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�Televisión Registrada�, el lado
perverso de la patria televisiva

Cuando los famosos salen en �PNP� casi siempre festejan. Cuando es en el programa de América, suelen amenazar con abogados.

Gianola y Morgado conducen, Tino y Gargamuza son stars.
�Generamos reacciones muy fuertes�, dice el productor Diego Gvirtz.


Por Julián Gorodischer

t.gif (862 bytes) Los mismos famosos que se regocijan cuando aparecen en �PNP� (Telefé, martes a las 23) suelen amenazar con acciones legales cuando se los incluye en �Televisión Registrada� (América, lunes a las 22). El ciclo de América logra ahora desbancar al precursor, llegando cada vez más lejos en su crítica al medio. El blanco es esa fauna televisiva que provee cada semana renovados bloopers, actos fallidos e incoherencias sin disimulo. Mientras la dupla Raúl Portal/Mariana Fabbiani logra que Mirtha Legrand les dedique sus equívocos, el programa de Esteban Morgado y Fabián Gianola cosecha nuevos enemigos cada programa. �Estamos generando reacciones muy fuertes�, admite a Página/12 su productor Diego Gvirtz, y menciona algunos nombres a los que el programa ha hincado el diente: la misma Legrand, Mauro Viale, Eduardo Feinmann, Lita de Lázzari...
�TVR� desconoce las jerarquías que otorga la fama. Su bloque más festejado es protagonizado por dos criaturas animadas �Tino y Gargamuza� con un tono similar al de los estadounidenses Beavis and Butthead. Sólo que en vez de apuntar a las estrellas de rock, se conforman con figuras de segunda línea y conductores de la pantalla chica. Ese respeto cortés que tiñe las relaciones entre la farándula desaparece. Abre paso a un contragolpe que no se preocupa por sus consecuencias. En el último programa, y ante un supuesto anuncio de fin del mundo, Grondona �mostró el culo a cámara� (según planteó el relato de los personajes), y Susana Giménez �se devoró un tenedor libre íntegro�. 
En la �Escuelita de los famosos� �otro de los momentos de animación�, la maestra formula una pregunta sobre los usos que se le daría a un gigantesco lápiz: Ante Garmaz se le sienta encima; Florencia de la Vega dice que tiene el suyo propio; Antonio Cafiero pide una coima del 20 por ciento. Lo que está sucediendo, detrás de las bromas, es la mención a un imaginario extratelevisivo en torno a los famosos, que �como excepción� entra al sistema de la TV. Esa tibia ley que rige en el medio y garantiza silencios cómplices, gastes atenuados, desaparece y lleva todo a su extremo. ¿Qué otro se atrevería a bajarle los pantalones al Profesor de la Nación? �No nos manejamos con límites claros, más allá del buen gusto�, señala Gvirtz. �Tratamos de reírnos de lo que en algún momento nos indignaba. Somos críticos del menemismo, pero compartimos con ellos una ideología: nos cansamos de enojarnos y terminamos riendo.� 
La aparición de �TVR� despertó un fuerte enojo y amenaza de acción legal por plagio de parte de los Portal. De pronto, el monopolio de los programas de archivo encontraba un rival, que salía al aire un día antes y le �quemaba� los temas. Ahora, el fuerte contenido editorial de �TVR�, su postura radical, acentúa las diferencias. Y generan un consenso a favor, que se manifiesta en boca de los críticos invitados, quienes puestos a calificar �en un recurso interesante que impide al ciclo ponerse en rol de policía, y lo expone al juicio de terceros� no otorgan menos de 8 puntos. ¿El secreto? Salir a golpear mientras �PNP� sigue almibarado en sus bolufrases y los besorejas de Mariana Fabbiani. �Si bien somos dos programas del género de archivo, el nuestro es un noticiero que tiene a la actualidad como referente�, explica Gvirtz. �Lo de �PNP� son los bloopers y los errores. Si se enojaron es porque a todo monopolio le preocupa la competencia.�
Si tratan los mismos temas, �TVR� elige las zonas más ríspidas, agrega comentarios y sienta al personaje en el banquillo. Cuando el eje es Diego Maradona, el ciclo de Gianola y Morgado recorre, a través de �la canción de la semana�, los cruces de acusaciones entre el jugador y Daniel Passarella en torno a drogas, sexo e infidelidades. No hay eufemismos: el ídolo es contrastado con sus miserias. �PNP� elige un recorrido más emotivo por lo mejor del jugador y sus contradicciones (lo que todos saben y todos dicen), que apenas tiene valor de recopilación. En esos momentos, cuando la realidad se les superpone, queda claro que, más allá de que compartan un procedimiento, la diferencia entre los ciclos es una cuestión de escala.

 

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