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EL MINISTRO DE EDUCACION, EL RADICAL HUGO JURI
“Soy un pragmático”

Es el sucesor de Juan Llach en el Palacio Sarmiento. Trata de plantear su gestión como una continuidad, pero prefiere no hablar del Pacto Federal Educativo. Apuesta a proyectos puntuales y considera que la introducción de nuevos criterios para aumentar los salarios docentes sólo será posible a partir de aumentos presupuestarios.

Por Nora Veiras

t.gif (862 bytes)  Hace trece días le propusieron reemplazar a Juan Llach en el Ministerio de Educación. Hace diez asumió y ya lo catalogan como un “viejo” integrante del gabinete nacional. El médico radical Hugo Juri, ex rector de la Universidad Nacional de Córdoba, encauzó el diálogo con sus pares provinciales y los gremios docentes, pero está asombrado por el huracán que envuelve al Gobierno. Se define como “un trabajador pragmático” y lo demuestra. No promete aumentos de presupuesto, dice que se puede avanzar en proyectos como el voluntariado universitario para ayudar a los chicos con problemas escolares y anuncia que va a llamar a los “grandes empresarios para pedirles que lleven la electricidad a las 1600 escuelas que todavía no disfrutan de ese descubrimiento del siglo pasado.
–Al asumir dijo que confiaba en la Alianza. ¿Sigue confiando?
–Absolutamente. No sólo en la Alianza sino también en el programa de la Alianza que es el que queremos llevar a cabo desde el Ministerio de Educación. En este ministerio participan miembros de la Alianza.
–¿Quiénes son del Frepaso?
–Mi jefe de gabinete de asesores es Daniel Barraco que pertenece al socialismo popular. No ha venido aquí por razones políticas sino por su capacidad personal, pero es un activo militante de la Alianza. Pero, además, aunque no hubiera ninguno, el espíritu de este Ministerio de Educación está consustanciado con el programa de la Alianza.
–Usted remarca que la Alianza es para la educación, entre otras cosas, pero el 61 por ciento de la gente según la última encuesta de Gallup considera que el sistema educativo debe tener modificaciones fundamentales. Hace diez meses que están en el gobierno, ¿por qué cree que es tan pronunciada esa demanda?
–A la gente le interesa el tema educativo porque no está bien la educación en la Argentina. Se han tenido buenas intenciones, pero no se han previsto los resultados que se iban a obtener. Por ejemplo en la transferencia de las escuelas a las provincias, se hizo un Pacto Educativo que no se está cumpliendo igual en cada provincia. A los padres obviamente les preocupa eso, saben que el país debe tener una sola educación, que no tiene que haber una educación diferenciada en una provincia pobre de una rica. La ventaja que tenemos la gente que estamos en educación es que la demanda viene de la gente, no de los técnicos. La gente sabe muy bien qué le hace falta y lo exige. A la gente no le interesan los nombres sino el resultado. Vamos a apuntar hacia los resultados específicamente.
–¿Cuáles son los planes que está elaborando con Trabajo?
–Con Trabajo y Desarrollo Social estamos hablando sobre cuál es la situación de los chicos cuando salen de la escuela. No tiene sentido, sobre todo en los sectores más desprotegidos, realizar innovaciones pedagógicas si cuando salen no tienen quién los ayude con los trabajos en la casa, no tienen contención social. Ahí pueden trabajar muchísimo los estudiantes universitarios, ellos están dispuestos a hacer un voluntariado nacional. Una de esas maneras es hacer la atención responsable de determinados chicos.
–¿Cómo sería?
–Alguien los tiene que ayudar a estudiar; los estudiantes universitarios están proponiendo un voluntariado dentro de su carrera, ya sea en una organización no gubernamental, ya sea trabajando para el Estado. Este es un elemento de alto impacto. No sólo es una injusticia social la diferencia educativa que hay geográficamente y económicamente sino que un país no puede progresar sino tiene una educación homogénea nivelando para arriba. El millón de estudiantes universitarios puede actuar para terminar con las inequidades del pasado y con las nuevas también al mismo tiempo.
–¿Cómo puede el sistema educativo contribuir a una mayor equidad si desde lo económico no se avanza en ese sentido?
–Lo económico es esencial para resolver muchos de estos problemas. Tenemos 500 millones de dólares que hay que tratar de traducir en acciones de máximo impacto. La escuela media es uno de los sectores más vulnerables. ¿Qué parte? Los primeros años por la alta deserción y la disparidad de aplicación de la reforma de la media. A veces construir unas cuantas aulas resuelve problemas de fondo. También es necesario un acuerdo con las provincias que invierten enormes sumas en educación, para discutir mejoras presupuestarias y conseguir fondos externos. Si uno elabora proyectos racionales y razonables, es mucho más fácil discutir presupuestariamente. Es difícil a esta altura discutir el presupuesto 2001. Ahora, si los gobernadores justicialistas van a negociar una modificación presupuestaria, ahí también podemos trabajar con los ministros de Educación de las provincias para que exijan a sus gobernadores que la educación sea tan prioritaria como se manifiesta públicamente: en los fondos.
