Por Carlos Rodríguez
�Sería extraño que hayan movido los cuerpos, pero si lo hicieron eso va a saltar cuando los peritos reconstruyan lo sucedido y determinen el lugar donde estaba cada protagonista�. Una fuente judicial confirmó a Página/12 que sería �totalmente irregular� que los policías presentes en el predio de Aguas Argentinas, en los bosques de Palermo, hayan modificado la escena del crimen, aunque las imágenes tomadas por la TV y las fotografías publicadas por este diario muestran que el cadáver del jardinero Rubén Maciel (ver fotos) aparece primero solo en la escena y luego junto a su presunto asesino, el delincuente Juan Isidro Díaz Roldán, quien luego -según la versión oficial� se suicidó. Hasta ayer, la instrucción del caso estuvo en manos de personal de la comisaría 51ª y recién anoche el juez Alberto Baños comenzó el análisis a fondo de la prueba reunida. Desde la cárcel, hombres vinculados a la banda que intervino en el frustrado golpe le aseguraron a este diario que Díaz Roldán �no pudo haberse suicidado� y hasta pusieron en duda que haya asesinado al jardinero Maciel.
Las fuentes judiciales señalaron, en cambio, que �por ahora� todo indica que �los hechos ocurrieron tal como se contó hasta ahora, en lo que respecta al asesinato del jardinero y al suicidio�. De todos modos �faltan las pericias balísticas sobre el recorrido de los disparos para terminar de confirmarlo�. Según la policía, Díaz Roldán tenía una pistola calibre 40 y una 9 milímetros con las que asesinó al inspector Rafael Erra e hirió de gravedad al sargento Carlos Fredriksson. Para los miembros de la banda que están a la sombra, las armas eran una 45 milímetros y un revólver 32. �Si se suicidó con una 45 se notaría a la legua por la destrucción de la cabeza y la 32 no es un arma segura para matarse�, dijeron.
Anoche, Baños, a cargo de la investigación, tenía previsto tomarle declaración indagatoria al único detenido, Carlos Alberto Iturres Rodríguez, pero lo más probable es que el sospechoso se abstuviera de hablar. Iturres Rodríguez fue detenido cerca de la puerta principal de acceso al predio y no participó en ninguno de los dos tiroteos que hubo dentro de la planta, de manera que su testimonio tampoco servirá para esclarecer las cinco muertes que hubo: los dos custodios de Juncadella, el inspector Erra, el delincuente y el jardinero.
Baños citaría hoy a prestar declaración testimonial al gerente de la firma transportadora de caudales, Juan Cocci, para hacerle dos preguntas cuando menos: ¿Por qué dijo que el blindado llevaba 280 mil pesos cuando cargaba 400 mil? y ¿por qué aseguró que el móvil era seguido por un patrullero cuando ese patrullero no existió? Anoche, Cocci adelantó a este diario que �el monto total, inicial, que llevaba el blindado hasta pudo haber sido de más de 400 mil pesos, pero hay que pensar que ya había hecho seis entregas de dinero de un total de diez�. Y sólo le quedaban, según él, los 280 mil pesos de lo que se dieron cuenta en su momento.
Respecto del patrullero, dijo que la información que tiene indica que �el móvil policial que hizo el procedimiento en la puerta de Aguas Argentinas y que detuvo al delincuente (Iturres Rodríguez), si bien no acompañaba al blindado, de todas maneras entró a la planta para supervisar otra zona� aledaña al lugar donde estaba el cajero automático del Banco de Galicia. Fuentes judiciales aseguraron que el patrullero de la comisaría 51ª �nunca entró al predio�.
La confusión podría haberse generado porque, a la misma hora, un segundo blindado de Juncadella-Prosegur circulaba también por la zona norte de la Capital Federal, escoltado por otro móvil policial. Incluso, cuando ocurrió el primer tiroteo junto al cajero, los sobrevivientes del transportador de caudales atacado se comunicaron con el otro blindado, cuyos ocupantes fueron los que dieron el alerta a la Policía Federal.
�Hay que determinar la trayectoria y de qué balas partieron los proyectiles, pero en principio todo coincide con la información oficial que dio la policía�, sostuvo una fuente allegada a la causa. El vocero confirmó que, hasta ahora, la que hizo el sumario fue la Policía Federal,con intervención del personal de la comisaría 51ª, a la que pertenecía el móvil que participó en los incidentes previos y que aparentemente nunca sospechó de la posibilidad de un robo contra Aguas Argentinas, a pesar del armamento pesado que encontró en poder de Iturres Rodríguez, detenido 20 minutos antes que llegar el blindado de Juncadella-Prosegur. La labor policial será ahora analizada por Baños y por el fiscal de la causa, Aldo Gustavo de la Fuente.
