The Guardian de Gran Bretaña
Por Andrew Osborn
 Los trabajadores del mundo, según un informe de las Naciones Unidas, están unidos en estos tiempos en una sola cosa: el alto nivel de estrés. Lo que es más, advierte el informe, los niveles de ansiedad aumentarán vertiginosamente en los próximos años mientras la globalización continúa su marcha implacable, y los costos económicos para las empresas serán enormes. En una encuesta que analizó el estrés en el lugar de trabajo en cinco países, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la ONU encontró que los niveles de ansiedad, depresión y la aparición del síndrome burnout (agotamiento) estaban creciendo fuera de control. El problema le está costando a los empleadores miles de millones de dólares en licencias por enfermedad y pérdida de tiempo de trabajo, y a menudo deja a los desgastados empleados luchando con una serie de complejos desórdenes mentales durante años después.
El estudio se enfocó en los problemas de estrés y enfermedad mental vinculada con el trabajo en el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Finlandia y Polonia. Mostró que la desesperanza en el trabajo es un creciente problema en los cinco países, donde uno de cada diez está afectado. La depresión en el lugar de trabajo es la segunda enfermedad inhabilitante para los trabajadores después de las enfermedades cardíacas, advierte el informe, y crecerá aún más a medida que se multipliquen las nuevas tecnologías. Los achiques, los despidos, las fusiones, los contratos a corto plazo y las demandas de mayor productividad tuvieron su precio en los últimos 10 años, dejando a muchos trabajadores agotados y al borde de un colapso nervioso. �Los trabajadores del mundo se enfrentan, como nunca antes, a una serie de nuevas estructuras y procesos organizativos que pueden afectar su salud mental�, dice el informe.
En el Reino Unido, tres de cada diez empleados experimentan problemas de salud mental y en todo momento uno de cada veinte británicos está luchando contra una �gran depresión�. �Los hechos de ansiedad y depresión informados por los sufrientes varían de un 15 a un 30 por ciento de la población trabajadora�, dice el informe. Los razones para esto son dos: a la gente le cuesta mucho adaptarse a la nueva tecnología y no puede mantenerse actualizada con las constantes prácticas cambiantes de trabajo. En Gran Bretaña se considera que estos altos niveles de estrés son responsables por la pérdida de 80 millones de días laborales al año. En términos financieros, eso deja al país con una seria pérdida, de alrededor de 5300 millones de libras esterlinas (7600 millones de dólares) anuales, según la Confederación de la Industria Británica. El Servicio Nacional de Salud (SNS) también soporta el peso de la ola de ansiedad relacionada con el trabajo. Un 14 por ciento de los costos de internaciones y casi un cuarto de su presupuesto anual de drogas y medicamentos son absorbidos por los trabajadores de oficina estresados y a veces con enfermedades mentales. �Estas tendencias son un llamado de atención para las empresas�, dice la OIT. �Para los empleadores, los costos se sienten en términos de baja productividad, ganancias reducidas, altas tasas de cambio de personal y aumento en los costos de reclutamiento y entrenamiento del personal de reemplazo.�
En Estados Unidos, el cuadro es igualmente desolador. Uno de cada 10 trabajadores sufre de depresión clínica y el problema empeora. Unos 200 millones de días laborales se pierden cada año a causa del estrés y el costo de tratar a trabajadores con ansiedad llega a los 4300 millones de dólares anuales. �Un 40 por ciento de los trabajadores se queja de que su trabajo es muy o extremadamente estresante. Fechas de entrega no reales, la mala dirección y los arreglos inadecuados para el cuidado de los niños son los culpables�, dice OIT. Un 4 por ciento del producto bruto nacional de 15 países de la Unión Europea va a tratar a los que sufren de estrés y a los enfermos mentales. Pero donde el estrés provocado por el trabajo llegó a proporciones epidémicas es en Finlandia. Más de la mitad de la fuerza laboral de este país nórdico sufre algún tipo de síntoma relacionado con el estrés, y un 7 por ciento de los trabajadores finlandeses está afectado por el síndrome burnout. Agotado, cada vez más cínico y sufriendo de insomnio, el rendimiento promedio de un trabajador finlandés está seriamente deteriorado y las tasas de suicidios en el país son altas.
La Federación Mundial para la Salud Mental advirtió esta semana que, para el 2020, el estrés y los desórdenes mentales superarán a los accidentes viales, el sida y la violencia como la causa primaria de pérdida de tiempo de trabajo.
Traducción: Celita Doyhambéhère
| La RU-486, en China
Un laboratorio farmacéutico en China producirá la píldora abortiva RU-486 para Estados Unidos, ya que las amenazas de boicot y la ofensiva de los grupos contra el aborto han desanimado a las compañías locales a fabricarla en ese país. Según publicó el Washington Post, la compañía estatal farmacéutica Hua Lian, ubicada al sur de Shanghai, aceptó manufacturar la píldora, aprobada por la Agencia Federal para el control de productos alimenticios y farmacéuticos (FDA) en septiembre último.
La FDA autorizó su venta tras una �evaluación cuidadosa de los elementos científicos referidos a la seguridad y eficacia de esta medicación�, lo que provocó la inmediata reacción negativa de los llamados grupos �provida� �que equipararon la píldora a un arma nuclear dirigida contra los niños no nacidos� y de la jerarquía de la Iglesia Católica. Por su parte, los grupos feministas y �pro-opción� recibieron con satisfacción y entusiasmo la noticia.
La RU-486 puede usarse dentro de los primeros 49 días que siguen al último período menstrual que ha tenido la embarazada y sólo están autorizados a recetarla los médicos capacitados para realizar un aborto quirúrgico y entrenados para intervenir en casos de hemorragia grave. Sin embargo, este efecto negativo es muy poco frecuente. |
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