Por
Felipe Yapur
El consejo de Carlos Reutemann fue lapidario y al senador
Jorge Massat (PJ Santa Fe) no le quedó otra alternativa que presentar
su renuncia a la conducción del partido en su provincia (ver página
8). Muy a pesar suyo, allí no terminará todo porque entre
sus colegas del Senado ha comenzado a generalizarse la idea de que debería
adoptar similar determinación respecto de su banca. Si tu
propio partido te pide la renuncia porque estás envuelto en un
caso de corrupción, no te queda otro camino que apartarte de todos
tus cargos, incluso de la banca del Senado, confesó a Página/12
un prominente integrante del bloque opositor de la Cámara alta,
que defendió a capa y espada al salteño Emilio Cantarero,
pero parece dispuesto a soltarle la mano a Massat.
Cuando la sobrina de Massat, Silvina Fantín, reconoció ser
una prestanombre del 49 por ciento de una empresa que le pertenece
al legislador, los integrantes del bloque del PJ de la Cámara alta
creyeron que se trataba de un simple problema familiar. Esa
impresión se modificó a partir de otra denuncia, esta vez
por enriquecimiento ilícito que realizó el ex diputado provincial
santafesino Jorge Carlos Dubouloy (PJ). Pero cuando el Lole dijo que Massat
tiene que renunciar al PJ para no perjudicar al partido para
luego valerse de una particular metáfora: Los calzoncillos
de Massat son los de Massat y los míos son míos, en
el bloque de senadores la idea del paso al costado comenzó a tomar
cuerpo.
Si bien todavía resta que Massat informe a su bloque sobre los
pormenores de lo sucedido reunión prevista para hoy
y donde se descuenta que proclamará su inocencia, es bueno recordar
lo que opinó el titular del bloque, José Luis Gioja, frente
a sus colegas poco después de enterarse de las denuncias contra
el senador santafesino: Que lo investigue la Justicia. Y, si le
encuentran algo, que lo destruyan.
Los senadores justicialistas que se inclinan por la alternativa paso
al costado justifican su posición destacando la diferencia
que existe con los pedidos de renuncia que se conocieron ayer a los legisladores
Remo Costanzo de Río Negro y al jujeño Alberto Tell.
A Costanzo le pide la renuncia su ex compañero de fórmula,
Juan Carlos Del Bello (ex secretario de Ciencia y Técnica durante
el gobierno menemista). A todas luces estamos frente a una interna provincial.
Algo similar ocurre con Tell. Pero a Massat su propio gobernador, el hombre
que lo ayudó a llegar al Senado le recomienda la renuncia. Esto
es mucho más grave, reflexionó un senador de predicamento
en el bloque.
Otro tema que le recriminan al cuestionado legislador es la falta de empeño
que pone para aclarar su situación: Es muy críptico
el senador. Asegura que es inocente, pero no aclara nada al respecto,
se quejaron en el bloque.
En tanto, ayer Massat dejó trascender que se comentaba
que los custodios de su denunciante, Silvina Fantín de Soria, eran
del vicepresidente Carlos Chacho Alvarez. Esto no fue
político, no al principio. Se comentaba que este fin de semana
los guardaespaldas de la señora de Soria eran de Alvarez, el vicepresidente
de la Nación. Si esto es así, hay una cuestión política
muy grande detrás que va mucho más allá de mi persona,
expresó Massat. Sin embargo, ni aun los miembros del bloque del
PJ que suelen hacer cola para pegarle a Alvarez se hicieron eco de su
denuncia, que interpretaron como un manotazo de ahogado.
El
laberinto de una renuncia
Nada
está claro en el Senado. Ni siquiera la renuncia del senador
radical Juan Melgarejo, a quien le rechazaron su dimisión
durante la sesión de la semana pasada por la mayoría
justicialista. Ahora se generó un nuevo debate que divide
internamente a los radicales. El presidente provisional del Senado,
José Genoud, es partidario de que la renuncia del legislador
por Santa Cruz debe ser debatida en la Comisión de Asuntos
Constitucionales. Pero el jefe del bloque, Mario Losada, no piensa
lo mismo. Ayer aseguró que la renuncia había sido
rechazada y anunció que mandará a analizar el caso
con expertos constitucionalistas. Pero el propio interesado en el
tema consideró que su renuncia debe ser tratada por la comisión
que preside el justicialista Jorge Yoma, quien ya adelantó
que el tema fue rechazado. Me niego a convocar a la comisión
para seguir tratando pavadas hasta que no se sancionen algunas de
las leyes pendientes, dijo el riojano, quien no obstante consideró
que el asunto se va a terminar cuando nos pidan la incorporación
de la suplente.
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