–En el proyecto de presupuesto para el 2001 hay una reducción del presupuesto educativo...
–Es una reducción de 2,4 por ciento, son 48 millones de pesos. Nosotros lo estamos peleando a nivel de gabinete.
–Usted se refería a la Alianza para la educación... pero según los cálculos que hacía el ex ministro Juan Llach hay un déficit de 4200 millones de dólares anuales para cumplir con la inversión prometida...
–La ley planteaba duplicar el presupuesto, pero nunca se hizo. Lo que no queremos ahora es acordar cosas que no se puedan cumplir.
–Con respecto de un Pacto Federal Educativo, se reunió con José Bordón la semana pasada, ¿se avanzó en ese sentido?
–Hay una mayoría de puntos en los que estamos de acuerdo y en los que no hay diferencias económicas. Hay otros que no estamos en condiciones de cumplir que son solicitudes de fondos al Estado nacional.
–¿Cuáles son los puntos de acuerdo?
–Las necesidades de la formación docente, de una homogeneización de los conocimientos de las escuelas medias de todas las provincias. Hoy es muy difícil que un estudiante de una provincia se pueda pasar a otra porque los planes de estudio son diferentes. ¿Qué vamos a hacer con las escuelas terciarias? ¿Cuál va a ser la colaboración entre las universidades públicas y privadas y los terciarios? ¿Cómo promover terciarios con rápida salida laboral, pero que a la vez puedan insertarse en las universidades? Tenemos la mitad de los estudiantes de nivel terciario que deberíamos tener de acuerdo al número de habitantes comparado con los países desarrollados. Hoy tener conocimientos de nivel terciario era lo que hace veinte años era tenerlos de secundario.
–¿Va a continuar con el Instituto de Financiamiento Educativo?
–Sí, pero vamos a hablar con las empresas para que pongan más dinero porque ha entrado muchísimo menos dinero del esperado. Hay 2,4 millones de pesos que están comprometidos, lo cual no es para nada significativo.
–¿Cómo va a convencer a los empresarios?
–Una de las cuestiones es darles un proyecto. Yo voy a llamar a las grandes empresas para preguntarles si están dispuestas a poner luz en todas las escuelas. La electricidad es una revolución de hace 100 años... Hay 1600 escuelas sin luz y 1800 sin agua. Esa obra no impacta sólo sobre la escuela sino también sobre toda la población.
–Estuvo reunido con Ctera. ¿Usted cree que hay que modificar los estatutos docentes para llevar adelante una reforma educativa?
–Ellos están de acuerdo con una reforma educativa, con racionalizar... ésa no es una palabra mía, la estoy escuchando.
–¿Dónde la escucha?
–No sólo de los economistas, parece que se les ha pegado a todos los argentinos. Adecuar los cursos de formación docente que son una anarquía. También nos vamos a juntar con los ministros. Hay acciones en la educaciónmedia y terciaria que podemos tomar en conjunto con los gremios, con los ministros y con las universidades nacionales.
–Muchas veces se ha dicho que la antigüedad tiene demasiada incidencia en el salario docente y se han intentado poner otras variables...
–Al igual que en las universidades, estamos de acuerdo en poner pautas objetivas para distribuir los aumentos presupuestarios, los aumentos. Pero con presupuestos restringidos llegar a experimentar con determinadas pautas que pueden significar rebajas salariales no es razonable. Esto no quiere decir que yo no esté de acuerdo con que la gente se capacite más y la gente que haga mayores sacrificios gane más. Quiero decir que en un país en donde no está creciendo el presupuesto introducir nuevas incertidumbres no nos beneficia. No es quietismo ni nada por el estilo.
–Esto quiere decir que, en el caso del presupuesto universitario, Educación no va a retener 300 de los 1800 millones de pesos como había propuesto Llach.
–Yo estoy pidiendo que no y si no se resuelve a nivel de gabinete tengo entendido que los diputados de la Alianza lo van a volver a modificar.
–¿Se va a realizar la evaluación a los docentes?
–Tenemos que discutir si se hará antes de fin de año. Todavía no sé, ahora van a decir que soy “tiempista” como me han definido...
–¿Usted cómo se definiría?
–Yo soy un trabajador, muy práctico, pragmático en el buen sentido de la palabra. A veces se malentiende como alguien que no tiene ideología. En este caso pragmático es por ejemplo que, si nos tenemos que sentar con los ministros justicialistas y ellos tienen una buena idea, se la vamos a aceptar.

Ping-pong
–¿Fernando de la Rúa?
–Es un presidente con una larga y exitosa historia como legislador y como administrador. Siempre respetado por su honestidad y transparencia.
–¿Chacho Alvarez?
–Es una persona de principios, impulsiva y con un gran futuro.
–¿Raúl Alfonsín?
–La persona que a mí y a mi familia nos convenció para volver y quedarnos en el país.
–¿Carlos Menem?
–Un ex presidente simpático.
–¿Domingo Cavallo?
–Un buen técnico.
–¿De la Sota?
–Un buen gobernador con mucha experiencia política en Córdoba.
–¿Machinea?
–Es un académico serio en un puesto muy difícil que ha logrado consenso en los diferentes sectores del poder.
–¿Ruckauf?
–Soy del interior, no lo conozco mucho. Sí he tenido oportunidad de ver que tiene muy buenos colaboradores como (José) Bordón.

 

 

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