The Guardian de Gran Bretaña
Por Julian Borger y James Meek
Médicos de Illinois, en Estados Unidos, han usado el examen genético para seleccionar un bebé de probeta que tuviera exactamente las células correctas para ser donante de su hermana mayor seriamente enferma. El caso, el primero de su clase que sale a la luz, seguramente abrirá un feroz debate sobre la ética de diseñar bebés con rasgos genéticos específicos.
El procedimiento, basado en una forma selectiva de fertilización in vitro, podría salvar la vida de una niña de seis años, que está sufriendo un raro desorden hereditario llamado anemia Fanconi, que detiene la producción de células en la médula ósea. Pero ha producido el temor de que la técnica pudiera extenderse a permitir que los padres �diseñen� hijos con una determinada variedad de rasgos genéticos.
Los investigadores en ciencia genética, que se está desarrollando muy rápidamente, dicen que creen que hubo casos similares que no se hicieron públicos. Muchas parejas con hijos con enfermedades hereditarias enfrentan el dilema de decidir si tener o no más bebés, sabiendo que ellos también podrían nacer con la enfermedad. Algunos han concebido y han abortado el feto en cuanto descubrían que compartía sus genes defectuosos.
La selección in vitro ofrece una alternativa menos traumática. Adam Nash, el bebé en el centro del caso informado ayer, nació el 29 de agosto. Cuando nació, los médicos recogieron células de su cordón umbilical, que luego fueron trasplantadas a su hermana mayor, Molly. La anemia Fanconi es fatal sin un trasplante, pero Molly tiene ahora entre 85-90 por ciento de chances de recuperarse. Sus padres, Lisa y Jack Nash, tenían un 25 por ciento de probabilidades de pasar el gen Fanconi a cualquier nuevo hijo y temían concebir normalmente. De manera que utilizaron una nueva técnica llamada diagnóstico de preimplantación genética.
Se crearon doce embriones en fertilización in vitro y se tomaron células de cada uno de ellos para ver si había un gen Fanconi, así como otras medidas de compatibilidad con Molly. Se encontró que dos de los embriones tenían ambos atributos y uno de ellos fue considerado lo suficientemente saludable como para transferirlo al útero de Lisa Nash. Lisa dice que había decidido publicitar su caso porque podía ayudar a otras parejas que tuvieran el mismo problema. �Queríamos que la gente supiera que la tecnología estaba disponible�, dijo.
El doctor Paul Veys, un especialista en trasplante de médula ósea en el hospital de niños de Londres, dijo que creía que el caso de Illinois era un caso especial, en el que diseñar un niño para ser donante estaba justificado éticamente. �En este caso, esperamos, se terminará con dos niños sanos. ¿Quién puede discutir eso? Es difícil�, sostuvo. Dijo que su departamento nunca recomienda a los padres que conciban hijos naturalmente para ser donantes para enfermedades más comunes, no genéticas, que requieren trasplante de médula ósea, como la leucemia. Agregó que estaba seguro de que algunos padres habían ignorado el consejo y habían concebido un hijo como donante, pero no había manera de estar seguro, ya que los padres pueden haber querido tener otro hijo de cualquier manera.
Para algunos bioéticos, el éxito del caso Nash es una �bendición discutible�. Pero advierten que si bien salva la vida de un niño, también presagia un futuro posible en el que los padres puedan elegir �bebés de boutique� de una amplia gama de rasgos genéticos. �Uno podría decir que se está convirtiendo en algo como comprar un auto nuevo, cuando uno decide qué tipo de accesorios quiere�, dijo Jeffery Kahn, director del centro de bioética de la Universidad de Minnesota. Lisa Nash niega que haya abierto la caja de Pandora de la genética. �No estoy obligando a nadie. Yo sólo quería hacer lo que era lo mejor para mi familia�, dijo.
Traducción: Celita Doyhambéhère
Trasplante en el Garrahan
Se concretó con éxito el primer trasplante cardíaco realizado en un hospital público. El lunes, el equipo de cirujanos del Hospital Juan Pedro Garrahan, de la ciudad de Buenos Aires, efectuó el trasplante a la niña Sabrina Mesa, de 9 años.
La paciente, oriunda de Bahía Blanca, había ingresado al hospital a mediados de setiembre, a raíz de una miocardiopatía agravada por un cuadro de neumonía. En los últimos diez días, permanecía asistida por un respirador artificial y estaba en la lista de emergencia del Instituto Nacional Centro Unico Coordinador de Ablaciones e Implantes (Incucai).
El subjefe del equipo de trasplantes del Garrahan, Gerardo Naiman, afirmó que �somos optimistas, pero hay que tener cautela. Ahora comienza la etapa para que el cuerpo tolere el órgano; hasta el momento lo hizo bien�. El éxito de la intervención, que duró veinte horas e involucró a casi treinta profesionales, abre una nueva posibilidad para la institución pediátrica. |
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