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Una banda de ladrones sembró 
a Flores de pánico y de heridos

Entraron a robar en el correo. En la huida dispararon a mansalva: resultaron heridos un policía, tres mujeres y un lustrabotas.

El helicóptero que trasladó a uno de los heridos en Flores.
Las cinco personas alcanzadas por las balas fueron hospitalizadas.


t.gif (862 bytes) Un policía y cinco civiles fueron baleados ayer por una banda de ladrones que robó una sucursal del Correo Argentino del barrio porteño de Flores y que, cuando escapaba, disparó a mansalva contra la gente que caminaba por la cuadra. El episodio generó pánico entre los vecinos del lugar. Resultaron heridos un lustrabotas que trabajaba a pocos metros del local asaltado y otras cuatro personas, tres de ellas mujeres, que transitaban por la zona. Todos debieron ser hospitalizados, con cuadros de distinta gravedad: uno de ellos sufrió la fractura de la cadera a raíz del impacto de un proyectil.
El hecho ocurrió alrededor de las 16 en la sucursal del Correo Argentino situada en Artigas 42, a metros de la zona comercial que se extiende sobre la avenida Rivadavia y frente a la plaza principal de Flores. Tres asaltantes, aparentemente apoyados por otros dos desde un automóvil, entraron a la oficina postal. Dos se quedaron en la puerta y el tercero amenazó a diez empleados y al agente que estaba de consigna, a quien le robó el chaleco antibalas y el arma reglamentaria. Los ladrones se apoderaron del dinero de la recaudación del día, aproximadamente seis mil pesos, y salieron del local luego de advertir a los presentes que no los siguieran.
Pero cuando salieron a la vereda, empezaron a correr por la calle Yerbal y a disparar en dirección al correo, lo que generó pánico entre los vecinos y peatones que circulaban por la cuadra, según precisaron fuentes de la comisaría 50ª. 
A raíz de los balazos, el policía que estaba de custodio y cinco civiles que caminaban por la cuadra resultaron heridos y debieron ser hospitalizados. El agente recibió un balazo en un pie y fue trasladado al hospital policial Churruca, donde ayer por la tarde se encontraba fuera de peligro. Un lustrabotas que trabajaba en la vereda del correo, otro hombre y tres mujeres también fueron alcanzados por las balas y fueron internados en los hospitales Alvarez y Piñero. 
Una de la heridas, explicaron las fuentes, es una mujer de 53 años, de nacionalidad boliviana, que recibió un balazo en la cadera que le provocó una fractura, por lo que su estado era grave. 
Respecto de la banda, los voceros dijeron que estaría integrada por entre tres y cinco personas, dos de las cuales habrían apoyado el asalto desde un Renault 19 bordó, que varios testigos aseguraron haber visto estacionado en la esquina de Artigas y Yerbal. Tras el asalto los ladrones huyeron en distintas direcciones y uno de ellos habría llegado a abordar un taxi, agregaron las fuentes. En la cuadra del correo, los investigadores secuestraron gran cantidad de vainas calibre nueve milímetros. 
Policías de la comisaría 50ª intentaban localizar a la banda en Flores, aunque hasta anoche no habían dado con ninguno de sus integrantes. La investigación quedó a cargo del juez en lo Criminal de Instrucción porteño que se encuentra de turno, Ricardo Warley. 

 


 

POR LA MUERTE DE UN PROFESOR DE PADDLE
La Federal obligada a pagar

En un fallo inédito, la Policía Federal fue condenada a pagar 190 mil pesos en concepto de indemnización por la muerte de un profesor de paddle, que fue atropellado cuatro años atrás por un auto robado en el que escapaban tres ladrones, perseguidos por un vehículo no identificable de la fuerza. El juez Roberto Torti encontró civilmente responsable a la Federal por no haber �extremado las precauciones� en la persecución para evitar daños a terceros. Puntualmente, el magistrado cuestionó que el móvil policial no hiciera sonar la sirena ni utilizara balizas para prevenir a los peatones, teniendo en cuenta que la zona en la que tuvo lugar la persecución �calles céntricas del barrio porteño de Flores, en horas de la tarde� era muy concurrida. 
La condena alcanzó al Estado nacional, el Ministerio del Interior y a la Policía Federal, que deberán pagar a la familia de Adalberto Blumtin la suma de 40 mil pesos por daño patrimonial y 150 mil por daño moral, más los intereses acumulados desde el día de la tragedia, 3 de junio de 1996. La Policía Federal ya apeló el fallo y también lo hará en los próximos días el abogado de la querella, Esteban Mazante, aunque por motivos distintos que la fuerza: considera que el resarcimiento económico dispuesto por el magistrado está muy por debajo del reclamado, que era de 1.200.000 pesos.
La novedad del caso radica en que hasta el momento la Policía Federal había sido condenada en casos de accidentes en los que había tenido un protagonismo directo, por ejemplo cuando un patrullero atropella y provoca la muerte de un peatón. En esta oportunidad, el nexo fue indirecto. Adalberto Blumtin murió a los 28 años, luego de 36 horas de agonía, tras ser aplastado contra una pared por un Fiat Uno negro, que había sido robado minutos antes a pocas cuadras del lugar, en Gregorio Laferrère al 2300. El vehículo robado, en el que se trasladaban tres ladrones, era perseguido por un auto no identificable de la Policía Federal.
�La culpa de la muerte de Blumtin fue de la Policía Federal, porque persiguió a los ladrones sin sirena. Si Blumtin hubiera escuchado la sirena, quizás se hubiese salvado�, fundamentó al demandar a la fuerza, en octubre de 1997, el abogado Alberto Calandrino, quien representaba en aquel momento a la familia del profesor de paddle. �El lugar donde ocurrió el hecho era transitado y los policías actuaron sin recaudos�, fundamentó luego Mazante, cuando en 1998 amplió la demanda civil y reclamó más de un millón de pesos de indemnización. Blumtin practicaba tenis desde los 9 años en el club Ferro Carril Oeste. En el momento en que fue atropellado, regresaba de dar clases de paddle. Un año después de su muerte, los ladrones fueron condenados sólo por robo �y no por homicidio simple como reclamaba la familia de Blumtin� a cuatro, siete y ocho años de prisión.

 

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