�Los ocupantes del móvil policial no sospecharon de un robo en la planta, a pesar de las armas importantes que encontraron. Tal vez era difícil imaginar porque pocos deben saber que allí hay un cajero automático, aunque se supone que la policía debería saberlo�, informó la fuente judicial. Sobre la posibilidad de que se hayan movido los cuerpos, el vocero sostuvo que �ni Baños ni el fiscal tuvieron noticia de ello�.
El Código de Procedimientos en lo penal establece que los funcionarios policiales tienen como misión �cuidar que los rastros materiales que hubiere dejado el delito sean conservados y que el estado de las cosas no se modifique hasta que llegue al lugar la autoridad judicial competente�. La TV y los fotógrafos captaron una suerte de �scrum� como en el rugby de una veintena de uniformados que cubrió toda el área donde estaban los dos cuerpos.
El fantasma de Valor
�No descarto ninguna hipótesis�, dijo el jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, sobre la versión que anticipó el martes Página/12 acerca de la participación de gente vinculada al �Gordo� Valor en el violento robo a Aguas Argentinas. Concretamente, ayer respondió a una pregunta sobre si participó Daniel �Tractorcito� Cabrera, uno de los presos fugados del Departamento Central. �Nosotros no descartamos nada porque las que son descartadas sin razón, son peligrosas�, determinó el jefe policial. Santos adelantó que trabaja sobre datos �muy interesantes� acerca de quiénes planearon y participaron del asalto. En ese marco, la investigación estudia hechos puntuales sobre un hecho que la policía evaluó como �muy vertiginoso�. |
POR QUE EL DELINCUENTE MUERTO ESTABA EN LIBERTAD
Una salida seis meses antes
Por Raúl Kollmann
�El detenido Juan Isidro Díaz Roldán tiene muy buena conducta, mereciéndole un concepto bueno. Trabaja en el patio de visitas, recibe la vista de su concubina y sus proyectos futuros se centran en torno de su actual pareja, con quien se relaciona desde hace aproximadamente tres años y que en caso de su externación vivirá con ella. La familia le proveerá de un trabajo�. Este es parte del informe del Servicio Penitenciario Bonaerense sobre el delincuente muerto el lunes en el asalto a la planta de Aguas Argentinas. El informe consigna también que Díaz Roldán es un reincidente, por lo que puede considerarse que es peligroso y no se le debería conceder la �libertad asistida�. En base a ese reporte contradictorio y, sobre todo teniendo en cuenta lo que dice taxativamente la ley, la Sala III de la Cámara Penal de San Isidro le otorgó la libertad asistida a Díaz Roldán, que consistió en que el preso salió de la cárcel seis meses antes de cumplir la totalidad de la pena. La ley marca que el propio Servicio Penitenciario debe controlar el domicilio y las presentaciones del preso durante esos seis meses, pero no hubo monitoreo alguno.
A lo largo de la jornada de ayer, los fanáticos de la mano dura salieron a cuestionar y pedir la cabeza de los camaristas Raúl Borrino y Celia Vázquez, famosos por sus resoluciones contra las condiciones en las que viven los presos en los penales bonaerenses y recientemente también por haber concedido la libertad transitoria a Alejandro Puccio. Borrino es conocido asimismo porque fue el juez que procesó al entonces subcomisario Luis Patti por haber utilizado la picana eléctrica contra detenidos.
La presión contra los jueces llegó al extremo de que Radio 10 difundió los teléfonos de la Cámara e incentivó a los oyentes para que llamaran a los magistrados reclamándoles por su resolución de mayo pasado. Como era de prever, voces anónimas dejaron insultos e incluso amenazas de muerte para los jueces.
Díaz Roldán fue el delincuente que asesinó a sangre fría al inspector Rafael Erra, cuando éste le pidió que mostrara el contenido de un bolso. Según la dudosa versión de la Policía Federal, �El Lagarto�, como le decían a Díaz Roldán, también habría matado al jardinero Rubén Maciel y supuestamente después se suicidó (ver aparte).
En 1997, �El Lagarto� fue detenido con una pistola 9 milímetros y 23 balas. El juzgado de primera instancia lo condenó a cinco años de prisión y la Cámara le redujo la pena a tres años y ocho meses. En el primer fallo, se consideraba como agravante que Díaz Roldán no había colaborado con la investigación, considerado por la Cámara como inconstitucional porque nadie está obligado a declarar contra sí mismo. Sin el agravante, la pena quedó en tres años y ocho meses, pero estaba apelada y la Corte Suprema -.demorada-. no había resuelto nada. O sea que Díaz Roldán estaba sin condena firme.
