Por David Cufré
En el día de su cumpleaños número 54, José Luis Machinea recibió un regalo de Fernando de la Rúa: la ratificación en su puesto y la virtual designación como superministro. La movida presidencial incluyó el desalojo de Nicolás Gallo del Ministerio de Infraestructura, organismo que desapareció con su jefe y cuyas funciones quedaron bajo el mando de Machinea, el ministro que salió más fortalecido con la sacudida del gabinete. De la Rúa le entregó a Machinea una dosis de poder que actuará en dos direcciones. Le despejó el camino para ser el único responsable de la política económica, sin la interferencia de Rodolfo Terragno, el propio Gallo y hasta de Carlos Alvarez y Raúl Alfonsín. Pero, al mismo tiempo, ese espaldarazo lo obliga a conseguir cuanto antes resultados positivos. Ahora no habrá otro a quien apuntar si fracasa en la tarea de consolidar una economía pujante, objetivo que hasta el momento lo ha tenido a mal traer.
En el Palacio de Hacienda estaban exultantes. Machinea siempre objetó la creación del Ministerio de Infraestructura, algo que dijo públicamente cuando la Alianza ganó las elecciones del año pasado y comenzó a circular la versión de la nueva dependencia, como un desprendimiento de Economía. Su relación con Gallo tuvo altas y bajas. No llegaron a ser rivales declarados, pero siempre se recelaron. Machinea debió aceptar que el área de obras públicas quedara en manos del (¿ex?) amigo de De la Rúa. Pero ahora recuperó esa función para su cartera.
�La salida de Gallo no hay que interpretarla como una crítica a su gestión. El Presidente decidió jugar todas las fichas a este equipo�, evaluó en diálogo con Página/12 un hombre de máxima confianza de Machinea. También admitió que �ahora vamos a estar muy expuestos y nos van a exigir más�. �Seguiremos en la misma línea, no habrá medidas de shock ni anuncios rutilantes. Estamos convencidos de nuestro trabajo y seguros que la economía será un punto a favor de la Alianza en la campaña electoral de 2001�, enfatizó.
Otra alta fuente de Economía fue menos condescendiente con Gallo. Apuntó que fallaba la coordinación entre los ministerios, que no era un funcionario ejecutivo y que De la Rúa entendió que debía elegir, y eligió a Machinea. El ministro sostuvo que continuará los planes de Infraestructura y Vivienda, a los que buscará fortalecer y acelerar en su aplicación. �El Plan de Infraestructura no hubiera salido sin el aporte de Julio Dreizzen (subsecretario de Financiamiento)�, añadió el colaborador de Economía, muy crítico de la gestión de Gallo.
Respecto de la interpretación que darán los inversores a los cambios en el gabinete, y puntualmente en el área económica, en el Palacio de Hacienda dijeron que lo verán como un �fortalecimiento� de Machinea. Una explicación que dieron en esa cartera es que habrá menos temor a un gasto excesivo en obras públicas, ya que esa área dependerá directamente de Economía.
En los próximos días se resolverá quiénes ocuparán los cargos que ostentaban los secretarios de Estado del Ministerio de Infraestructura. En el caso de Transportes, es casi un hecho que su actual titular, Jorge Kogan, será desplazado. Kogan asistió ayer en Casa Rosada al juramento de los nuevos funcionarios y su cara lo decía todo. En la Secretaría de Comunicaciones continuará Henoch Aguiar, funcionario enfrentado a Gallo y que reportaba más a Machinea que a su jefe natural. La mayor incógnita es quién será secretario de Obras Públicas, puesto para el que tantearon al secretario de Programación Económica, Miguel Bein, pero no habría aceptado.
Machinea se negó a aceptar el carácter de �superministro� y que lo comparen con Domingo Cavallo. �Soy simplemente el ministro de Economía y, en todo caso, lo que voy a tener es más trabajo�, dijo. �Esta fusión con Infraestructura significa la ratificación del rumbo en materia de política económica y la hace más homogénea�, añadió. Sin embargo, en el Palacio deHacienda saben que De la Rúa les concedió más poder, y que espera que actúe en consecuencia.
EL ESTABLISHMENT APOYO LOS CAMBIOS
El último cartucho
Un Salón Blanco de Casa de Gobierno atestado de familiares, amigos, (ex) funcionarios y periodistas, que murmullan, gritan, saludan, preguntan. Pero para José Luis Machinea, sonriente como ministro con dos ministerios, hay una voz que se escucha más fuerte y tranquilizadora que cualquier otra, aunque pase desapercibida para la multitud que, en su gran mayoría, ni siquiera reconoce al emisor. Es la voz de los �mercados� que, omnipresente en cualquier decisión del Gobierno, no podía faltar a la cita.
