Por
David Cufré
Una
de las derivaciones de la crisis por las supuestas coimas en el Senado
es la investigación que inició el Ministerio de Justicia
sobre el otorgamiento de registros del automotor a cambio de favores políticos.
Este ha sido el mecanismo más extendido y uno de los más
escandalosos de reparto de una de las principales cajas en manos de gobiernos.
Y ha sido una de las formas que encontraron dirigentes del máximo
nivel para enriquecerse o, si se quiere, financiar sus campañas
políticas. Esa actividad en cuestión rinde unos 150 mil
pesos anuales netos, monto que trepó a más de 400 mil en
años de elevadas ventas de cero kilómetro. Una verdadera
explosión de apertura de registros se produjo durante el menemismo,
cuando se crearon 398 delegaciones, más del doble de las que existían
hasta 1989. Las principales figuras del gobierno de Carlos Menem han participado
de ese negocio. Pero no se ha limitado su alcance a ese grupo, aunque
es por lejos el más favorecido. Dirigentes del radicalismo, del
Frepaso, de partidos provinciales, jueces y militares también se
han beneficiado y lo siguen haciendo de esa actividad, cuyo
costo recae, en última instancia, sobre los ciudadanos. El juez
federal Gabriel Cavallo también inició una causa por supuestas
irregularidades (ver aparte), que se tramita en forma paralela a la investigación
oficial.
Carlos
Grosso, ex intendente de la ciudad de Buenos Aires. Tienen registros
su ex suegra y ex esposa.
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Alberto
Pierri, ex presidente de la Cámara de Diputados. Su cuñada, Myriam
Quintale, no quedó fuera del reparto.
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Raúl
Granillo Ocampo, ex ministro de Justicia de Menem. Una de sus hermanas,
esposa y cuñada obtuvieron licencias.
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La secretaria y el cuñado de Eduardo Menem; personas ligadas al
ex presidente Carlos Menem incluida su sobrina Marcela Fátima,
la hija de su cocinero y una muy buena amiga de su hija Zulema, Claudia
Pombo; el cuñado de Eduardo Duhalde; la esposa de Alberto
Kohan; la cuñada de Carlos Corach; la hermana de Ramón Hernández;
la cuñada de Alberto Pierri; el hijo de Hugo Anzorreguy; la hermana
de Raúl Granillo Ocampo; el hermano de Rodolfo Barra; el padre
del secretario de Eduardo Bauzá; la esposa y el hijo de César
Arias; la esposa de Hugo Toledo; la hermana de Julio Mera Figueroa; la
ex esposa y la ex suegra de Carlos Grosso y el yerno del ex senador sanjuanino
Carlos Gómez Centurión son titulares de registros del automotor.
Son algunos nombres de una lista mucho más amplia, en la que también
figuran el hijo de Martín Balza; la ex esposa del Beto Alonso;
una de las cantantes de Las Primas; el juez José Luis Ventimiglia;
el hijo del gobernador radical Sergio Montiel; el hijo del ex senador
Elías Sapag y tantos otros (ver recuadro aparte).
Alberto
Kohan, ex secretario de Presidencia de Carlos Menem. Su esposa,
Marta Silva Franco, tiene un registro.
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Eduardo
Menem, actual senador del Partido Justicialista. Por lo menos
seis registros fueron a manos de sus protegidos.
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Ramón Hernández,
ex secretario privado de Menem. Su hermana, María Rosa, y una
amiga recibieron un registro.
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En la Alianza hubo fuertes discusiones sobre qué hacer con ese
negocio. Muchos esperaban poder usar sus influencias para conseguir
registros cuando asumiéramos el poder. Es un sistema tan habitual
que ya está incorporado al inconsciente de la clase política.
No fue fácil parar la rifa de los registros, confió
bajo compromiso de absoluta reserva de su identidad un encumbrado dirigente
aliancista a Página/12. Finalmente, el Gobierno decidió
no otorgar ningún registro, suspender la concesión de los
últimos quince que dispuso el menemismo en su último mes
de gestión e iniciar una investigación sobre el funcionamiento
de los existentes. Esas medidas defraudaron las expectativas de dirigentes
de nivel medio de la Alianza, puesto que la explotación de los
registros es una de las formas de financiar carreras y pagar favores a
punteros.
Si bien se canceló el reparto de nuevas delegaciones, queda el
problema de los ya otorgados. La voluntad política del Gobierno
llegó hasta investigar a los concesionarios, para comprobar si
cumplen las reglamentaciones propias de su funcionamiento. En caso de
no hacerlo, se abrirán sumarios para revocar las licencias, que
fueron entregadas de por vida. Pero hasta el momento el Gobierno no fue
más allá, como podría ser una anulación masiva
de licencias amparándose en un nuevo marco legal, a ser dictado
por el Congreso. El Poder Ejecutivo busca con la Ley de Emergencia
Económica revisar todos los contratos firmados durante la administración
anterior. Esa fue una salida a otros contratos irregulares,pero serviría
como herramienta para aplicar en las escandalosas entregas de los registros
del automotor.
