Por
Lola Galán
Desde Roma
Muy alta debe ser la cifra de presuntos endemoniados en Italia, pues
la propia Conferencia Episcopal (CEI), por boca de su secretario, el arzobispo
Ennio Antonelli, se ha visto obligada a pedir a los párrocos más
rigor selectivo a la hora de reclamar la intervención de los obispos
para exorcizar a presuntos poseídos. Antonelli da a entender, en
una nota difundida recientemente, que los sacerdotes están sometidos
a una verdadera presión exorcizadora poco conveniente. Hay
peticiones incluso exageradas, dice el arzobispo, Hasta tal
punto que es obligado pedirles a los párrocos que sean prudentes
y disciernan por sí solos, caso por caso, antes de llegar al exorcismo
propiamente dicho.
Hace un par de semanas, el propio Juan Pablo II se dio de bruces con un
caso de manual en plena audiencia multitudinaria de los miércoles:
según la prensa italiana, una joven endemoniada de 19 años
de edad sufrió un verdadero ataque satánico en presencia
del Pontífice. El Papa la consoló y rezó con ella
al menos media hora, sin conseguir debilitar, aparentemente, el dominio
de Satanás sobre la infortunada.
Si éste es el caso del Pontífice, se comprende cuál
será la situación de los prelados de la Iglesia de Roma.
Para darles una mano, la CEI ha decidido imprimir cuanto antes en versión
italiana un texto crucial en estos casos, el manual titulado Rito de los
Exorcismos, hasta ahora sólo disponible en latín. Se trata
de un texto reciente, publicado en 1998 por la Congregación del
Culto Divino, después de un exhaustivo trabajo de investigación
sobre el tema que duró diez años. La versión que
será distribuida a los párrocos italianos ha sido enriquecida
con algunas oraciones anti-diablo para rezar en solitario o en compañía,
que la CEI juzga de utilidad para derrotar al Maligno.
En el mismo texto, que acaba de recibir el visto bueno del Consejo Permanente
de la conferencia, se han incluido algunos párrafos relativos a
otros fenómenos que preocupan considerablemente a la Iglesia italiana,
como el ocultismo y la proliferación de sectas. El documento se
inicia con un prefacio de carácter doctrinal y pastoral antes de
entrar en materia con las oraciones anti-demonio.
Los obispos esperan que de esta forma se ofrezca a los católicos
italianos la posibilidad de una catequesis más amplia, explica
Antonelli, en relación con la actitud que deben mantener
frente a la presencia y acción de Satanás además
de favorecer una acción pastoral más atenta para rechazar
las creencias y las prácticas supersticiosas y mágicas.
El padre Gabriele Amorth, presidente de la Asociación Internacional
de Exorcistas, y uno de los testigos del ataque sufrido ante el Papa por
una joven endemoniada, está convencido de que el número
de personas poseídas por el maligno aumenta velozmente en las sociedades
occidentales. A medida que disminuye la fe, como ocurre ahora en
Europa, la gente se dedica a prácticas ocultistas. De ahí
a la posesión, piensa Amorth, hay sólo un paso.
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