Por
Pablo Feldman
Desde Santa Fe
Yo no le concedo a Massat ni el beneficio de la duda dijo
su (¿ex?) compañero, el presidente del PJ de Rosario, Rubén
Dunda. La frase vino a sumarse a las lapidarias declaraciones del gobernador
Carlos Reutemann y terminó de dejar al senador nacional Jorge Massat
en una situación de extrema soledad y debilidad. La consecuencia
se caía de maduro: el senador denunciado formalizó su renuncia
a la presidencia del Partido Justicialista como lo había
sugerido Carlos Reutemann en la nota publicada el domingo por Página/12
para presentarse al mediodía en el juzgado federal de Reconquista
y comparecer ante el magistrado Eduardo Fariz durante más de una
hora.
Al mismo tiempo, en la capital santafesina, el gobernador Reutemann declaraba
en rueda de prensa que la renuncia a la banca en el Senado es algo
personal de Massat.
La UCR, por su parte, formalizará esta mañana un pedido
al vicegobernador y presidente de la Asamblea Legislativa, Marcelo Muniagurria,
para que convoque al cuerpo y cite al senador Massat al recinto para que
dé explicaciones acerca de las denuncias que lo involucran. De
regreso de Reconquista, Massat en diálogo con una emisora santafesina
intentó atribuir su desgracia a una operación de prensa
alentada por Fernández Meijide y Chacho Alvarez (ver
pirulo de tapa en la página 1).
Luego de que Carlos Reutemann declara a este diario que los calzoncillos
de Massat son de Massat y lo míos son los míos quedaba
poco margen para que su otrora ahijado político permaneciera en
el cargo de presidente del PJ santafesino. A primera hora de ayer, y por
teléfono, el senador se comunicó con el vicepresidente del
partido, Angel Baltuzzi, para informarle que le ahorraría el trámite:
que hoy iba a realizar el consejo partidario que consistía en la
decapitación del senador denunciado.
Luego de esto, se abrió un compás de espera en el que ni
un solo dirigente del PJ santafesino ensayó una defensa de Massat,
por el contrario, el jefe del PJ en la ciudad de Rosario, Rubén
Dunda, tomó posición y produjo las definiciones más
tajantes sobre el tema. En declaraciones a LT8 de Rosario, el secretario
de Trabajo del gobierno de Reutemann afirmó que ni siquiera
le doy a Massat el beneficio de la duda, estoy convencido de que todo
lo que se dice es absolutamente cierto. Si no, esta mujer (por la sobrina
que lo denunció) debería estar totalmente loca, cosa que
francamente no creo. Renglón seguido, el funcionario evaluó
el impacto político de la situación y dijo: Estamos
deshechos; el gobernador ya lo ha dicho y así se ha mostrado, él
también está destrozado; la realidad es que no sabemos qué
decir frente a esto ya que los hechos de esta naturaleza en la provincia
y vinculados al PJ se habían terminado con la llegada de Reutemann
a la política en la década del 90, y ahora esto... es terrible.
En cuanto a las características de la denuncia, Dunda sostuvo que
es un delito de gravedad social, porque ese dinero es el dinero
de la maldad hecha contra nuestro pueblo. ¿Con qué cara
miro yo ahora a los compañeros que me vienen a pedir que los ayudemos
desde la Secretaría de Trabajo?, se preguntó el funcionario.
Por la tarde, y luego de consultas partidarias, el diputado provincial
Angel DAmbrosio y el senador provincial Carlos Fascendini anticiparon
que la UCR pedirá formalmente la convocatoria a la Asamblea Legislativa
para que Massat explique aquí todo este escándalo
anticiparon los legisladores. En ese sentido se espera que la mayoría
que el PJ tiene en ambas cámaras no obstaculice el pedido de la
oposición que podría plasmarse la semana venidera. Hoy,
a partir de las 11 se reunirá el consejo provincial del PJ santafesino
y es probable que desde allí surja la línea política
que adoptará el partido del gobierno frente a unasituación
que, según el propio Reutemann, es la más grave que
recuerde.
Massat queda así en una situación de extrema debilidad.
Desahuciado por el gobernador de su provincia, por sus compañeros
de partido, acorralado en la Legislatura, denunciado ante la Justicia.
Y nada indica que ya tocó fondo. Por lo pronto, el bloque de senadores
nacionales peronistas parece dispuesto a soltarle también la mano.
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