Por David Cufré
El equipo económico afronta un dilema: cómo actuar políticamente ante la crisis del Gobierno. Después de almorzar, a primera hora de la tarde, José Luis Machinea se reunió ayer con su círculo íntimo en un despoblado Palacio de Hacienda. En el señorial Salón de los Cuadros, el ministro estuvo junto a Pablo Gerchunoff, Miguel Bein, Mario Vicens y Daniel Marx analizando los pasos a seguir. Fue una larga charla, en la que abordaron temas tan diversos como la organización de su trabajo ahora que se ampliaron sus funciones, hasta qué postura asumir en relación a la renuncia de Carlos Alvarez. Machinea consultó a su asesor de imagen, César Mansilla, quien le recomendó extremar la cautela en sus declaraciones hasta tanto se aclare el panorama. Le dijo que la opinión pública está hipersensibilizada y que debe estructurar un discurso sólido y convincente.
Desde mañana, el equipo económico afrontará un máximo nivel de exposición, pues debe responder a la demanda presidencial de descomprimir la tensión con prontos resultados positivos en su área.
Una cuestión central que abordó Machinea junto a sus hombre fue cómo posicionarse en relación a Chacho Alvarez. El ministro llegó al cargo en buena medida gracias al apoyo del líder del Frepaso. Cuando la Alianza
ganó las elecciones del 24 de octubre y debía definir quien ocuparía el estratégico Palacio de Hacienda, Chacho fue uno de los más fervientes defensores de la figura de Machinea. Había tres candidatos para el cargo. Fernando de la Rúa recibía el consejo de Fernando de Santibañes de colocar allí a Ricardo López Murphy. El entonces presidente electo pensaba en Adalberto Rodríguez Giavarini, su primer secretario de Hacienda en el gobierno porteño. Y Chacho, junto a Raúl Alfonsín, impulsaban a Machinea. Su elección obedeció, finalmente, a que sintetizaba un equilibrio de fuerzas entre las pretensiones del radicalismo y el Frepaso.
Pero ahora que Chacho se fue, la situación es otra. A Machinea le preocupa que su otrora defensor se convierta en un dolor de cabeza. El ministro se siente en el medio entre dos fuegos. Si exagera su nuevo alineamiento con De la Rúa -quien le concedió super poderes al disolver Infraestructura, sacrificando para ello su relación de años con Nicolás Gallo-, teme que Alvarez profundice sus objeciones a la gestión que lleva adelante. El ex vice fue in crescendo sus pedidos de cambio de la política económica, aunque nunca buscó debilitar a Machinea. �Para consolidar nuestra posición, lo que debemos decir es que el alejamiento de Chacho no nos roza, hacer como si no pasara nada, y despegarnos de él lo más posible�, razonó en diálogo con Página/12 uno de los participantes de la reunión en el Salón de los Cuadros. �Pero corremos el riesgo de quedar ante la gente como enfrentados a Chacho, y eso puede ser contraproducente�, completó el funcionario.
Otra pieza en el tablero de ajedrez de Economía es Ricardo López Murphy. El ministro de Defensa aspira a quedarse con el lugar de Machinea. Y en su favor tiene el apoyo de padrinos políticos de fuste, como el influyente Enrique �Coti� Nosiglia �quien consiguió ascensos para Chrystian Colombo, Nicolás Becerra y Patricia Bullrich� y el ratificado De Santibañes. La amenaza latente de eventuales operaciones de ese dúo en contra suyo, es otro elemento que obliga a Machinea a desvincularse de la figura de Chacho. No quiere darles un motivo para que convenzan a De la Rúa de producir el recambio en Economía. Este tema también se analizó ayer en el Palacio de Hacienda.
�De los últimos 50 sábados, habremos trabajado 25�, dijo a este diario un estrecho colaborador de Machinea, en su intento por restar relevancia al encuentro. �Estuvimos analizando durante mucho tiempo los temas de Infraestructura�, agregó. En particular, repasaron el estado de las negociaciones del gobierno con los concesionarios de rutas nacionales, el correo, los operadores de trenes y Aerolíneas Argentinas. Gallo era el responsable directo de tratar esos asuntos, que ahora pasaron a la órbitade Economía. Colombo, el flamante jefe de Gabinete, dijo que también analizó esta cuestión en el encuentro que mantuvo ayer con De la Rúa.
Otro capítulo de la reunión del equipo económico estuvo dedicado al tema del presupuesto para 2001. Su tratamiento en el Congreso es el primer gran examen que deberá afrontar la Alianza luego de la renuncia de Chacho. Y no será fácil. El justicialismo anticipó su rechazo a varios puntos del proyecto oficial, como la reducción del subsidio al consumo de gas en la Patagonia y el aumento de impuestos a los combustibles en esa zona. Machinea comenzó a preparar ayer las futuras negociaciones con la oposición sobre este aspecto. �Tenemos que trabajar rápido. Ahora más que nunca estamos en el centro de la escena�, concluyó el informante de Economía, quien admitió que la tarea por venir no será nada sencilla.
Opiniones sobre la crisis |
Martín Redrado, presidente de la Fundación Capital.
�Ayer terminó el gobierno de la Alianza. Hoy comenzó el gobierno de Fernando de la Rúa. La nueva situación produce incertidumbre sobre la capacidad de gestión que tendrá el Gobierno de ahora en más, lo que no es bueno para los inversores. Habrá que ver cómo funciona el Congreso.�
Alberto Alvarez Gaiani, vicepresidente de la Unión Industrial.
�La crisis política tocó fondo y terminó con la renuncia de Carlos Alvarez. Durante los últimos días se vio que las áreas económica y política están claramente divididas. Machinea debe mejorar la recaudación, reducir el déficit fiscal y consolidar una imagen de país confiable para las inversiones.�
Guillermo Calvo, economista de la Universidad de Maryland.
�El Presidente no demuestra liderazgo ni claridad para tomar el toro por las astas. Hay una gran confusión porque De la Rúa pareciera no entender ni enfrentar los problemas. En lo económico, esto hace que no se sepa en qué dirección se irá. Es preciso dar un mensaje más claro del rumbo elegido.� |
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