�Esto es algo muy bueno. Significa ratificar que no hay más que un rumbo en la política económica, fortaleciendo al ministro de Economía�, dijo Ricardo Arriazu, el economista predilecto de la city, al justificar su satisfacción por la fusión de Economía e Infraestructura. �Ahora ya no queda la posibilidad de que se abra una ventana al gasto con más obras públicas�, aseguró. Y aclaró: �No quiero decir que eso haya sucedido, pero era una posibilidad abierta en términos ideológicos. Si la economía no levanta, puede suceder que algunos sectores de la Alianza crean que la solución es reactivar expandiendo el gasto público�. Arriazu, quien alguna vez revistó en las filas de funcionarios del Fondo Monetario, confía en que Machinea no permitirá que se siga ese camino.
En la otra esquina del Salón, Eduardo Escasany, titular del Banco Galicia y presidente de ABA (Asociación de Bancos de la Argentina), también ratificó su aval al ministro. �Sin desmerecer a ninguno de los ministros salientes, es importante la señal de fortalecimiento del Ministerio de Economía�, argumentó.
Gallo no era el único ministro que, a los ojos de los mercados, representaba una �amenaza� para los mercados. También era visto así el jefe de Gabinete saliente, Rodolfo Terragno. �Te cité hace unos días al hablar del modelo de desarrollo que todavía debemos definir�, le dijo ayer en un pasillo Terragno a José Ignacio de Mendiguren, secretario de la Unión Industrial y defensor de políticas pro reactivación del mercado interno, incluyendo un mayor protagonismo estatal para gravar a las empresas de servicios públicos privatizados y redistribuir ingresos en favor de los asalariados. La UIA planea publicar �el libro negro de los gurúes de la city�, mostrando los groseros errores de pronóstico cometidos en los últimos años por los defensores del mercado a ultranza.
A Terragno, esos mismos gurúes siempre lo vieron con desconfianza, justamente, por su insistencia en querer definir un �modelo industrial exportador�. El propio Terragno se lo confesó ayer a De Mendiguren: �No sabés cómo me dispararon del JP Morgan y de otros bancos de inversión�. La Unión Industrial apoya la gestión de Machinea y, por ende, festeja que siga en carrera.
Está claro que tampoco Chrystian Colombo, ex titular del Nación y flamante jefe de Gabinete, es bien visto por los mercados, que recelan de su discurso, más cerca al de la UIA que al de ABA.
¿Y Ricardo López Murphy? �Expectante, más que nunca�, dicen en la city. En especial, ahora que Machinea acaba de cargar el último cartucho en la escopeta.
EN LA CITY HUBO MUCHAS DUDAS Y MUY POCO ENTUSIASMO
El mercado quiere más, más, más
Por Claudio Zlotnik
�Es un cambio de peones. No alcanza para mejorar las expectativas.� Con esa frase, un importante banquero de la city resumió, en diálogo con Página/12, la sensación que dejaron entre los financistas los cambios en el gabinete. Los consultores y operadores esperaban más audacia por parte de Fernando de la Rúa. Aguardaban anuncios que ayudaran a rebatir el malhumor tanto de los consumidores como de los inversores. Pero los financistas creen que el jefe de Estado no se animó. Y que, tras la movida política, la marcha de los negocios seguirá tan débil como hasta ahora. Muestra de la frustración fue lo que ayer ocurrió en la Bolsa. El índice de acciones líderes MerVal retrocedió 0,9 por ciento, con un pobre volumen de apenas 12 millones de pesos.
Tras dos años de recesión y el desinterés de los inversores de apostar por la Argentina, a los financistas se los nota confundidos y desorientados. Les faltan respuestas para explicar la falta de reacción de la economía después de que el equipo de Machinea diera curso a gran parte de sus reclamos. En este contexto, en el microcentro adhieren a la hipótesis del diván expuesta por el Fondo Monetario. Y añoran la época en que Domingo Cavallo defendía su gestión a los gritos.
Los teléfonos de los principales consultores y bancos de la city se pusieron al rojo vivo ayer después de las 13.00, cuando desde la Casa Rosada se anunciaron los cambios. Los administradores de fondos de inversión internacionales llamaban para ponerse al tanto de los movimientos.
Para los financistas, el fortalecimiento de José Luis Machinea es una garantía de que el Gobierno seguirá privilegiando el ordenamiento de las cuentas públicas por sobre otras cuestiones.
Sin embargo, también supone una continuidad en la política de reformas graduales. �No alcanza para imprimir una mayor velocidad a la recuperación económica. Se esperaba algo más sustancial. Queda claro que no habrá ninguna medida de shock ni un relanzamiento del Gobierno�, comentó a este diario el analista jefe de un importante banco de inversión estadounidense.
En la city, los financistas apostaban a dos puntas. Una, que De la Rúa sacara del gobierno a Alberto Flamarique y a Fernando de Santibañes, los funcionarios involucrados directamente en el escándalo del Senado. De esta manera, el jefe de Estado revalidaría, frente a la opinión pública, su figura de luchador contra la corrupción. Por otro lado, soñaban con que la movida pusiera en el primer plano a uno de sus preferidos: Ricardo López Murphy, atrincherado en Defensa.
A diferencia de otros momentos, cuando la pregunta más común entre los inversores internacionales era si la Argentina devaluaría, ahora la cuestión pasa por saber �¿cuánto tiempo más puede aguantar el país sin atravesar una crisis si la economía no crece?�
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