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![]() Es indudable que el ataque encierra beneficios para Washington. Desde hace más de dos años el gobierno norteamericano intenta crear un frente regional para aislar e incluso intervenir contra las FARC. Su principal argumento es el peligro de un derrame de la guerrilla a los países vecinos. Sin embargo, luego de recibir diferentes grados de rechazo en las capitales regionales, la Casa Blanca priorizó la ayuda al gobierno colombiano, que se cristalizó en los 1300 millones de dólares del Plan Colombia aprobados a mediados de este año. Todos los países vecinos reforzaron la frontera ante la perspectiva de una intensificación de los combates y un éxodo de guerrilleros, paramilitares y narcos. Ecuador, con su ejército desmoralizado y escaso de fondos, fue siempre uno de los más vulnerables. El año pasado se habían secuestrado 12 extranjeros cerca de la frontera. Después el frente se mantuvo el calma. Pero ahora se confirma la vulnerabilidad esencial de Ecuador. Tuvo una cierta lógica que ayer las víctimas de una guerra trasnacional fueran los empleados de una compañía trasnacional. La zona donde trabajaban era tierra de nadie. Pozos petroleros rodeados de selva, el �Bloque 16� de Repsol no contaba de ninguna presencia militar ecuatoriana. Una vez que el grupo colombiano penetró la frontera (a sólo 50 kilómetros de distancia), el secuestro en sí no presentó ninguna dificultad. Incursionaron primero sobre las �facilidades de producción� Norte y Sur. Al no encontrar ningún extranjero, se trasladaron al pozo �Ingeniero Ginta y Amo�. Además de los empleados de Repsol, también había auxiliares de las compañías HP (de investigación sísmica) y Aeromaster, propiedad del ciudadano argentino Roberto Damone. No hubo violencia. El ejército ecuatoriano informó que �trataría� de rescatar a los rehenes y Repsol afirma que está manejando la situación con ellos. Pero una fuente de la compañía reconoció que los secuestrados ya podrían estar en Colombia. El embajador argentino confesó que �no sabemos a dónde están�. Aun si se confirma que están en Colombia, la autoría del ataque seguiría siendo un misterio. Las autoridades ecuatorianas acusaron directamente a las FARC. El vicepresidente, Pedro Pinto, informó que �las FARC se han reivindicado el secuestro: fue en represalia por el Plan Colombia�. El presidente colombiano, Andrés Pastrana, negó esto, al afirmar que �es difícil que un grupo colombiano opere kilómetros tan adentro de Ecuador�. El comandante de las FARC Joaquín Gómez enfatizó que en realidad �esto es una maniobra de la CIA para que todos los países se unan en torno del Plan Colombia contra los colombianos�. Que el secuestro no sea funcional para los intereses de las FARC no implica necesariamente que no lo hicieron, sin embargo. El año pasado uno de sus frentes secuestró y mató a tres norteamericanos, acción que sus superiores luego calificaron de �un error�. En todo caso, es igualmente posible que los responsables sean los paramilitares, que están librando fuertes combates con las FARC en el Putumayo. Ayer el portavoz del Departamento de Estado Phillip Reeker exigió simplemente �la liberación inmediata e incondicional de los rehenes�.
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