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UN PROGRAMA ESPECIAL SOBRE EL PINTOR FRANCIS BACON
�Me encanta que me odien�

Canal á emitirá el lunes una larga entrevista al revulsivo artista muerto en 1992, que llenó su obra de cadáveres, mutilados, y retorcidos.

Bacon tenía un evidente interés personal por las malformaciones.
La entrevista lo retrata como talentoso, estrafalario, sádico, perverso.


Por Mariana Enriquez

t.gif (862 bytes) Francis Bacon fue tan conocido por su enorme talento como pintor como por sus excentricidades. Dueño de una ironía rayana con la perversión y la crueldad, de gustos morbosos y hábitos metódicamente hedonistas (durante más de 20 años visitó el mismo pub de Soho donde se emborrachaba alegremente, para terminar sus noches en el casino del barrio apostando a la ruleta), su fama de sádico llegó a su pico máximo cuando en 1971 su amante y principal modelo, George Dyer, se suicidó en una habitación de hotel, aparentemente llevado a una espiral de locura gracias a su convivencia con el pintor (relación que quedó plasmada en el film El amor es el diablo, de John Maybury). Por eso, quizá, es igualmente interesante ver a Bacon hablar que internarse en el oscuro mundo de sus pinturas. El lunes a la 1, las 7, las 13 y las 18.30, Canal á emitirá una extensa entrevista de 1985 al pintor británico fallecido en 1992, que permite no sólo comprender sus imágenes, sino verlo en acción.
�Me da satisfacción que la gente odie mis pinturas, que le parezcan horribles. Debe haber algo en ellas si es así. Muchos creen que mis pinturas son imágenes de horror, pero yo no puedo competir con lo que sucede en el mundo real. Puedo tratar de recrearlo, es cierto: por eso creo que mis pinturas son realistas�, dice Bacon en un tramo de su entrevista. Se está refiriendo a sus repetidos estudios de la carne humana, a los cuerpos retorcidos y aparentemente destrozados y mutilados que aparecen en su obra. Su principal inspiración eran las fotografías de cuerpos en movimiento que realizó Muybridge en 1887. Siempre morboso, Bacon explica que �sobre todo me interesaron las series de Muybridge sobre cuerpos deformes. Y los cadáveres siempre me gustaron, sobre todo las reses, colgadas en las carnicerías. Los colores son asombrosos, realmente bonitos�. De igual manera acerca de su obsesión por las bocas, notable en su obra maestra �Estudio según el retrato del papa Inocencio X realizado por Velázquez�, dice �hace mucho en París me compré un libro sobre enfermedades bucales que tenía fotos preciosas. Las bocas son como un Turner. Tienen esas vibraciones y esos colores. Siempre pensé que podría pintar una boca con la misma estética de los paisajes de Monet, pero nunca lo logré. Mis bocas son por lo general negras�.
Bacon, pintor sin entrenamiento académico, odiaba que se lo definiera como expresionista. El expresionismo supone la proyección de las emociones del artista en determinadas acentuaciones de la obra. Es por lo tanto un arte idealista que transmite un mensaje acerca del significado del mundo. Bacon no podía estar más lejos de esto. �No leo mis pinturas. No sé lo que significan, no tengo una historia que contar ni siento nada cuando pinto. No hay nada que sentir. Me gusta la rigidez de la imagen, el shock: me gustaría que mis pinturas tuvieran el mismo efecto inmediato que la foto de un animal salvaje después de una cacería. Peor no sé los significados: no quieren decir nada, sólo lo que la gente lee en ellas.�
La entrevista que emitirá Canal á tiene varios escenarios: el estudio de Bacon, donde trabajó durante 23 años, con las paredes manchadas y en completo desorden (�sólo puedo trabajar en el caos�), un bar donde el pintor se emborracha notablemente con el periodista y el Colony Bar, lugar de parada habitual del pintor y sus amigos. Y si bien evita hablar de su relación con Dyer en profundidad, no tiene problemas en referirse a sus preferencias sexuales. �El mejor pintor de la carne femenina es Ingres. Si no amás a las mujeres no podés pintar algo tan hermoso como �El Baño Turco�. Mi actitud es distinta, porque a mí me gustan los hombres: la carne masculina es muy interesante, me gusta la calidad de esa carne. Los dibujos de Miguel Angel en este sentido son insuperables: le aplicó a la carne del hombre voluptuosidad.� Y tampoco tiene inconvenientes, durante el tramo inicial, a criticar a sus contemporáneos como �el espantoso Jackson Pollock, que para los norteamericanos es un héroe�, o a Rothko, �son las obras más deprimentes que he visto�.

 

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