Por Claudio Scaletta
Como adelantó Página/12 en su edición de ayer, el Gobierno ofreció a los transportistas de carga un gasoil a 45 centavos y consiguió que levanten el paro. La medida de fuerza impulsada por la CNTA, la entidad que agrupa a los pequeños empresarios, ya había entrado en su cuarto día y encendido las primeras alarmas sobre desabastecimiento. La rebaja en el precio del combustible resultó de la negociación del ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, con las petroleras, quienes se comprometieron a mantener un precio inferior al del usuario común, siempre en la misma proporción de entre un 10 y un 12 por ciento, aunque aumenten los precios de mercado. El presidente Fernando de la Rúa felicitó públicamente a los funcionarios que participaron del acuerdo y reconoció a las petroleras que cedieron �unos céntimos más� en el precio.
El desabastecimiento registrado en mercados como Liniers o el Mercado Central, entre otros, dejó en claro al Gobierno que la representatividad de la CNTA no era tan baja como la que se le asignó inicialmente. Agotada la vía de las rebajas impositivas frente a la intransigencia de Economía, Gallo optó por negociar con las petroleras, quienes, a pesar de las resistencias iniciales, finalmente cedieron al pedido del ministro.
Aunque el acuerdo estuvo listo el martes, se continuó negociando con Repsol-YPF, Shell, Esso, EG3, Refinor y Refisán para definir la lista de estaciones de servicio que participarían de la venta a menor precio. Inicialmente serán 146, de las cuales 100 serán de Repsol-YPF, pero se espera agregar otras 300 en el corto plazo.
Antes de la medida de fuerza el Gobierno había propuesto a los camioneros un gasoil a 46 centavos en 120 estaciones de la petrolera española, pero sólo para quienes obtengan una tarjeta de crédito emitida por el Banco Nación. La oferta fue rechazada principalmente porque no todos los transportistas estaban en condiciones de cumplir con los requisitos demandados para obtener esa tarjeta. Ahora, el camionero que no desee la del Banco Nación con un crédito de 1000 pesos podrá acceder a un plástico que lo habilite a cargar al contado con la sola presentación del título de propiedad de su vehículo y la inscripción en la AFIP como transportista de carga. Lo mismo ocurrirá con la tarjeta que le permitirá descuentos en los peajes (el 30 por ciento acordado hace cuatro meses más un 20). De esta manera se garantizará también que los beneficios lleguen solo a los transportistas nacionales. Una de las demandas sectoriales apuntaban contra la competencia de empresas brasileñas, incluso en el transporte de cabotaje.
En la reunión de ayer en Infraestructura participaron, entre otros, además de Gallo, el secretario de Transporte, Jorge Kogan, la secretaria de Energía, Débora Giorgi, el presidente de la CNTA, Pedro Piermattei, y el secretario adjunto del gremio de los camioneros, Jorge Silva. Además de la baja del precio del gasoil, los transportistas obtuvieron la prórroga por 180 días de la entrada en vigencia de la ley peso potencia, que establece una relación entre cantidad de carga, modelo y potencia del vehículo. �La nueva relación dejaba a por lo menos 50 mil camiones fuera del parque�, dijo a este diario Jorge Fernández, vicepresidente de la CNTA. Fernández también dijo que desde hoy continuarán trabajando en la baja del precio del gasoil a través de la importación y su expendio a través de las 900 estaciones de bandera blanca agrupadas en Fecra. �Con esto esperamos lograr un precio de 44 centavos�, señaló.
A pesar del levantamiento de la medida, los camioneros continuarán con sus demandas, especialmente en el plano impositivo. Cada 15 días se reunirá una comisión evaluadora integrada por Gobierno, empresarios y trabajadores.
La mayor parte de las bases de la CNTA y los camioneros estacionados a la vera de las rutas consideraron un éxito la medida de fuerza y comenzaron a levantar los piquetes. Sin embargo, la aceptación no fue unánime. Los transportistas de la provincia de Entre Ríos rechazaron elacuerdo y resolvieron la continuidad del paro, con el mantenimiento de los ocho piquetes en diferentes zonas de la provincia.
El rehén salvó la vida
Por Raúl Dellatore
La solución final al conflicto de los transportistas de carga puso de manifiesto cuáles eran, en realidad, los bandos en disputa: los camioneros de un lado, las empresas petroleras del otro. El gobierno nacional quedó como árbitro, o en rigor como rehén de los transportistas en pie de lucha. Y el gobierno, más precisamente el ministro Nicolás Gallo, debió negociar permanentemente a dos puntas para evitar que, como en trágicos episodios recientes, el rehén terminara resultando la víctima.
Por impotencia, fundamentalmente fiscal, el gobierno no estaba en condiciones de otorgar una rebaja en el impuesto a los combustibles, que hubiera descomprimido el conflicto. Recurrió entonces, en negociaciones paralelas, a la �buena voluntad� de las empresas que controlan el mercado �Repsol-YPF, Shell y Esso� para que accedieran a una rebaja temporaria del precio del gasoil. Repsol YPF fue, de movida, la más predispuesta, por claras ventajas comparativas: produce a costos locales �es la principal productora de petróleo del país� y vende a precios internacionales, en la actual coyuntura con un claro y amplio margen a favor. Pero la empresa española condicionó la baja del combustible a que las otras dos accedieran a la misma política. Gallo debió apuntar sus esfuerzos negociadores, entonces, sobre la empresa de origen estadounidense y sobre la angloholandesa. En �un máximo esfuerzo�, ambas respondieron el martes que podrían bajar el gasoil a 47 centavos, insuficiente para conformar a los camioneros. Un sacrificio mayor requería una aprobación de las respectivas casas matrices, transmitieron. Gallo pidió que hicieran la consulta, lo que demoró en 24 horas la solución, que el ministro ya había anticipado como propuesta a los transportistas esa misma tarde. La respuesta llegó ayer por la mañana, y de inmediato Galloel la integró al menú de oferta para los transportistas, sabiendo que ese era el plato fuerte. Hubo acuerdo, dejando para la CNTA el curioso mérito de haberle torcido el brazo a las poderosas petroleras. Un resultado que el Gobierno no obtuvo cuando debió defender al consumidor particular ante los aumentos de la nafta. |
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