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En Italia miran con el bolsillo la
crisis política de la Argentina

El vicecanciller italiano, Franco Danieli, recibió ayer al jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y manifestó su preocupación por las consecuencias económicas que podría tener la prolongación de la crisis política que palpó en la Argentina.

Franco Danieli se ocupó en gestionar
 una entrevista con Aníbal Ibarra.


Por Sergio Moreno
Desde Roma

t.gif (862 bytes) El vicecanciller italiano, Franco Danieli, preguntó: �¿Hay alguna posibilidad de que se instale una crisis de gobernabilidad en Argentina?�. Sin esperar la respuesta de Aníbal Ibarra, el diplomático, medio en broma, bastante en serio, aunque con una sonrisa, disparó: �¿No será que cuando usted regrese habrá cambiado el Gobierno?�. Para los italianos, que cambie un gobierno significa que se caiga. La pregunta que Danieli le hizo a Ibarra sobre la crisis argentina está directamente vinculada con el alto grado de preocupación con que siguen desde Roma los acontecimientos en Buenos Aires. �Tememos que esta crisis política impida resolver la crisis económica�, confiaron a Página/12 fuentes de la Farnecina, la Cancillería italiana, con la mira puesta en sus inversiones en la Argentina.
Ibarra y su comitiva llegaron cerca del mediodía al edificio que fue construido para albergar la sede del Partido Nacional de Benito Mussolini y que ahora ocupa el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia. Desde su regreso de la Argentina �donde estuvo la semana pasada� y enterado de que el jefe de Gobierno porteño y segundo del Frepaso iba a hacer una escala en Roma, Danieli gestionó una reunión con él. Un día antes de la llegada de Ibarra, el vicecanciller se encontró el sábado, aquí, con el diputado frepasista Juan Pablo Cafiero.
Danieli constató in situ la gravedad de la crisis política desatada en la Argentina a partir de los supuestos sobornos en el Senado. La luz roja para los italianos se encendió cuando Carlos �Chacho� Alvarez decidió suspender una gira por Italia, preparada laboriosamente durante mucho tiempo y con bastante antelación. La intempestiva suspensión de ese viaje puso en alerta al gobierno italiano. �Seguimos con mucha atención, día por día, lo que está pasando allá�, confiaron dos diplomáticos italianos a este diario. �Estamos muy preocupados�, confesaron.
Italia es uno de los principales inversores extranjeros en la Argentina y su temor surge, principalmente, por ese lado, el que más duele cuando hay crisis, el del dinero. �Tememos que esta crisis política impida resolver la crisis económica�, confiaron los diplomáticos consultados.
La charla con Ibarra en el despacho de Danieli comenzó cuando el vicecanciller italiano, luego de los saludos de rigor, se sentó y empezó a desplegar varios números de los diarios que trajo desde Buenos Aires. En silencio, el diplomático �que además es dirigente de los Democratici de Sinistra, miembro central del Olivo, la coalición de Gobierno� hojeaba los periódicos ante la sorpresa de la delegación argentina que no atinaba a interrumpirlo. Danieli encendió su puro y disparó las frases que abren este relato. Ibarra le hizo una descripción de la situación política y repitió cuál era su posición al respecto.
A partir del viaje de Massimo D�Alema a Buenos Aires en plena campaña electoral de la Alianza, en 1999, los Democratici de Sinistra comenzaron a construir un vínculo con el Frepaso. �Antes los lazos eran solamente con los radicales, a través de la Internacional Socialista�, contó un diplomático italiano. Por entonces, D�Alema puso el ojo en el frente de centroizquierda y trabó una relación fluida con Alvarez. Sin descuidar los vínculos con la UCR, el vicecanciller Danieli se dio a la búsqueda de opiniones aliancistas sobre la crisis. Por eso salió al encuentro con Ibarra y, el sábado pasado, con Juampi Cafiero.
Danieli e Ibarra charlaron, además, sobre otros menesteres. Uno fue lo ocurrido con la irregular liberación del represor Jorge Olivera (ver nota aparte), de las gestiones del diplomático en Buenos Aires por este asunto y de la posición del gobierno italiano al respecto. �Queremos saber lo que ha ocurrido� en el proceso de liberación, dijo Danieli a este diario. �Por eso �continuó� el gobierno ha abierto una investigación muy seria.Nuestra posición con respecto a la violaciones de los derechos humanos en Sudamérica no ha variado, se ha mantenido durante los gobiernos de Romano Prodi, Massimo D�Alema y se continúa en el de Giuliano Amato.�
Hoy, Ibarra se reunirá con el ministro de Justicia, Piero Fassino, quien después de conversar con el jefe de gobierno porteño, anunciará de manera oficial la falsedad del documento mediante el cual fue liberado Olivera.
Casi al final de la charla, Ibarra recibió un regalo. El vicecanciller le anunció que su gobierno aprobó la creación de un museo italiano de arte en Buenos Aires, que se emplazará probablemente en el antiguo edificio de la Italo Argentina de Electricidad. Y, además, la creación de una escuela altamente especializada para restauraciones artísticas, bajo la supervisión del Instituto per il Restauro de Florencia, el más prestigioso del mundo, que ya había asesorado sobre algunos trabajos al Teatro Colón.
Ibarra estaba conforme con la receptividad que encontró en Danieli sobre estos asuntos, temas que ocuparon la mitad de los 45 minutos que duró el encuentro. Pero la otra mitad de la charla debe haberlo preocupado, tanto como dicen estar los italianos por la crisis política argentina, que no termina de resolverse.

 

 

Bussi, el diplomado

El genocida Antonio Bussi estuvo ayer en los tribunales tucumanos. Durante más de dos horas declaró ante el fiscal Anticorrupción de esa provincia, Esteban Jerez. El ex dictador se encuentra imputado en una causa que investiga el destino de cinco millones de pesos en fondos reservados utilizados durante su gestión de gobierno entre 1995 y 1999. Durante su extenso testimonio, Bussi admitió muy suelto de cuerpo que cobraba un plus salarial por �título universitario� aunque en realidad se trataba de un diploma como oficial del Ejército, que según él está �homologado� como si se tratara de un diploma terciario. Bussi concurrió acompañado por su abogado defensor, Cergio Morfil, quien tiempo atrás defendió al clan de los Ale, una banda que el propio Bussi había calificado de �mafiosa� durante su gestión. La citación se produce luego de que el abogado tucumano Clímaco de la Peña lo acusó de haber utilizado dineros públicos como fondos reservados, evitando así la rendición de cuentas. La Constitución tucumana reformada en 1990, con mayoría bussista, eliminó las partidas reservadas imponiendo que todos los gastos oficiales deben tener comprobante de los gastos efectuados. A la salida de los tribunales, Bussi no pudo evitar a la prensa. Cuando le preguntaron si era inocente, el genocida miró con fiereza al periodista y le dijo: �Categóricamente�, para luego retirarse velozmente. En tanto, el fiscal Jerez aclaró que las diferencias que surgieron por la interpretación del la asignación por título universitario radicaron en que �Bussi se amparó en una interpretación muy personal de esas leyes�.

 

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