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panorama economico
Por Alfredo Zaiat

Todos al diván

José Luis Machinea autorizó por carta la difusión del informe. Se trata del documento N 20.354 del Banco Mundial y está fechado el 8 de septiembre de 2000. Se aclara que es un trabajo que tiene una distribución restringida y para uso oficial únicamente. Son sesenta páginas con el pomposo encabezamiento �Memorándum del presidente del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento a los directores ejecutivos sobre la estrategia de asistencia (CAS, en las siglas en inglés) del Grupo del Banco Mundial para la República Argentina�. El programa propuesto en ese trabajo abarca los ejercicios 2001-2004, período que coincide con los años de la presidencia de Fernando de la Rúa. Ese informe reúne diagnósticos, metas y pronósticos económicos, sociales y laborales que derivan en sugerencias de políticas que van atadas a desembolsos de créditos. En este caso, el monto en cuestión alcanza en total 3000 millones de dólares para esos años. En ese compendio de generalidades y buenas intenciones para mejorar el bienestar de la gente, los técnicos del Banco Mundial quedan atrapados en una esquizofrenia merecedora del diván. La economía argentina no tiene un problema para ser tratado por un psicólogo, como expresó frustrado uno de los auditores del FMI, Tomás Raichmann. Más bien quienes necesitan un analista son los burócratas de esos organismos financieros internacionales que dicen no entender qué pasa en una economía en estado vegetativo que ha aplicado la receta que ellos mismos propusieron. No quedan fuera del tratamiento los funcionarios de turno que terminan implementando las políticas necesarias para cumplir con las premisas planteadas por la pareja FMI-BM. 
En ese escenario esquizoide, resultó patético observar al presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, reunirse con Bono, líder de la banda de rock U2, advirtiendo el efecto negativo de la deuda sobre los países pobres, para luego lamentarse por la pobreza, al cierre de la Asamblea Anual del FMI y BM. El Banco está tratando de mostrar una cara sensible a los problemas sociales de los países que asiste financieramente. Y vale la pena detenerse en dos capítulos de ese extenso informe sobre Argentina para que el psicólogo tenga un diagnóstico más completo cuando descansen en el diván los técnicos de Washington. 
�Dados los persistentes desafíos que enfrenta Argentina para su desarrollo y el éxito del Banco en apoyar al Gobierno, el CAS del Grupo del Banco para los ejercicios fiscales 2001-2004 continúa concentrándose en los pobres y promoviendo un crecimiento equitativo y sostenido (sic).� Así se presenta el documento. En el renglón de los �Desafíos Restantes� se destaca que �aún existen importantes problemas, tales como la vulnerabilidad de la economía a las conmociones externas, combinada con el retraso en la productividad, una persistente pobreza (29%), que incluye a más del 40 por ciento de niños, una creciente desigualdad y alto desempleo (14%), especialmente para los trabajadores no calificados. Estas estadísticas señalan que los beneficios del crecimiento de la década del 90 no fueron compartidos�.
En el trabajo se incluye una descripción de la situación de los marginados en Argentina, tomada de un informe anterior que lleva el título �Gente Pobre en un País Rico�, que dice que los pobres:
tienen familias significativamente más numerosas (4,6 vs. 3,1), como resultado, 43 por ciento de los niños de 0-4 años de edad están por debajo de la línea de pobreza;
tienen familias más jóvenes con una relación de dependientes mucho más alta (3,0 vs. 1,4);
tienen índices de desocupación mucho más altos (el doble de la tasa de los no pobres);
tienen menos años de escolaridad (alrededor del 25 por ciento menos) y tienen menores probabilidades de empleo formal; 
típicamente están empleados en la construcción, si son hombres; y en los servicios, si son mujeres;
incluyen a los indigentes (definidos como aquellos que carecen de dinero suficiente para costear una canasta alimentaria básica), que representan el 7 por ciento de la población.
poseen un nivel de vida relativamente alto (otro sic): 78 por ciento tienen una heladera; 85 por ciento poseen un televisor; 59 por ciento, un lavarropas; 19 por ciento son dueños de un automóvil; y solamente el 4 por ciento carece de electricidad; pero
la mayoría vive en circunstancias difíciles, en barrios pobres que carecen de infraestructura básica y a menudo residen en áreas que carecen de un drenaje adecuado, cercanas a basureros u otras áreas marginales proclives a sufrir inundaciones.
�Argentina ha experimentado una brecha creciente en los salarios pagados a quienes cuentan con calificaciones modernas y un estancamiento en los salarios para las bajas calificaciones�, se precisa en ese informe del BM. Para agregar que �la disparidad de salarios, a su vez, ha conducido a una creciente desigualdad en el ingreso y al desaliento...�. Y concluye ese párrafo afirmando que �estos problemas se combinan para producir la sensación de vulnerabilidad que experimentan los pobres cuya mayor preocupación es asegurarse un trabajo estable�.
Hasta aquí el paciente ha manifestado una especial sensibilidad hacia los problemas ajenos, que pueden tener origen en el férreo mandato paterno de �haz el bien sin mirar a quien�. O bien en una profunda culpa motivada por una niñez sin privaciones en una familia de la nobleza que maltrataba a los plebeyos. El tratamiento no requeriría mucho esfuerzo, ya sea para un profesional de la escuela freudiana, lacaniana o conductista.
Pero avanzando un poco más, el paciente se afloja y el caso psicoanalítico es mucho más complejo. En el capítulo �La Consolidación de las Reformas Macroeconómicas�, los técnicos del Banco Mundial muestran su otra cara. Y proponen las medidas para apuntar �a la necesidad de montar un salto sobre aquellas áreas que restringen el crecimiento de la productividad y la flexibilidad de la economía�. Entre las medidas que sugieren está �la reducción de costos laborales (salarios e impuestos al salario) en el sector formal y mayor flexibilidad a través de la reforma de la legislación laboral�.
O sea, que para el Banco Mundial el camino para mejorar la situación de los pobres y para promover un crecimiento equitativo y sostenido se transita ¡bajando los salarios! José Luis Machinea optó por esa política con los sueldos de los empleados públicos, actuando de espejo para el sector privado. Caída de ingresos que afectó el consumo y, entre otras cosas, frenó la recuperación de la economía, frustrando al equipo económico y a los técnicos del FMI y BM. ¿Quién necesita un psicólogo?


 

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