Fernando
Cibeira
Cerca del vicepresidente Carlos Chacho Alvarez, las declaraciones
del jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, acerca de que
el Frepaso no puede ser oposición dentro del Gobierno,
no provocaron reacciones en contra. Más bien, lo que los frepasistas
se ocuparon fue de hacer algunas puntualizaciones sobre las recientes
apariciones del vice que, entienden, nadie puede calificar como opositoras
porque su fuerza es un miembro activo del oficialismo. Nadie en
el Frepaso tiene una estrategia rupturista, respondió el
jefe del bloque de diputados, Darío Alessandro. Pero admitió
que el Gobierno está en una impasse y hay que buscar la forma
de activarlo.
Los frepasistas aconsejaban leer completas las declaraciones de Ibarra
publicadas ayer en Página/12 y en otros medios que cubren la gira
que el jefe de Gobierno cumple por China y Europa. Porque allí
explicaban-Ibarra se encarga de dejar en claro que su posición
no tiene matices con la que lleva adelante Chacho Alvarez. Pensar
que Aníbal quiere colocarse en el medio de Chacho y De la Rúa
en el tema del Senado es una locura. ¿Para qué se va a meter
en un problema que no lo toca?, razonaba un dirigente del Frepaso.
Lo que Ibarra dijo en China fue que había que fortalecer
el rol del Frepaso en el marco del Gobierno que fundó. El Frepaso
no puede ser oposición dentro del Gobierno. Luego aclaraba
que eso no quería decir que veía a Alvarez en una actitud
opositora. Lo que sucede es que nosotros tenemos la responsabilidad
de gobernar la Argentina. Pase lo que pase hay un antes y un después
en el Senado. Ahora, no se puede mantener la crisis abierta, no se puede
parar el país.
En una recorrida por el espinel chachista no se advertían voces
en discordia con Ibarra y sí una defensa cerrada de Alvarez, incluyendo
sus últimas salidas en las que no sólo pidió cambios
como consecuencia de la crisis en la Cámara alta, sino que también
reclamó modificaciones en la economía. Si hay una
persona jugada con (el ministro de Economía, José Luis)
Machinea es Chacho. Lo que por ahí hacen falta son medidas más
activas, sostuvo la diputada Nilda Garré.
Cerca del vice admiten que en los últimos días les llegaron
los resultados de algunas encuestas que los llenaron de preocupación.
No sólo porque el desánimo está cada vez más
expandido en la sociedad. También porque la otrora imagen inoxidable
de De la Rúa comenzó a dar una cabal muestra del alto grado
de desgaste que el Gobierno ha sufrido en apenas diez meses. Y que esos
porcentajes alteran a Alvarez, y a todo el Frepaso, en la medida en que
no ve al Presidente reaccionar de acuerdo con las circunstancias.
Los puntos de discordia son dos: la crisis política derivada por
el escándalo de coimas en el Senado que aún no encontró
ningún cauce léase cambios y la inercia de la
actividad económica que no consigue impacientar al Presidente.
* Senado: en el Frepaso no comprenden por qué De la Rúa
continúa demorando algunos cambios que se caen de maduros. Flamarique
en Trabajo no existe, explicaba un dirigente sobre uno de los dos
ministros de su partido. No puede ir a ninguna reunión, no
puede participar de ningún proyecto. ¿Para qué lo
mantiene De la Rúa?, se preguntaba. Haciendo cuentas, el
frepasista recordaba que comenzaron a darse por hechos los cambios antes
de que el Presidente viajara a China, por lo que el va y viene ya lleva
un mes. Es lógico esperar un tiempo para que no parezca presionado
por los medios, pero esto ya superó toda previsión. En el
tema económico se sabe que no hay soluciones de un día para
el otro, en un caso de corrupción un gobierno de la Alianza tiene
que actuar con celeridad, agregaba.
* Economía: un dirigente frepasista aseguraba ayer que Alvarez
había hablado con De la Rúa un día antes de salir
a hacer esas declaraciones que alteraron al equipo económico que
encabeza Machinea, en ese momento en Praga. Lo que el Presidente no sabía
es que Chacho saldría a hacerpúblicos los mismos cuestionamientos
que le había adelantado en privado. Alvarez quiere ver al Gobierno
más activo en el combate al desempleo y la recesión. En
el Frepaso admiten no tener en claro cuáles podrían ser
las medidas reactivatorias, pero sí saben que lo peor que puede
suceder es que la gente perciba al Gobierno de brazos cruzados ante la
recesión. Parálisis, estatismo,
parate son los calificativos que los frepasistas deslizan
cuando hablan del destino económico.
Luego de enumerar estos cuestionamientos puntuales, en el Frepaso piensan
que ni Ibarra ni nadie en el partido pueden imaginar que alguien actúe
como opositor. Tenemos al vicepresidente, a dos ministros y a diputados
elegidos por la Alianza; actuar como opositores sería una incongruencia
y un suicidio político, argumentaba ayer un importante dirigente.
El que piensa así tendría que recordar cómo
era Chacho como opositor, añadía. Lo que sí
admitían el profundo desconcierto que debe sentir De
la Rúa ante cada nueva aparición de Alvarez. Entre
De la Rúa y Chacho hicieron un acuerdo estratégico con la
Alianza. Tal vez ahora sería necesario también un acuerdo
táctico, para que no sigan apareciendo como enfrentados, sino sólo
ocupados de distintas áreas, explicaba un conspicuo frepasista.
Storani ya habla de
cambios
El ministro del Interior, Federico Storani, admitió
ayer que es muy probable que se produzcan cambios en el
Gabinete de ministros del presidente Fernando de la Rúa. Es
muy probable que se produzcan otros cambios, pero no como producto
de la presión, sino como consecuencia del análisis de
la marcha del gobierno, afirmó. Y, en esa línea,
argumentó que De la Rúa no producirá un gesto
espectacular porque tiene su estilo. Además
de anunciar cambios, Storani elogió públicamente al
recién designado vocero presidencial Ricardo Ostuni y explicó
que la labor del secretario de Cultura y Comunicación, Darío
Lopérfido, sin dudas era excesiva.
Storani anunció futuros cambios en el gabinete, pero también
remarcó que no se realizarán bajo presión, tal
como lo había manifestado a Página/12 cuando explicó
que el Presidente hace bien en resistir imposiciones, que a
veces hasta vienen de algún medio que hace juegos de multiple
choice de ministros. En el mismo sentido, aclaró que
más importante que responder a las coyunturales presiones,
que a veces cambian en una semana completamente de dirección,
es afirmar políticas que se han mostrado como positivas.
Con respecto de la comunicación del Gobierno, Storani alabó
a Ostuni, pero también recalcó el cúmulo de tareas
que tuvo a su cargo Lopérfido. Es obvio que esta experiencia
de concentrar la Secretaría de Comunicación, de Cultura
y la función de vocero sin dudas era excesiva, afirmó,
para después reivindicar el trabajo del ex vocero en
muchos aspectos. |
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