Cómo conseguir un registro
Las personas seleccionadas para administrarlos han sido en su mayoría
punteros políticos o, como se ve, familiares de destacados dirigentes.
Los registros se encargan de anotar la propiedad de todos los vehículos
que existen en el país. Los propietarios de las unidades deben
pagar alrededor de 120 pesos por el trámite que acredita su titularidad
del auto, ya sea por la compra de un cero kilómetro o un usado.
Se trata de un servicio tercerizado por el Estado y los administradores
son elegidos por la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad
Automotor, a cargo desde 1983 hasta hace dos semanas de Mariano Durand.
Entre las tareas de esa dependencia también figura la inscripción
de todas las prendas de vehículos, los números de chasis
y motor de las unidades y los resultados de las verificaciones técnicas.
El costo de los trámites fue rebajado en un 10 por ciento en promedio
por la actual administración, dado que los valores anteriores fueron
considerados demasiado onerosos.
Hasta que el Gobierno modificó de raíz la forma de obtener
una licencia (ver reportaje aparte), la palanca era la forma
más común para conseguirla. Diputados y senadores han sabido
utilizar sus influencias. Por caso, el secretario privado del senador
Remo Costanzo, Martín Fraga, administra un registro en el conurbano.
El legislador y Fraga figuran en el expediente abierto por el juez Carlos
Liporaci para averiguar si se pagaron coimas en el Senado.
Durante la administración de Raúl Alfonsín, el entonces
senador nacional por San Juan, Carlos Gómez Centurión, consiguió
que se le entregara a su yerno un registro en Capital Federal. Casualmente,
el senador del Partido Bloquista votaba en ese entonces junto a la bancada
radical las leyes que interesaban al Poder Ejecutivo. Ese registro es
administrado en la actualidad por el hermano de su yerno, Alejandro Germano.
En el gobierno radical había que anotarse en una lista. Cada
vez que se abría un registro entraba el que figuraba primero. Pero
con el menemismo fue descarado. A cada político de peso que quería
un registro se lo daban, sin importar si en la zona ya había varios,
describió una fuente inobjetable a Página/12. En el partido
de La Matanza se pasó de seis registros en 1989 a doce en la actualidad.
Uno de ellos recayó en Facundo Taborda, un hombre de Eduardo Menem
que estuvo involucrado en el escándalo de la quiebra del Banco
de La Rioja. En Lomas de Zamora también se duplicó la cantidad
de registros en los últimos años y uno fue para la esposa
de Hugo Toledo. Son algunos casos que describen un funcionamiento generalizado
con los registros, que el Gobierno resolvió cortar, al menos hacia
adelante.
Mariano Durand:
hombre clave
Mariano Durand fue hasta hace dos semanas el titular
de la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor,
el organismo estatal que regula y controla la tarea de las delegaciones
operadas por privados. Caso único, Durand permaneció
en su puesto durante todo el gobierno de Alfonsín y el
de Menem. Radical por militancia, pero con gran cintura para mantenerse
en un cargo clave por la relevancia del negocio, fue
el responsable administrativo de determinar a quién se
le entregaba un registro. El gobierno actual primero le dio una
licencia por tres meses y hace quince días le reclamó
la renuncia. Sus excelentes relaciones con el menemismo, cuando
explotó la concesión de registros a familiares y
amigos de políticos, también le permitieron moverse
con soltura para elegir a operadores de registros. Uno de ellos,
el Nº 56 de Capital Federal, fue para Néstor Báez,
hijo del ex secretario general del Sindicato del Seguro, José
Báez. Curiosamente, Durand, que es escribano, fue contratado
por ese sindicato para brindar sus servicios profesionales. Otro
registro altamente rentable, el Nº 3 de San Isidro, recayó
en su sobrina, María Alejandra Piller, cuyo padre, a su
vez, fue contratado por Durand como auditor de los registros.
El ex funcionario vive en una mansión en Punta Chica y
es propietario de extensos campos en Entre Ríos. Su reemplazante
en la Dirección Nacional es un ex diputado radical, Diego
Brest.
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Bajo la lupa de
la Justicia
El juez federal Gabriel Cavallo investiga supuestas
irregularidades en la Dirección Nacional del Registro de
la Propiedad Automotor durante la gestión de Mariano Durand.
La causa se inició ante la denuncia de la abogada Susana
Rico, una empleada de ese organismo, quien dijo que otras personas
cobraban su sueldo a su nombre, algo que debió aceptar
para no perder el empleo. El juez allanó la sede de la
Dirección Nacional y requirió al Ministerio de Justicia
todos los legajos de los registros, para analizar cómo
se hicieron las designaciones. La Oficina Anticorrupción
también investiga casos de nombramientos. Un hecho casi
anecdótico, pero que grafica la oscuridad que reinó
en este tema, es una leyenda que figura en la última guía
editada por el menemismo de todos los registros que existen en
el país. Esta publicación es de distribución
gratuita a los Registros Seccionales de la Propiedad Automotor.
