Por Romina Calderaro
En otros tiempos, cuando gobernaba el país, Carlos Menem brillaba en la cena anual de Fundaleu: se ponía el delantal y él mismo servía la comida a los invitados. Será por eso que anteanoche, en el hotel Alvear, muchos habitués confesaron cierta nostalgia por esos años. Es que el presidente Fernando de la Rúa no sólo no estuvo incluido en la lista de Celebrity Waiters que trabajaron de mozos por una noche �los organizadores ni siquiera se animaron a pedírselo�, sino que abandonó el salón apenas empezó el baile y cuando todavía no habían servido el primer plato. Sin embargo, hubo otros famosos que compensaron la falta de entusiasmo presidencial: Susana Giménez se la pasó bailando, las modelos de Pancho Dotto se quedaron hasta la madrugada y Facundo Arana, el rubio de la tira �Buenos Vecinos�, se llevó el premio al mayor recaudador de la velada: logró vender, a beneficio de la fundación, más de cien bolsitas de cosméticos en una mesa de diez personas.
La cena anual de Fundación Para Combatir la Leucemia (Fundaleu) se diferencia de otros eventos en una curiosidad: esa noche, cuarenta famosos se visten de mozos y atienden una mesa. Este año, la cita fue en el hotel Alvear. Cerca de las nueve de la noche empezaron a llegar políticos, empresarios y diversos personajes de la farándula para sacarse las primeras fotos con su ropa de fiesta o, en el caso de los Celebrity Waiters (mozos famosos), con sus delantales. �¡Qué lindo que estás, nene!�, le dijo Carmen Barbieri a Facundo Arana. La conductora de �Movete� resumió así el comentario femenino por excelencia de la velada. �¡Vos estás increíble!�, le contestó, más ambiguo, el ex compañero de Natalia Oreiro en �Muñeca Brava�. Un rato después, los dos fueron a ponerse sus delantales.
Otros mozos conocidos fueron Dolores Barreiro, Mauricio Macri, Karina Mazzoco, Enrique Olivera, Susana Giménez, Arturo Puig, Raúl Portal, Jorge Guinzburg, Víctor Laplace, Marcelo Longobardi, Felipe Solá, Marcela Tinayre, Paula Colombini, Silvina Chediek, Carola del Bianco y Eleonora Cassano.
El precio del cubierto dependía de la ubicación de la mesa. Comer cerca del presidente Fernando de la Rúa y de Susana Giménez �que se ubicaron en mesas contiguas� costaba quinientos pesos por persona. Por las mesas de ubicación intermedia había que pagar trescientos pesos y por las más alejadas de todo y de todos, ciento cincuenta. Eso sí: los que se sentaron en el mismo lugar que De la Rúa pagaron un precio especial que negociaron mano a mano con los organizadores. Se sentaron junto a De la Rúa y su esposa, Inés Pertiné, los empresarios Jorge Aguado, de SOCMA, Eduardo Constantini, Mario Falak, dueño del hotel Alvear, Alberto García Carmona, Víctor Sabanti y Lottie Taylor, presidenta de Fundaleu.
El Presidente se fue apenas empezó a sonar la música. Y se enteraron todos los invitados porque el baile se interrumpió especialmente para que un locutor anunciara que �que el presidente de la Nación, Don Fernando De la Rúa, se retira de este salón�. Ya habían servido la entrada, un paté llamado �Diálogo de ciervo y bosque con salsa de membrillo y bayas tempranas de cassis�, pero todavía faltaban la langosta �Famosos por la Vida 2000� y el �Crocante de sésamo y amapola relleno de crema de queso al citrón�. Muchos criticaron al Presidente por irse tan rápido. Y compararon su estilo con el del ex presidente Menem. �El año pasado, �el Turco� hasta bailó un tango con Eleonora Cassano�, recordaba un habitué. Eso sí: antes de irse, Inés Pertiné pasó por la pista a saludar a Susana Giménez. La diva estaba junto a su novio Jorge Rodríguez y festejó a los gritos el encuentro con la Primera Dama. Pertiné, cara de poker.
Los integrantes de Fundaleu no tienen todavía los números exactos de la recaudación, pero uno de los organizadores comentó ayer a este diario que de acuerdo con una estimación provisoria, �juntamos por lo menos trescientos cincuenta mil dólares�. No había muchos políticos en la cena. Además de Fernando de la Rúa, estuvieron haciendo de mozos Enrique Olivera, Eduardo Amadeo y el vicegobernador bonaerense Felipe Solá, quien lucía el intenso bronceado que le dio el despunte de la primavera. Los menemistas Hugo Anzorreguy y Jorge Domínguez también participaron de la cena, pero como simples comensales.
A la hora del baile, Susana Giménez fue la que más llamó la atención. Porque pasó largo rato en el centro de la pista y porque llevaba un vestido plateado con el que difícilmente alguien logre pasar inadvertido. Arturo Puig estaba un poco acalorado, pero casi no paró de moverse. Y las que más bailaron fueron las modelos de Pancho Dotto, que se quedaron hasta la madrugada. Facundo Arana fue quien más bolsitas con cosméticos vendió: más de cien, según calcularon los organizadores. Entre las chicas triunfó la ex modelo Teresita Garbesi, con unas sesenta.
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