Página/12 accedió ayer a la resolución que dictó en mayo la Sala III de la Cámara Penal. Más allá de la andanada de los adictos a la �mano dura�, éstos fueron los elementos de aquel fallo:
En lugar de quedarse tres años y ocho meses en prisión, �El Lagarto�, salió a los tres años y dos meses. Si no le hubieran concedido la libertad, igual hubiera dejado la cárcel en noviembre.
El Servicio Penitenciario Bonaerense puso como �muy buena� la calificación de �El Lagarto�. El concepto general fue �bueno�.
El Servicio Penitenciario transcribe frases elogiosas sobre el futuro familiar y laboral de Díaz Roldán.
Como ocurre con casi todos los presos, al final ponen una frase en la que indican que �el detenido es reincidente� y por lo tanto �peligroso�, por lo que no recomiendan su puesta en libertad. Sin embargo, comoreincidente, �El Lagarto� ya había tenido su perjuicio: no pudo acogerse a la libertad condicional cuando cumplió dos tercios de su condena, con lo que hubiera salido en el �99.
Con todos estos datos a la vista, se evidencia una confluencia de crisis: la existencia de bandas siniestras amparadas por la Policía, la Justicia desbordada, el Servicio Penitenciario que emite un informe contradictorio y sospechoso, y que no controla al preso en libertad y, para colmo, la Federal que no realiza bien el rastrillaje de la planta de Aguas Argentinas.
�Me dijeron que el que le hizo
eso a mi marido ya estaba muerto�
Adela es la viuda del rehén asesinado en la planta de Aguas Argentinas, en Palermo. En una entrevista con Página/12, reveló sus dudas sobre la versión policial de los hechos. Y se preguntó por qué movieron de lugar el cadáver. |
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Adela asegura que nadie le dio explicaciones por el asesinato de su marido, Rubén Maciel.
�Quiero saber por qué lo movieron si primero estaba caído solito y después apareció al lado del ladrón.� |
Por Horacio Cecchi
�Si le sirve de consuelo, señora, el que le hizo eso a su marido ya está muerto�. Adela tiene grabadas a fuego esas palabras. Las recibió en la comisaría 51ª, el lunes pasado, por la tarde. Su marido era Rubén Maciel, el rehén asesinado durante el segundo enfrentamiento ocurrido en el edificio de Aguas Argentinas, en Palermo. Esas palabras fueron la única explicación que recibió de una autoridad oficial por la muerte de su marido y, obviamente, no cumplieron su cometido, porque Adela tiene más dudas que consuelo. Duda de la versión policial de que fuera el ladrón quien mató a su marido. �Que alguien me explique quién y por qué lo mataron, quiero que mis hijos lo sepan. Quiero saber por qué movieron su cuerpo, si primero estaba caído solito y después apareció al lado del ladrón�. Adela reparte sus palabras entre la indignación por la �versión policial� y el llanto amargo que le provocan sus recuerdos.
Vive en la villa 21, a pocas cuadras de la Perito Moreno, junto a sus tres hijos, David, de 11 años, Nicolás, de dos y medio, y Matías, de 8 meses. Quiere mantenerlos al margen de cámaras y miradas indiscretas. �Son lo único que tengo�. Por eso, la única condición que puso para la entrevista fue realizarla en la parroquia de Caacupé, enclavada en la villa.
Adela nació en Paraguay, en Coronel Oviedo. Dejó a su familia y viajó a Buenos Aires, en busca de trabajo. Hace seis años conoció a Rubén. Cuando se pusieron de novios, él ya llevaba dos años trabajando en la empresa de limpieza Servicio Total, y lo acababan de efectivizar. �Teníamos muchos planes, a mi marido lo iban a poner de encargado porque su patrón le tenía mucha confianza. Hace poquito cumplió los años, 34, en agosto. Teníamos planeado ir a fin de año a Paraguay, porque mis parientes no lo conocen�. Adela confunde el presente y el pasado, mientras esconde su rostro y llora. �A veces discutíamos, como discute cualquier pareja, cositas que pasan. Pero después nos arreglábamos y terminábamos haciendo el chiste de que nosotros íbamos a terminar viejitos viendo crecer a nuestros hijos�. Adela tiene 31 años y muchas preguntas sin respuesta.
�Me llamaron a las doce y media, tres horas después de que lo mataron -asegura�. No era ningún funcionario. Fue el patrón de mi marido. Hasta ahora, nadie me dio explicaciones de lo que pasó. Lo único que me dijeron fue en la comisaría 51ª. El comisario me dijo que si me servía de consuelo, �el que le hizo eso a su marido ya está muerto�. ¿De qué me sirve? Si no me va a devolver a Rubén. Fue la única explicación que tuve. Nada más me dijeron.�
Adela no entiende. Cada gesto suyo es una pregunta. �Si ya sabían que había un delincuente adentro, por qué lo dejaron pasar a la muerte�. La indignación aumenta cuando habla de la versión policial. �Dijeron que José (un amigo de Rubén) vio todo. Pero él no vio nada, nos lo aseguró después y no va a mentir con lo que lo quería. Cuando me enteré de lo que había pasado, y con lo que decían, lo primero que pedí fue hablar con José�.