Rogamos no facilitar su circulación fuera de este círculo,
reclama, lo que es llamativo siendo que se trata de información
pública.
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�Se movían
influencias para conseguir registros�
Por
D.C.
El Gobierno investiga la designación de titulares de registros
del automotor durante el gobierno menemista. En caso de detectar irregularidades
iniciará sumarios para revocar las licencias. Pero no habrá
una anulación masiva de las que fueron entregadas a familiares
o amigos de políticos, jueces y militares. El subsecretario de
Justicia, Carlos Balbín, es el responsable de la depuración.
Para el Gobierno no es una cuestión menor y por eso estamos
actuando, aseguró en diálogo con Página/12.
¿El Gobierno revocará la titularidad de los registros
del automotor que se hayan otorgado a familiares o amigos de políticos?
Es una cuestión jurídica. Para revocar las licencias
el Estado debe iniciar una acción judicial y el juez, resolver.
La administración no puede revocarlas por sí sola. Ahora,
si el registro fue otorgado de manera ilegal, nosotros vamos a actuar.
De hecho hemos detectado algunos casos puntuales e iniciado sumarios.
¿Pero no existen otras formas de corregir esa situación
escandalosa?
Es un tema que analizamos. Y prueba de ello es que hemos tomado
medidas. No es una cuestión menor para nosotros. Por eso iniciamos
una investigación. La primera medida fue no crear ningún
registro nuevo. La segunda fue prohibir que cualquier funcionario, hasta
tres años después del desempeño de su cargo, pueda
acceder a un registro automotor. Y lo mismo para sus familiares. Antes
no existía esa prohibición.
¿Los registros se han utilizado para pagar favores políticos?
No puedo afirmarlo. Lo que puedo decir es que el procedimiento para
la creación de registros hasta diciembre del año pasado
era discrecional. Lo que nosotros hemos hecho es modificar la discrecionalidad
y establecer reglas claras para que accedan las personas idóneas.
Claramente es reprochable que un funcionario mueva sus influencias para
conseguir un registro para sí o un familiar. Y eso sin duda ha
pasado.
¿La ganancia neta de los titulares de registros ronda entre
los 10 mil y 15 mil pesos mensuales?
Depende de dos circunstancias. La primera es el movimiento del mercado
automotor, cuando se venden más coches ganan más, y obviamente
lo contrario cuando bajan las ventas. El segundo punto es que no existe
una distribución igualitaria de legajos entre los diferentes registros.
O sea que un registro puede ganar mucho más que otro que está
a tres cuadras. Teniendo en cuenta estas dos aclaraciones, es posible
que la ganancia promedio sea la que usted menciona. De todos modos, nosotros
rebajamos los aranceles que cobran los registros por los diferentes trámites
en un 10 por ciento promedio. Actualmente tienen 45 aranceles diferentes.
¿Por qué un registro tiene más legajos que
otros?
Hubo subdivisiones de zonas que hicieron que algunos registros sean
más rentables que otros. Otra medida fue suspender las designaciones
hechas por el gobierno anterior en su último mes de gestión.
¿Por qué?
Se decidió hacer un estudio de cada caso en particular. Fueron
quince registros que se otorgaron a un mes de que asumiera la Alianza.
Pero nosotros no los hemos puesto en funciones. Nuestra propuesta política
ha sido dictar normas claras. Redactamos cinco resoluciones para establecer
las nuevas reglas de creación de registros y designación
de sus titulares. En el primer caso, se abrirá una delegación
cuando sea necesario en función de los usuarios, en base a un cúmulo
de variables e informes técnicos que lo avalen. En cuanto a los
titulares, vamos a exigir un examen público, se abrirá un
padrón donde deberán inscribirse los interesados y se les
exigirá una garantía monetaria o inmueble para que el Estado
pueda resarcirse de eventuales perjuicios económicos. Además,
la titularidad no será de por vida, como ocurría antes,
sino por un período de diez años. También se exigirá
un título profesional. Actualmente el 75por ciento de los titulares
no son profesionales. Y finalmente, vamos a exigir antecedentes comerciales
y penales, para acreditar la idoneidad de los aspirantes.
Un bingo para todos
Entre los elegidos para operar registros del automotor
figuran varios casos curiosos. La madre de Mónica Garimaldi,
ex cantante del grupo Las Primas, maneja el de Quilmes 9, uno de los
más rentables de la zona. El ex secretario privado de Carlos
Menem, Ramón Hernández, habría sido quien gestionó
ese registro para la familiar de la voluptuosa show girl. La ex esposa
del futbolista Norberto Beto Alonso también consiguió
ingresar a la actividad. Eve Campaña es titular del registro
Nº 7 de Lanús. En este caso, el propio Menem habría
pedido esa delegación para la esposa de su amigo riverplatense.
El ex jefe del Ejército, Martín Balza, fue otro que
consiguió que se nombrara a un familiar su hijo, Pablo
Matías para un registro automotor, el Nº 10 de Mar
del Plata. |
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