Por
Mariano Blejman
Los dueños de la idea aseguran que la aventura no tiene antecedentes
en el mundo entero: una radio que sólo se escucha en los vagones
y andenes de algunos trenes de Buenos Aires. Lo de FM Tren en realidad
es más bien una formalidad, ya que la radio no se emite por frecuencia
modulada, sino que se escucha entre rieles, a través de un parlante
que decodifica la señal emitida desde el centro de la ciudad. Tiene
cerca de 500.000 oyentes/ pasajeros por día y pertenece a José
Dercie y Luis Fernando Real, dos inversores que vienen del rubro gastronómico
se dedican al comercio de comida rápida también en
las estaciones de tren y pretenden invertir dos millones de dólares
hasta el 2001. El negocio, valga la metáfora fácil, va sobre
ruedas. La radio emite desde el 10 de enero de este año en modo
de prueba y puede escucharse por las máquinas que recorren las
vías de TBA en sus líneas que van de Retiro al Tigre, José
León Suárez, Bartolomé Mitre y Sarmiento. No se puede
apagar ni se puede cambiar. Además, sube de volumen cuando el ruido
sube. Es el sueño de todo emisor: ser escuchado a toda costa.
Queremos ser el walkman del pasajero del tren, lo cual es toda una
responsabilidad, explica Oscar Martínez Zemborain, director
de la radio. Tenemos un gran desafío: intentamos hacer una
programación para un oyente que dura entre 7 y 50 minutos arriba
del transporte, que ya se informó en la mañana, que probablemente
va leyendo el diario y que necesita información de servicios o,
justamente, de transporte, analiza. La programación de la
radio tiene 20 horas diarias que buscan de alguna manera la difícil
participación del oyente. Comenzamos a hacer algunos concursos
al aire y era sorprendente cómo la gente llama desde el tren por
el celular, o bajan del vagón y llaman desde un teléfono
público, o anotan el teléfono, llegan a su casa y llaman
desde allí. Y después vienen hasta el centro a buscar las
entradas que se ganaron. Para ello, sin embargo, no hay tren que
valga: la radio está ubicada en San Martín y Corrientes
en pleno centro de la ciudad y cuenta con un personal de más de
30 empleados. Muchos oyentes suponen que la emisora pertenece a Trenes
de Buenos Aires, la empresa concesionaria del ferrocarril, con lo que
presuponen a la emisora como la voz oficial de la empresa. Sin embargo,
la radio cuenta con capitales independientes y su objetivo como
suelen querer todas las radios es ser creíble. Uno de los
mayores deseos de los responsables es que la radio sea confiable aun en
lo que respecta a información sobre TBA. Si TBA necesita
comunicar algo, lo solicita a FM Tren y nosotros lo damos a conocer por
el sistema. No es un medio de comunicación interno de la empresa,
sino que genera un sistema de seguridad adicional al oyente/pasajero que
elige el transporte y no el medio. Nosotros llamamos a los acontecimientos
por su nombre, explica Zemborain. Si hay un accidente tratamos
de informarlo, si hay demoras las avisamos inmediatamente, incluso chequeamos
la información que nos emite TBA.
La programación trata de cubrir varias áreas. Ofrece noticias,
información de servicios, y para los próximos meses intenta
incorporar al aire micros breves sobre salud, fútbol, cine, folklore,
relatos sobre Buenos Aires y los distintos pueblos que recorre el ferrocarril.
La música pretende ser amable y abarcativa de todos los ritmos,
porque el público del ferrocarril es sumamente heterogéneo,
explica el director. Si bien todavía no ha comenzado a desarrollarse
la etapa publicitaria, los inversores tienen claro el proyecto: Hicimos
un estudio y sabemos que el mayor porcentaje de vecinos de los partidos
se nuclea cerca de las estaciones de tren, por lo tanto ya tenemos abarrotado
el fax con información que viene desde los municipios y de los
Centros de Gestión y Participación, explica José
Dercie.
Entre los profesionales con cierta trayectoria a cargo de las áreas
clave del proyecto, están Alejandro Pont Lezica y Gerardo Pacheco,
responsables de la programación musical, Angeles Martínez
Zuviría a cargo de la producción ejecutiva y Pepe Martínez
Cano, que conduce la comercialización. La radio anda, pero todavía
le falta un buen tramo por recorrer. De los aproximados 500 vagones tan
sólo 50 tienen instalados los decodificadores y la señal
en algunos momentos se pierde. Sin embargo, Zemborain es optimista: Los
medios sobre los transportes van a ser la próxima revolución
en materia de comunicación.
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