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ACUERDO ENTRE CONSTRUCTORES, DIPUTADOS Y EL GOBIERNO POR EL PLAN
De la Rúa será árbitro de las obras

La convocatoria de empresas extranjeras para el Plan de Infraestructura quedará en manos del Ejecutivo. Así todos quedaron contentos.

Nicolás Gallo, ministro de 
Infraestructura. Consiguió el acuerdo.

Sólo decretos de necesidad y urgencia habilitarán a las extranjeras.


Por Cledis Candelaresi

t.gif (862 bytes) A través de decretos de necesidad y urgencia Fernando de la Rúa resolverá en cada licitación que realice el Gobierno para ejecutar el Plan Federal de Infraestructura si la convocatoria incluye o no exclusivamente a empresas nacionales. Esta singular fórmula fue consensuada entre el Gobierno y los bloques mayoritarios de Diputados, que mañana intentará votar en el recinto el proyecto de ley para financiar parte de aquella iniciativa oficial. El ministro Nicolás Gallo anticipó ayer ese criterio al clausurar la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción, la misma tribuna desde la que defendió el programa de obras ante las críticas que provienen del liberalismo e incluso desde el propio Ministerio de Economía.
El proyecto del Poder Ejecutivo reservaba las futuras obras exclusivamente a las empresas nacionales. Pero un dictamen de varias comisiones, impulsado por la propia Alianza, limitó esa especie de �Compre Nacional� para la construcción a sólo las licitaciones de hasta 45 millones de pesos, motivando la ira de la CAC. Finalmente, aliancistas y justicialistas habrían acordado que se respetará esta restricción, pero facultando al Presidente a resolver de otro modo en cada caso.
El mecanismo parece contentar a casi todos los interesados. Eduardo Baglietto, titular de la CAC, aseguró un día antes en su discurso inaugural que los empresarios habían acercado al Congreso esta propuesta, que le asegura una participación mayor a la que prevé el dictamen de los diputados. Sin embargo, no habrían sido los únicos promotores de la idea de dejar la última palabra en boca de De la Rúa, promoviendo, con ello, el feroz lobby de las interesadas ante cada licitación. 
El propio Gallo les habría acercado a los diputados esa propuesta, persuadiéndolos de que se trataba de una salida honrosa para todos. Al mismo tiempo, los legisladores con participación más activa en el proyecto de ley lo consideran un logro. Según especulaban ayer el radical José Recio y el frepasista Ricardo Vago �presentes en el salón de la Convención de la CAC�, especulan que es muy difícil que el Presidente firme tantos decretos con acuerdo de ministros como concursos deben realizarse. De ese modo, estaría garantizada su línea de corte en 45 millones de pesos, algo que dejaría más resquicio a las constructoras internacionales.
Los añadidos que intentarán votarse mañana incluyen una cláusula que obligaría a cada empresa que participe del Plan a tener como mínimo un 90 por ciento de mano de obra argentina, incluyendo en esta categoría a los extranjeros con un mínimo de tres años de residencia en el país. �No queremos que traigan a trabajadores bolivianos o brasileños�, argumentan en el Congreso.
Gallo también selló la Convención de los constructores con una fuerte definición política. Lo hizo al criticar �la pobreza conceptual de analistas que consideran la inversión pública como gasto�, tiro que no sólo apuntó a los economistas liberales, incluyendo al ex economista jefe del BID, Ricardo Hausmann, quien disertó minutos antes (aparte). También fue dirigido al FMI, que obliga a computar como un gasto corriente todo lo que un país destine a obra pública, limitando las posibilidades de asignar recursos para esto, so pena de que aumente el déficit fiscal.
�Algunos defienden el criterio de que cualquier remanente (de fondos) debe ser utilizado para pagar la deuda externa. Pero para pagarla se debe vender y producir más. Y de esto se trata el Plan de Infraestructura�, argumentó el ministro.

 

 

Pronóstico de Ruckauf

�Mi pronóstico es pesimista. Tenemos que convencernos de que estamos ante una visagra histórica muy grave. Si continuamos por este camino va a aumentar la desocupación y no habrá paz social en la Argentina. Hay un camino posible, pero no habrá salida para mejorar el nivel de empleo si no somos capaces de reactivar la producción nacional.� Carlos Ruckauf fue vehemente al enfrentar ayer a los empresarios de la construcción. A tono con los reclamos del sector, pidió darles prioridad a las empresas nacionales, cuando el Estado licita obras públicas, y reclamó cambios en el esquema impositivo. Al respecto propuso eliminar Ingresos Brutos y el impuesto a los Sellos en las provincias y crear un IVA provincial, dividiendo la tasa con la Nación, para que �cada gobernador se juegue en la recaudación de impuestos�. 

Receta para la mufa argentina

Después de seis años como economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo, Ricardo Hausmann, expuso ayer por primera vez en público en su condición de profesor de la Universidad de Harvard. �Quiero hablar de la mufa argentina y cómo enfrentarla�, prometió el venezolano, antes de sugerir a la Argentina explotar nuevos mercados. Pero lo que más atrajo el interés de los hombres de la CAC fue su juicio acerca de que el anhelado Plan de Infraestructura es una �distracción� del gobierno argentino. �Cualquier cosa que haga el gobierno es, en definitiva, más deuda pública... El problema no es el Compre Argentino sino el Vende Argentino: buscar nuevos mercados para las exportaciones�, embistió Hausmann, con una frontalidad que ningún otro disertante de la Convención se animó a tener.

 

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