No tiene trabajo y pide ayuda desesperadamente. �El era el pilar de mi familia. Ahora mis hijos preguntan. Nicolás quería hablar por teléfono con su papá, y el más chiquito lo tengo con fiebre. Ellos perciben lo que pasó. Por eso pido explicaciones. Para decirles algún día a mis hijos cómo murió su padre�. El martes, en el cementerio de la Chacarita, el día del sepelio de Rubén, Adela no esperaba que se acercara ninguna autoridad. Tampoco llegó nadie. �De la Rúa estuvo con los familiares de los policías muertos. Parece que esos policías que estaban para protegerlo eran más importantes. De Rubén ni se acordó.�
Está convencida de que el cuerpo de su marido fue movido de lugar. �Primero estaba caído, solito. Lo vieron todos sus compañeros. Pero después lo movieron y quedó al lado del ladrón. Quiero que me expliquen por qué lo movieron�. También se pregunta por las extrañas marcas que aparecían en su rostro: �Dos tajos en la frente, un tremendo golpe en lanariz�, enumera. �En un programa alguien dijo que los policías lo confundieron porque los ladrones estaban vestidos con el uniforme de la empresa y no lo pudieron identificar. Yo me pregunto, si no lo pudieron identificar, ¿por qué tiraron? ¿Qué quieren, matar a todos?�
DEBATE SOBRE LAS SALIDAS ANTICIPADAS DE LOS PRESOS
Una polémica reincidente
Por Cristian Alarcón
La escena del gobierno bonaerense cada vez que un preso conocido por la fama de su apellido o de su crimen le da el pie para atacar las salidas progresivas de la cárcel, se repite. Ayer el gobernador Carlos Ruckauf y su ministro de Seguridad, Ramón Verón, volvieron a encender el ventilador del endurecimiento. Los motivó esta vez la libertad asistida de la que gozaba hasta el lunes el ladrón muerto en el tiroteo de Aguas Argentinas, Juan Díaz Roldán (ver página 19). Verón encontró una imagen que le vino al dedillo: �Es como llenar el tacho agujereado�, lanzó comparando el recipiente con las cárceles bonaerenses. �Es impresionante �le dijo ayer a Página/12 el penalista Alberto Binder� la capacidad que tienen los que sustentan el discurso de mano dura para tapar sus propios fracasos con respuestas simbólicas como ésta�.
Para el director del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales, en las palabras oficiales no hay preocupación por la efectividad del cumplimiento de las penas, sino �sólo una estrategia de desviación que inyecta violencia a la sociedad y oculta el fracaso no sólo de la política de seguridad, sino de su política penitenciaria�. Binder se refirió así al nuevo contraataque de Ruckauf que ayer dijo en viejo lenguaje: �En la Argentina hay un problema de una ideología que cree mucho más en proteger los derechos de los delincuentes que los de la gente�. Para no desentonar con sus anteriores declaraciones sobre la ejecución de las penas en la provincia el gobernador aseguró que Díaz Roldán �no habría estado en libertad si la Alianza hubiera votado� su propuesta de endurecimiento.
Por diferentes vías pero en un mismo tono, el secretario de Seguridad, Enrique Mathov, y el jefe de la Policía Federal, comisario Rubén Santos, rechazaron ayer la mano dura en las leyes como salida a la crisis. En el caso de Mathov, apuntó a los jueces a quienes, cree que hay que �pedir mayor severidad cuando aplican una condena buscando que la sanción sea más alta para que la persona no pueda ser excarcelable (sic)�.
El vicepresidente del bloque de diputados del Frepaso, Guillermo Oliver, terció en la polémica; pero no contra Ruckauf, sino contra los jueces de la Sala III de San Isidro, quienes le otorgaron la libertad asistida a Díaz y son los mismos que permitieron salidas laborales a Alejandro Puccio. Según la agencia Télam, Oliver se pronunció a favor de enjuiciarlos por �permitir que delincuentes de alta peligrosidad puedan beneficiarse con institutos legales que no están previstos para estos casos�. El caso de Puccio había motivado el mismo tipo de declaraciones del ministro de Justicia Jorge Casanovas, a quienes los constitucionalistas le respondieron con una defensa de las salidas progresivas de los detenidos como única manera de promover reinserciones sociales.
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