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La UIA presentó el �Libro negro de los gurúes�

Los industriales brindaron una respuesta audaz, creativa e irónica a aquellos que los critican desde la ortodoxia de la city. Detallaron los sucesivos yerros de Broda, Artana, Guidotti y Rodríguez.

Miguel Angel Broda, consultor.
Dardos irónicos de la UIA.

Ignacio de Mendiguren, secretario
de la UIA. Impulsor de la idea.


Por David Cufré
Desde Mar del Plata

t.gif (862 bytes) �No hay que preocuparse porque cuando se acaben las privatizaciones, la deuda (pública) también comenzará a acabarse�, pronosticó el economista Miguel Angel Broda en mayo de 1991. �Qué pasó en estos diez años�, se preguntó ayer José Ignacio de Mendiguren, secretario de la Unión Industrial. �Durante los 90 se privatizaron todos los activos del Estado, y sin embargo la deuda pública creció en 145 por ciento y hoy alcanza a 140 mil millones de dólares�, se respondió. Este es uno de los ejemplos que integran el �Libro negro de los gurúes�, preparado por el número dos de la central fabril. Su lectura, ante un auditorio de industriales ansiosos por escucharla, fue una de las notas salientes del segundo día de la Conferencia Industrial. 
De Mendiguren eligió como argumento central para reclamar cambios en la política económica la confrontación directa con quienes más critican las posturas de la UIA. �Los que se han equivocado tanto en recomendar medidas a los gobiernos hoy nos acusan de ahuyentar las inversiones porque hablamos del Compre Nacional�, enfatizó el dirigente fabril, quien también es director del Banco Nación. �Sólo se puede entusiasmar a los inversores externos si primero se logra entusiasmar fervientemente a los argentinos�, completó, en uno de los párrafos más aplaudidos de su exposición. Algunos de los ejemplos del �Libro negro de los gurúes� que se expusieron ayer son los siguientes:
�De Miguel Angel Broda, uno de los amigos de la industria�, ironizó De Mendiguren: �Está claro que Salinas de Gortari es el modelo. Es un economista profesional, graduado en Harvard y ahora es el presidente que está modernizando México�, afirmó el economista en mayo de 1991. �La realidad mostró que México bajo las políticas de Salinas de Gortari �retrucó el industrial� entró en un caos social y económico, con estallido del tipo de cambio y de precios. Salinas de Gortari estuvo prófugo por corrupción y tiene el descrédito de todos los mexicanos.�
�Nuestra proyección es del 2,8 por ciento, pero eso no quiere decir que el crecimiento que estima el Gobierno del 5 por ciento sea imposible�, dijo también Broda en diciembre de 1998, respecto de la evolución del PBI en 1999. �El año pasado la economía decreció 3,5 por ciento. Le erró por más de seis puntos�, se burló De Mendiguren.
�Hay que terminar con la falacia del dumping: el dumping beneficia a los consumidores�, sostuvo el economista jefe de FIEL, Daniel Artana, en 1991. �El dumping destruyó la industria y aumentó a niveles record la desocupación�, dijo el dirigente de la UIA.
Pablo Guidotti, secretario de Hacienda de Roque Fernández, en junio de 1999: �El real se estabilizará en un valor de 1,6 por dólar y Argentina no tendrá problemas de competitividad con Brasil�. �El real está en un valor de 1,85 por dólar y jamás volvió a cotizar en valores de 1,6�, dijo De Mendiguren.
Carlos Rodríguez, jefe de asesores de Roque Fernández, en setiembre de 1998: �Brasil no va a devaluar. Para eso tienen las reservas, para perderlas en los momentos de duda del mercado. Brasil no es Rusia�. La devaluación se produjo cuatro meses más tarde.
�No hay que preocuparse por la devaluación nominal brasileña, pues la inflación consecuente licuará sus efectos�, afirmó el mismo Rodríguez tras el derrape del real. �Brasil devaluó más de 60 por ciento y la inflación brasileña fue menor al 10 por ciento�, aclaró De Mendiguren.
�Rodríguez también pronosticó la huida de las inversiones de Brasil. Pero después de la devaluación, Brasil se convirtió en el tercer país del mundo, detrás de Estados Unidos y Alemania, en recibir inversiones�, concluyó el industrial.

 


 

EDUARDO CASULLO, DE LA ADUANA
Con el colador en la mano

Por D.C. 
Desde Mar del Plata

�Se dice que la Aduana es un colador. Espero que me ayuden para que el año que viene tenga menos agujeros�, exhortó ayer a los industriales el director general de Aduanas, Eduardo Casullo, mientras sostenía en lo alto, justamente, un colador. Con la humorada, el funcionario pretendió demostrar que conoce las críticas a la tarea del organismo, que él mismo reconoció. �Estamos trabajando para ser realmente eficientes�, se defendió. Consciente de que conduce una de las áreas más cuestionadas de la administración pública, Casullo anticipó ayer aquí que la próxima semana anunciará siete medidas para combatir el contrabando de combustibles, con lo que espera reducir la evasión en 250 millones de pesos.
Además de agitar el colador, rompiendo con la formalidad de lo que son las exposiciones en el seminario de la UIA, Casullo eligió puntualizar las mayores falencias de la Aduana. Fue para demostrar que acepta las críticas de los industriales, que a lo largo de los paneles se repitieron una y otra vez. Pero en su favor también enumeró una larga lista de medidas que ha implementado en su gestión. 
�Comprendo que a medida que pasa el tiempo mi responsabilidad por mostrar resultados va creciendo. Pero les aseguro que el gobierno ha encarado el combate al contrabando como una política de Estado�, enfatizó. �El presidente de la Nación me llama todas las semanas a mi celular para preguntarme en qué estamos trabajando�, dijo a modo de ejemplo.
Casullo reiteró que se está terminando de implementar un programa de medidas que �en tres años nos permitirá poner a la Aduana en un nivel de excelencia�. �Les pido que nos señalen las áreas que debemos mejorar�, insistió ante el auditorio de industriales. Respecto del proyecto de ley que se analiza en el Congreso para crear la policía aduanera, el funcionario afirmó que �vamos a proponer cambios muy fuertes, porque creemos que se puede mejorar�. También indicó que en los próximos días se incorporarán a la Aduana entre 12 y 15 scanners para controlar el ingreso de mercaderías en los puestos fronterizos �más complicados�, entre los que incluyó al puerto de Buenos Aires.

 

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