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�La Alianza no se terminó pero está muy dañada�

Aníbal Ibarra pidió, hace una semana, un pacto para salir de la crisis con �más Alianza�. Ocurrió lo contrario. �De la Rúa se equivocó�, dice ahora. Y resiste con la Alianza en Buenos Aires. 

Aníbal Ibarra colaboró en la redacción del texto de renuncia de Chacho, ayer al mediodía.


Por Sergio Moreno

t.gif (862 bytes) Desde China, hace menos de una semana, Aníbal Ibarra había pedido un acuerdo estratégico entre Fernando de la Rúa y Chacho Alvarez para salir de la crisis con �más Alianza, con un Presidente fortalecido y un vicepresidente fortalecido y no desautorizado�. Nada de ello ocurrió. Mejor dicho, ocurrió lo contrario. De la Rúa rearmó un gabinete que no sólo desautorizó a Alvarez sino que premió a los tres políticos del Gobierno que están sospechados de haber participado en los sobornos del Senado: Alberto Flamarique, Fernando de Santibañes y, por intermedio de Chrystian Colombo, a Enrique �Coti� Nosiglia. Ayer, en su despacho, después de acompañar durante casi todo el día a Chacho, y luego de que éste anunciara su renuncia en el hotel Castelar, Ibarra recordó sus palabras, dijo que la crisis no se solucionó y que se ha agravado, que hay menos Alianza y que el Presidente se equivocó al nombrar a su nuevo gabinete. No obstante, sigue apostando a mantener la coalición en la ciudad de Buenos Aires, a pesar de que parece desvanecerse en todas partes. 
�¿Se terminó la Alianza?
�No, no se terminó. La Alianza hoy está en una crisis seria, fuertemente resquebrajada, pero no se terminó como herramienta política, ni se terminó en la realidad. Un claro ejemplo de eso es que en la ciudad de Buenos Aires tenemos un gobierno que expresa a la Alianza y, más específicamente, expresa un gobierno equilibrado de la Alianza. Sería un falso análisis afirmar que estamos como hace 24 horas. No es así. Renunció el vicepresidente, que es el jefe de una de las fuerzas de la coalición. Por lo tanto, en el ámbito nacional podemos decir que la Alianza está seriamente dañada. Pero yo sigo convencido de que es la herramienta para transformar el país, y también estoy convencido de que desde la ciudad podemos aportar mucho para irradiar la Alianza hacia el ámbito nacional y hacia otros puntos del país.
�A quien principalmente hace falta irradiar la alianza es al gobierno nacional: el gabinete que se conformó anteayer y el que quedó después de la renuncia de ayer no plasman el espíritu de la Alianza que ganó en 1999.
�Es cierto. Yo lo dije claramente hace una semana: de la crisis política se debía salir con más Alianza y que esto no se podía definir como una pulseada entre el Presidente y el vicepresidente. Creo que hubo un error en los cambios ministeriales que realizó ayer (por anteayer) el Presidente. Si bien era necesario hacer los cambios, creo que se equivocó en el sentido que les dio a esos cambios...
�En los nombres que eligió.
�Sí. Esos nombres no dieron cuenta de que la crisis estaba ligada con los sobornos en el Senado y esos cambios debían acusar recibo de esa situación. Los cambios �o los no cambios� que realizó el Presidente significaron, de hecho, una desautorización al vicepresidente y, en los términos en que lo expresé hace una semana (en un reportaje concedido en Beijing a Página/12) fue como realizarlos en el sentido de una pulseada, un hecho que resultó muy nocivo. Esto no le dio opción, no le dio salida al vicepresidente. No sólo no resolvieron la crisis política sino que no significó más Alianza, no significó salir de la crisis fortalecidos; todo lo contrario. Se dejó pasar una oportunidad magnífica y en política las oportunidades que no se aprovechan no se recuperan más.
�Luego de la salida de Chacho, y con la renuncia de Alberto Flamarique, el Gobierno está más débil que nunca. ¿Cómo sigue adelante este Gobierno?
�Yo no apuesto a la debilidad del Gobierno. Al contrario, hay que buscar un fortalecimiento del Gobierno y esto se debe traducir en una administración que cumpla con los compromisos electorales y que solucione los problemas que tiene el país. Pero, en ese contexto, la oportunidad que había de obtener un Presidente más fortalecido, una Alianza más fuerte, un vicepresidente muy comprometido con el Gobierno, se perdió. Hoy podemos hacer todos los análisis que queramos hacia atrás, pero tenemos unPresidente que tuvo que cambiar una decisión en menos de 24 horas �y esto lo digo respecto de quien fue un efímero secretario general de la Presidencia (por Flamarique)�, hay un vice que ayer estaba y hoy no y, entonces, mirando hacia adelante, vemos un gobierno nacional que expresa a la Alianza con señales muy débiles. El compromiso de todos es fortalecer el Gobierno y a la Alianza y por eso es muy importante no sólo lo que pase en el gobierno nacional sino lo que pase aquí en la ciudad.
