba especialmente a la empresa Coviares �la concesionaria de la Buenos Aires-La Plata, que tiene a su cargo las obras� porque representaba menores costos. La autovía elevada era rechazada casi por todos porque era una verdadera barrera visual para Puerto Madero. Y el túnel �impulsado por el Gobierno de la Ciudad� fue descartado por el riesgo que significa la circulación de transportes con combustibles. La autovía tendrá cuatro carriles por mano y la circulación por el nuevo tramo será gratuita: no habrá cabinas de peaje. Según se estima, los trabajos podrían realizarse en un plazo de 18 meses.
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