Por Gustavo Veiga
 El espectáculo �parece� tiene sus límites. Una cola bien firme o un busto con siliconas no es cuestión de andar mostrándolos en una cancha. Y menos si se trata de un partido en el que juegue la Selección Nacional. A pocos días del clásico rioplatense entre argentinos y uruguayos, y ante la desbordante demanda de acreditaciones que requirió la prensa, a las chicas con siluetas pulposas de la TV se les complicó la faena. �No pasarán...�, es el lema y Julio Grondona dio un guiño para que se cumpla. Así que las manifestaciones de censura ya manifestadas en otros encuentros de las eliminatorias sudamericanas, esta vez, serán mantenidas más que nunca. Los programas que pretendan filmar a sus traseros estrella no tendrán acceso al Monumental, a menos que sus productores paguen las correspondientes entradas.
Las quejas de ciertos cronistas especializados en deportes y el considerable pedido de entradas que formuló el periodismo uruguayo -sesenta medios en total, que incluyen veinte radios que transmitirán en directo� impulsó a la AFA a cortar por lo sano. Cuentan que, resignados, los editores de portales en Internet desistieron hace tiempo de solicitar ubicaciones en el palco de prensa, y así como hasta la propia FIFA no ha determinado aún con claridad qué política adoptará en el próximo Mundial del 2002 con este tipo de medios, la AFA, adelantándose a muchas asociaciones, ha comenzado a transitar un nuevo camino de cupos.
En este contexto, no cabe ni un alfiler, ni un seductor trasero con tanga. Durante el partido que el equipo conducido por Marcelo Bielsa le ganó con angustia a Bolivia por 1 a 0 el pasado 4 de junio, se habría rebalsado el supuesto límite de la transgresión. Ese día, las provocadoras mellizas que se desempeñan en paños menores para el programa �Fugitivos� conmocionaron a los plateístas con su habitual desenfado. Una vez adquiridas las entradas y logrado el objetivo de hacer ingresar una cámara de TV, las jovencitas montaron su show paralelo e hicieron olvidar por un momento las jugadas que bordaban sobre el césped la Brujita Verón y el Piojo López. Esa osadía femenina le costó un fuerte reproche al portero que permitió el paso de la cámara, aunque quizás haya sido reprendido por otros motivos. Los propietarios de los derechos para filmar el partidonada quieren saber de elementos de trabajo que no sean los suyos. Por si acaso.
Pero el problema para la AFA no se circunscribe a los días de partido. Porque las visitas de �Fugitivos� �u otro tipo de emisiones no especializadas en deportes� continúan en el predio de la AFA, allí donde se concentran los jugadores dirigidos por el críptico Marcelo Bielsa. Cuentan que hace un tiempo, una niña del programa �Versus� se presentó ataviada con un tapado de piel debajo del cual sólo tenía una delgada combinación de soutien y bombacha. Algunos jugadores, lejos de huir espantados, se prestan de buen gusto a entrevistas bajo esas estimulantes condiciones. Incluso responden con agrado a preguntas sobre su vida privada, pero se fastidian si un periodista cuestiona aspectos relativos al juego.
�Van a joder a la gente...�, confió una fuente de la AFA que mantuvo su nombre en reserva. En consecuencia, ya no aparecen en el sector de prensa del estadio de River aquellos reporteros o reporteras que las autoridades del fútbol consideran molestos. Aunque siempre existe una excepción a la regla. Bajo ciertas condiciones de recato, no entran en la lista de interdictos los representantes de �Videomatch�. �Se portan bien�, es el comentario escuchado. Y mientras sigan así, los muchachos de Marcelo Tinelli gozarán del pase libre que algunos de sus competidores no tienen.
Podrá decirse cualquier cosa del Seleccionado Argentino, menos una. Que tiene trasero cuando gana.
| ¿A cuántas acreditaciones vamos?
Por G.V.
De qué modo la AFA determina si un medio está en condiciones de ser acreditado para la cobertura de un partido en las Eliminatorias es un tema tan sensible como complicado de instrumentar. Por ejemplo, a las radios FM del país se les extiende la autorización para ingresar al estadio de River si figuran en un listado que elabora el Comfer. �Si no es imposible dar cabida a toda la demanda que existe para estos encuentros�, señalan en el área de prensa.
El próximo domingo, cuando se enfrenten los seleccionados de Argentina y Uruguay, habrá en el Monumental un poco más de 250 medios nacionales acreditados. Y, desde la otra orilla del Río de la Plata, viajarán unos ciento veinte periodistas, locutores, camarógrafos y técnicos. Respecto a la última vez que se enfrentaron los mismos dos equipos en las Eliminatorias para el Mundial de Francia (el 12 de octubre del �97), desde Montevideo se solicitaron más de ochenta credenciales que en aquella oportunidad.
Por las dudas, en la AFA ya se preguntan cómo harán cuando a comienzos de septiembre del 2001 se enfrenten los equipos de Argentina y Brasil. Será la primera vez en la historia de las eliminatorias sudamericanas para un Mundial que los dos clásicos rivales se midan en Buenos Aires. Y si además se concretara el año próximo la idea de que Diego Maradona juegue su partido de despedida por la selección �en el caso de que tenga asegurada la clasificación�, no quieran saber, no le pregunten a nadie lo que pasará, diría Víctor Hugo Morales. |
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