Por Martín Pérez
  Premeditación y velocidad. Eso es lo que caracteriza a Mi encuentro conmigo, un opus Disney a la vieja usanza, estelarizado por el nuevamente ascendente Bruce Willis que, desde su aparición en Sexto sentido, ha regresado del limbo de las estrellas pasadas de Hollywood como no lo pudo hacer su personaje en el film. Fábula moral que narra el dickenseniano encuentro de un adulto engreído a punto de cumplir 40 años con su regordeta versión infantil de apenas 8 primaveras, el film de John Turteltaub es veloz a la hora de presentar sus personajes al endiablado ritmo �y con una música que de tan prepotente se hace insoportable� de un dibujo animado. Y es premeditado a la hora de ir construyendo su trama de subrayado en subrayado.
Willis es Russ Duritz, un eficaz y pragmático asesor de imagen, que trabaja para quien le pague mejor. Duritz tiene una secretaria eficaz (la siempre disfrutable Lily Tomlin), una bella empleada con acento británico que �no se sabe demasiado bien por qué� está algo enamorada de él y una regordeta alucinación de ocho años que ha venido del pasado para recordarle que no todo está perdido. Claro que él aún no lo sabe.
Patético para Duritz, pero encantador para su empleada enamorada, el niño �interpretado com mucho encanto por el debutante Spencer Breslin� es la gran clave de un film que jamás parece encontrar su tono.
Demasiado acelerado para hacer meditar a un grande, pero muy nostálgico y lleno de mensaje sobre la adultez y la infancia para un público precisamente infantil, Mi encuentro conmigo es un film apoyado sobre una anécdota demasiado pequeña como para rellenarla con la simpatía de sus protagonistas y el slapstick acelerado de una música que lo contamina todo con sus estridencias, pero no le agrega nada de ritmo ni carisma a una historia que termina diciendo que las oportunidades siempre están esperando al que se decide a crecer como corresponde: detrás de una mujer, una familia y un perro.
PRIMER FESTIVAL DE CINE JOVEN
Para chicos con cámara
El Club Amigos de la Unesco Buenos Aires lanzó ayer, en la escuela de cine del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, su convocatoria al Primer Festival Nacional de Cine Joven �Buenos Aires 2001�. Prevista para los días 10, 11 y 12 de julio del año próximo, esta muestra estará destinada a chicos y jóvenes menores de 24 años, quienes podrán concursar en los rubros de Guión y Realización, individualmente o en grupos de hasta ocho integrantes. El jurado estará integrado, entre otros, por Norma Aleandro, Caloi, Salvador Sammaritano, Manuel Antín, María Julia Bertoto, José Pablo Feinmann, Miguel Pereira, Guillermo Saccomanno y Marcelo Birmajer. Habrá premios en equipamiento y los cortometrajes (se sugiere una duración no mayor de diez minutos), circularán agrupados en una muestra itinerante por el interior del país, luego de su exhibición inicial en Buenos Aires. La recepción de las obras será en Pasteur 463, primer piso �A�.
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