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TRES PALESTINOS Y DOS ISRAELIES MUERTOS
La guerra es en todos los frentes

La tensión bélica entre israelíes y palestinos se propagó a la frontera norte del Estado, donde tres soldados hebreos fueron secuestrados por la guerrilla integrista libanesa de Hezbolá. Israel amenazó con represalias contra Líbano y Siria, mientras los palestinos destruían un lugar santo para los ortodoxos.


t.gif (862 bytes) Israel está bajo asedio. En los territorios palestinos, su ejército evacuó ayer la tumba de Josué, que fue saqueada por una turba palestina. La lista de muertos ayer en Cisjordania y Gaza era de dos israelíes muertos (uno desaparecido) y tres palestinos. Ocho israelíes fueron heridos (tres de gravedad) luego de un ataque con ametralladora contra un ómnibus. El premier israelí Ehud Barak advirtió que si los disturbios no terminaban en dos días, el proceso de paz sería suspendido. Pero Israel se enfrenta ahora a la perspectiva de una guerra exterior. Ayer la guerrilla libanesa Hezbolá (manifestando solidaridad con los palestinos) secuestró a tres soldados israelíes e hirió a tres más durante un combate en un sector fronterizo. El gobierno israelí denunció de inmediato a Siria, el poder de facto en el Líbano, de estar detrás del ataque. El viceministro de Defensa, Efraim Sneh, llegó a decir que si �Siria no concluye rápidamente esta agresión, será el blanco de nuestra respuesta�. Para nada intimidado, el canciller sirio, Faruk Al Shara, disparó que la acción del Hezbolá había sido �legítima�. Paralelamente, el Consejo de Seguridad condenó el �excesivo uso de la fuerza� de Israel. Estados Unidos se abstuvo. 
La caída y posterior saqueo de la Tumba de Josué fue la culminación de una crisis que ya se le escapó de las manos al gobierno de Ehud Barak. Es un lugar santo para los ultraortodoxos judíos y dentro funcionaba una escuela religiosa para judíos. Militarmente, era insostenible. Situada en el medio de la férreamente palestina localidad de Nablus, requería una guarnición constante de unos 10 soldados. Quedó completamente aislada luego de que el jueves comenzaran los disturbios. Era imposible suministrarla, a menos que una columna blindada se abriera paso a tiros. Fue esa consideración la que motivó al Estado Mayor israelí a no evacuar a un soldado que se desangraba de una pedrada, lo que significó su muerte. Ayer el premier Ehud Barak, en consulta con su Estado Mayor y el servicio secreto, decidió evacuar el santuario, �para impedir un mayor derramamiento de sangre�. Los israelíes afirman que la Autoridad Palestina garantizó �la integridad de esa construcción e impedir que la población palestina ingrese en ella�. Los efectivos de la policía palestina no lograron cumplir con la promesa y la multitud palestina destruyó la escuela religiosa judía que operaba dentro de la tumba. Unas horas más tarde, un ministro palestino aseguró que el líder palestino Yasser Arafat ordenó su reconstrucción. 
Pero la paciencia israelí ya se había agotado. �El hecho de que su policía, las fuerzas de seguridad, no hayan podido impedir que una multitud perpetrara un ataque brutal de un lugar santo, muestra que no tiene ningún control y constituye un fracaso total�, fulminó el viceministro Sneh a la CNN. El Premio Nobel de la Paz Shimon Peres consideró que el saqueo demostraba que no se le podía confiar ningún lugar santo a Arafat. El jefe del Estado Mayor, Shaul Mofaz, advirtió al palestino que el ejército intervendría en Cisjordania si no cesaban los ataques contra intereses israelíes. Barak, por su parte, amenazaba con suspender el proceso de paz en 48 horas si la violencia no cesaba. Paralelamente, el premier realizaba desesperadas tratativas para formar un gobierno de unidad nacional con el derechista Likud. Esta agrupación, que sólo se beneficia mientras empeora la crisis, no se muestra muy receptiva. Un comunicado ayer disparó que �el viernes, el gobierno cedió el Monte del Templo (en Jerusalén Oriental), el sábado, la tumba de Josué, mañana será cualquier lugar de Israel�. 
Ante un ejército israelí fijado en el levantamiento palestino, el Hezbolá aprovechó para asestarle un golpe inesperado y devastador a �la entidad sionista�. Una emboscada cerca de las Granjas de Sheba (un territorio reivindicado por Siria) resultó en la captura de tres soldados. Los guerrilleros afirman que la operación había sido planeada desde hace tiempo, pero fue adelantada �como homenaje a los mártires de la Intifada en Palestina�. Los combates que siguieron dejaron cuatro israelíes heridos, al menos 14 civiles libaneses heridos, dos refugiados palestinos muertos y 17 heridos. Hezbolá emitió un comunicado donde exigía la liberación de sus militantes en prisiones israelíes. Y aseguró que respondería a cualquier represalia israelí contra el Líbano golpeando a �los colonos (civiles) y soldados sionistas�. 
Esta crisis ya era muy seria, pero el gobierno israelí la agravó al amenazar con replicar contra los países que apoyan al Hezbolá. El viceministro de Defensa Sneh exigió públicamente que �el gobierno libanés haga todo lo posible para que nuestros jóvenes puedan regresar a casa, si no, golpearemos con toda nuestra fuerza�. Su jefe, Barak, amplió la amenaza al enfatizar que �el gobierno israelí considera que el Hezbolá y los gobiernos libanés y sirio son responsables de lo que suceda a esos soldados�. Todo esto no hizo más que compactar el frente anti-Israel. El canciller sirio Faruk Al Shara consideró públicamente que �lo que la resistencia nacional libanesa está haciendo es legítimo�. De su lado, el ministro iraní Kamal Kharazi advirtió contra �una aventura israelí en el Líbano� y ratificó �el apoyo de Irán a Siria y el Líbano ante las amenazas israelíes�. De los países árabes clave, Egipto (bajo presión de Washington y la ONU) todavía intenta actuar de mediador, pero ayer una manifestación de estudiantes contra Israel en El Cairo dejó 22 heridos. En Jordania ya se registraron disturbios. El ministro de Telecomunicaciones israelí, Binyamin Ben Eliezer, no tuvo dudas sobre lo que todo esto significaba: �Israel debe prepararse para una guerra�.

 

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