La polémica sobre cómo actuar en un caso de toma de rehenes volvió a plantearse ayer al producirse un robo con armas, más la privación de la libertad de la víctima, y la posterior detención de dos menores, uno de los cuales había participado en un recordado caso ocurrido en la localidad bonaerense de Victoria, en marzo de 1999. En esa ocasión, el chico había podido escapar gracias a la decisión de la jueza de menores de San Isidro María Piva de Argüelles (ver aparte), quien le facilitó la huida con el argumento de preservar la vida de una mujer y su hija, las que habían sido tomadas como rehenes, en una decisión que derivó en polémica. El menor que actuó en Victoria ahora cayó preso en Beccar. Según la policía, tenía ocho pedidos de captura por otros tantos delitos. Ayer, junto con otro menor, habían robado a un taxista, pero finalmente ambos fueron detenidos sin disparar un solo tiro y la víctima del hecho salió ilesa. Consultada por Página/12, la titular del Consejo Provincial del Menor y ex jueza de menores, Irma Lima, estimó que �ante un hecho como el de Victoria, seguramente hubiera resuelto lo mismo que la jueza� Piva de Argüelles. El episodio de ayer comenzó en Martínez, en la zona norte del Gran Buenos Aires, cuando dos jóvenes, uno de 15 y el otro de 16 años, le cerraron el paso a un automóvil Renault Clío y amenazaron con sus armas al conductor del vehículo. Los dos menores subieron al auto y llevaron al hombre, de 55 años, cuyo nombre fue mantenido en reserva, hasta una vivienda de la villa La Cava, donde lo dejaron encerrado mientras ellos se iban a realizar un robo. Antes de irse, los chicos le prometieron que una vez terminado �el trabajo� le devolverían el auto. Los dos jóvenes ladrones salieron a cumplir con su misión, pero su actitud resultó sospechosa para una comisión del Comando de Patrullas de San Isidro que los empezó a seguir. La detención, que se produjo en el cruce de las calles José Ingenieros y Sucre, fue sencilla y rápida, ya que los dos menores no ofrecieron ninguna resistencia, aunque el informe policial consignó que tenían con qué defenderse. Según la policía, en el auto encontraron un rifle Winchester 44,40, escondido en la funda de una raqueta de tenis, una pistola calibre 32 y chalecos antibala similares a los que utilizan las fuerzas de seguridad. El parte oficial hizo saber también que uno de los chicos había participado en el sonado caso de Victoria y que tenía ocho pedidos de captura, cuatro por fugarse de institutos de menores y otros cuatro por robo. El conductor del vehículo fue rescatado sano y salvo. Al parecer, durante la ausencia de los menores fue �custodiado� por algunos allegados que huyeron cuando la policía entró a buscarlo en la villa. Consultado sobre qué actitud tomar frente a un caso de toma de rehenes, la ex jueza de La Plata Irma Lima le dijo a Página/12 que se trata de �situaciones muy difíciles en las cuales uno tiene que decidirse por el mal menor�. Luego de aclarar que a ella, personalmente, no le tocó nunca actuar en un caso de este tipo, opinó que la jueza María Piva de Argüelles �seguramente hizo bien en querer preservar la vida de los rehenes y es muy difícil cuestionar su determinación�. Dijo que ante una cirunstancia similar �tal vez haría lo mismo, porque el valor de la vida es más importante que la defensa de los bienes materiales�. Lima sostuvo que �lo preocupante para todos deberían ser las causas de la violencia en los jóvenes y la búsqueda de soluciones sociales para que estos chicos nunca tengan que salir a robar�.
APARECIO UNA MUJER DESCUARTIZADA Y QUEMADA El cuerpo seccionado e incinerado de una mujer apareció ayer en Mar del Plata. El cadáver descuartizado, perteneciente a una mujer aún no identificada, fue encontrado por un niño de diez años en una zona conocida como La Pilarica. El lugar es un descampado ubicado a 9 kilómetros del centro de la ciudad y rodeado de pastizales, a la vera de un camino interno pavimentado que la une con la ciudad vecina de Miramar. El chico lo advirtió porque aún había fuego en el lugar y, según relataron voceros policiales, �olores nauseabundos�.
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