�¿Van a expulsar a Flamarique del Frepaso?
�No sé.
�¿Qué propondrá usted?
�No sé. Creo que la política del país y la Alianza no pasan por la expulsión o no de Flamarique. No es donde deban ponerse los principales esfuerzos. El esfuerzo debe apuntar a dar una fuerte pelea contra los procedimientos y los vicios de la política, que quedaron al descubierto con toda esta crisis del Senado �que no puede quedar sin aclararse�. No debemos olvidar que hubo una denuncia seria que todavía no ha sido aclarada. El esfuerzo debemos ponerlo en reconstituir la Alianza y gobernar bien. Y pensar que una crisis política sostenida afecta no sólo al Gobierno sino fundamentalmente a todo y cada uno de los ciudadanos. Allí es donde tenemos que poner la mirada y nuestro esfuerzo.
�Alvarez fue el arquitecto de esta Alianza, fue el que fogoneó la pelea por el escándalo de los sobornos en el Senado, y ayer se fue diciendo que no dejará la lucha contra la corrupción. ¿Cómo lo imagina a Chacho en el llano?
�La corrupción, ya lo dije en el reportaje de la semana pasada en Página/12, no es un tema negociable. Quien piense que se va a negociar está muy confundido. En esto siempre fuimos muy claros. También creo que hubo un error en el análisis al pensar que se podía acorralar o desautorizar a Chacho Alvarez y que ello no tuviese consecuencias. Eso es no conocer a Chacho. El problema no era con Chacho, era con la forma de hacer política... Y estábamos en condiciones de salir para adelante porque en eso el Presidente también tiene una clara convicción de que la corrupción no es un tema negociable. Pero creo que el cambio de Gabinete fue decidido en clave de interna y no de cara a lo que la sociedad esperaba y a lo que la Alianza necesitaba.
�¿De la Rúa se equivocó?
�Sí...
�¿Por qué cree que cometió este error, que ponen en crisis la Alianza y debilita al Gobierno?
�No lo sé. Creo que habrá escuchado voces que le dijeron que había que reafirmar su autoridad y lo llevaron a sobreactuar esa decisión contra el vicepresidente. Esas voces eran las que tenían la lógica de resolver la crisis con la pulseada, y la crisis no se resolvió. Siempre estuve convencido de que eso era un gravísimo error político y, bueno, las pruebas están a la vista.
�¿Cuál es el futuro del Frepaso?
�El futuro del Frepaso está vinculado con la Alianza, por eso tiene un fuerte compromiso y está conduciendo el Gobierno de la Ciudad. Está comprometido con el gobierno nacional y con su éxito, y con el de De la Rúa, pero claramente es un Frepaso que en esos compromisos de gobierno sostiene firmemente sus convicciones.
�También es un Frepaso que, a nivel del gobierno nacional, hoy tiene menos poder de decisión que nunca.
�Podemos decir que ésta es una situación no resuelta definitivamente: quedan tres años y medio de gobierno. El tiempo dirá si se avanza en un gobierno de la Alianza, en una dirección política determinada o hacia otra realidad.
�¿De la Rúa debería hacer nuevos cambios para equilibrar el Gobierno, para hacerlos más aliancista? 
�El Presidente va a dar cuenta de la situación en términos de Alianza que se viven en el ámbito nacional y creo que todos somos conscientes de que debe pensarse en la Alianza y no en otro esquema para poder salir definitivamente de la crisis.
�¿A qué se refiere cuando dice otro esquema? ¿A acordar con el peronismo?
�Si alguien pensara en esa hipótesis sería no sólo una vuelta al pasado imperdonable, sino una defraudación al voto popular. No lo creo posible y no creo que esté en la cabeza del Presidente...
�Bueno, usted también creía que el Presidente no le haría lo que finalmente le hizo al vicepresidente...
�Cierto. Yo apuntaba a un acuerdo entre ambos del cual salieran fortalecidos, al igual que la Alianza. Bueno... No haber tomado este camino significó que Chacho presentara la renuncia después de la jura de ayer (por anteayer) y la decisión presidencial. Pero yo tengo un fuerte compromiso, y creo que muchos van a mirar hacia la ciudad para ver a la Alianza. Hoy tuvimos una reunión de gabinete, la primera después de mi gira, y fue excelente. Surgió un fuerte compromiso con la Alianza de parte de todos los ministros, hubo un amplio análisis político. Yo sigo apostando a la Alianza, a pesar de la fuerte crisis en el gobierno nacional.
�¿Si se quiebra la Alianza a nivel nacional que va a pasar en la ciudad?
�Acá continuará la Alianza, que es lo que la gente votó y haremos un buen gobierno. En definitiva es lo que espera la gente. Si nosotros miramos en clave de interna política nos olvidamos de la gente y ella quiere que le solucionemos los problemas.

 

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