Por Fernando Almirón
En el Congreso aseguran que para ellos �esto recién empieza�, ya que todavía falta que la Asamblea Legislativa apruebe la renuncia a la vicepresidencia que ayer anunció Carlos Alvarez. �Sería absurdo que fuera presidida por José Genoud, el enemigo del Chacho en el Senado por el tema de los sobornos�, apuntó con picardía un senador justicialista. Justamente éste es uno de los motivos que llevó al Gobierno a estudiar la salida de Genoud de la presidencia provisional del cuerpo. Una posibilidad que aprovechará el peronismo para poner en marcha una estrategia que evite el recorte de fondos destinados a las provincias, tal como lo prevé el proyecto de ley de presupuesto para el año próximo.
La idea, que tratarán de coordinar los mandatarios del PJ con Carlos Menem el jueves en el CFI, será condicionar su apoyo para que un hombre de la Alianza presida el Senado a que se modifiquen los capítulos del presupuesto que más perjudican a las arcas provinciales.
De la Rúa tiene dos semanas para convocar a la Asamblea, decidir quién presidirá el cuerpo y lo suplirá interinamente en la Casa Rosada antes de emprender viaje a España.
Ayer por la mañana, la continuidad del mendocino Genoud al frente de la presidencia provisional del Senado �con la renuncia de Alvarez, segundo en la línea de sucesión presidencial� fue tratada en una reunión reservada que mantuvo el presidente Fernando de la Rúa con el jefe del radicalismo, Raúl Alfonsín.
La sensación que prevalecía entre los senadores, tanto del radicalismo como del justicialismo, coincidía en lo inapropiado que resultaría que justamente Genoud, a quien Alvarez le pidió reiteradamente que diera un paso al costado renunciando a su cargo por verse involucrado en las denuncias por el presunto pago de sobornos a cambio de la aprobación de la reforma laboral, sea quien presida la sesión en la que se formalizará la salida de Alvarez de la vicepresidencia de la Nación.
La situación de Genoud, que hasta ahora resistió los embates destinados a desestabilizarlo, era al cierre de esta edición motivo de análisis en la quinta de Olivos a la que el senador habría sido convocado.
Los senadores justicialistas disidentes, entre los que se encuentran Antonio Cafiero, Héctor Maya, Alberto Rodríguez Sáa y Jorge Villaverde, consideran que el mendocino no debería estar presente cuando se trate la renuncia de Alvarez: �Sería una cachetada para los que promovimos investigar las denuncias de posibles sobornos, la confirmación de la decisión política de que acá no pasó nada�.
El peronismo se anticipó ayer al cambio que estaría preparando el Gobierno y convocó para este jueves a una reunión cumbre que, según le anunciaron a Página/12 dos altas fuentes del PJ, reuniría por primera vez a la mayoría de los gobernadores peronistas (el salteño Juan Carlos Romero estará en Rusia) con el jefe del partido, Carlos Menem. Esto implica que también asistiría al cónclave el gobernador bonaerense Carlos Ruckauf, quien hace unos meses reclamó la jubilación política del ex presidente.
El objetivo del encuentro será condicionar la designación de un nuevo presidente provisional del Senado de signo aliancista, el que contaría con el voto de la mayoría peronista a cambio de que el gobierno nacional modifique varios de los capítulos del proyecto de ley de presupuesto que ya fueron rechazados por los gobernadores del PJ al término de un encuentro que mantuvieron la semana pasada en la provincia de Formosa.
Los mandatarios justicialistas y sus senadores quieren aprovechar la cercanía en la relación que se ha entablado entre el presidente De la Rúa y Menem para evitar que la tijera del ministro de Economía José Luis Machinea recorte en profundidad los recursos que la Nación gira a las provincias.
De esta manera el justicialismo vería con buenos ojos la salida de Genoud, por la posibilidad de negociación que su renuncia habilita. Laestrategia que seguirá el PJ en la Cámara alta comenzará a ser debatida por el bloque este mismo lunes, e incluye intentar acercar posiciones con el grupo de legisladores peronistas disidentes para evitar fisuras en los acuerdos. Y olvidar por un momento las denuncias de sobornos en el Senado.
En el bloque radical también intentan bajar los decibeles del escándalo y por eso tampoco pondrán resistencia a la salida de Genoud y le pedirán a sus pares del justicialismo acallar otra de las voces que sostiene la vigencia del tema aceptando su pedido de renuncia: la del radical santacruceño Juan Ignacio Melgarejo que solicitó abandonar su banca cuando fue involucrado por el justicialista Emilio Cantarero en presuntas irregularidades en el tratamiento del proyecto de ley de hidrocarburos.
Entre los posibles reemplazantes de Genoud figuran el senador porteño José María García Arecha y el cordobés Luis Molinari Romero.
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