Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

KIOSCO12

panorama Político
Por J.M. Pasquini Durán

LA TREGUA

Un cierto clima de tregua inestable ha llegado al territorio de la Alianza, mientras la ciudadanía aguarda que los asuntos públicos vuelvan a marchar por mejores rumbos. En la interna, Shakira debe ser la única que todavía no opinó sobre el alejamiento de Fernando de Santibañes. A lo mejor un pronunciamiento de la joven colombiana provocaría una decisión inmediata, ya que en ese caso el presidente De la Rúa no tendría motivos para sospechar ninguna conjura local ni sentir menoscabada su autoridad. Aunque esa remoción despeche a Carlos Menem, que lo apoya sin condiciones, y a Eduardo Escasany, titular de la Asociación de Bancos, que lo considera a su colega �un gran aporte� para el Poder Ejecutivo y un soporte �para Machinea ante los mercados�. Si no fuera por el contexto crítico el asunto sería de chiste, ya que el Gobierno ha logrado dar la impresión de que el destino nacional depende de este vecino de Pilar. Es cierto que las carreras de los directores de la CIA y de la KGB pueden terminar en la Casa Blanca o en el Kremlin, pero en la Argentina nadie recuerda otro jefe de espías criollos con idéntico protagonismo. 
Sin olvidar las razones primarias que invocó Chacho Alvarez para pedir esta renuncia, su permanencia provoca el disgusto de la opinión pública mayoritaria porque no puede entender que el debate político gire alrededor de este eje. Tampoco importan los otros funcionarios que van o que vienen, porque el sentido común del más común de los ciudadanos comprende que el bienestar general no depende de la formación del elenco gubernamental sino de las políticas que apliquen. Contar con servidores públicos eficientes, austeros y honestos es una condición necesaria pero no suficiente para calmar el hambre y superar la miseria de millones de argentinos, uno de cada tres habitantes para ser precisos. ¿Acaso que Machinea sea más fuerte redistribuirá la riqueza con más sentido de justicia social? Hasta ahora, los que argumentan a su favor lo señalan como el menos malo de los ajustadores que siguen las instrucciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
No es un problema de números o de porcentajes en el organigrama oficial, sino de rumbos. Para ejemplo, esta estadística ofrecida por el obispo español Joan Martí: �En el año 1978 había en el mundo 62.670 seminaristas mayores. Veinte años después (1998) eran ya 109.171. Vuelve a subir el número total de sacerdotes, que hoy es de 404.626. La Iglesia tiene nuevas categorías de personas consagradas y al servicio del Evangelio, como son los 25.345 diáconos, los 56.421 misioneros laicos y más de dos millones de catequistas. En total, un ejército mayor que nunca, si así se puede hablar�. Después del recuento, el obispo se pregunta: �¿Qué sucede, no obstante, que en nuestros países occidentales no se remonta la crisis todavía?�. Su respuesta: �Me atrevo a decir, apelando a muchos estudios que no me da espacio a mencionar, que la cultura dominante en Occidente está en cuestión� (en La Vanguardia, 21/9/00). Pues bien, en Argentina está en cuestión la cultura dominante del �pensamiento único� de los conservadores que promueve el privilegio de pocos y la masiva exclusión social.
Hay evidencias en exceso, además, del fracaso de la teoría, a la que son tan afectos �los mercados� que cita Escasany, según la cual desbordarán panes y peces de la copa llena de los satisfechos. Una prueba más: los bancos españoles han suprimido 52.751 empleos en los últimos 20 años (30 por ciento de los existentes). O sea que bajó el número de trabajadores por sucursal bancaria de catorce a ocho, aunque la red no dejó de expandirse y los beneficios de los banqueros aumentaron un 661 por ciento en el mismo período. Según voceros sindicales las grandes pérdidas de empleo se producen tras los procesos de concentración. No todo lo que brilla es oro, pese a lo cual España bajó el desempleo general, gobernada antes por socialdemócratas que cayeron envueltos en problemas de corrupción y ahora por la derecha. Vale la pena desmenuzar el esfuerzo: eldesempleo sigue siendo siete puntos superior a la media europea, con una tasa de actividad inferior, con una desocupación doble en las mujeres que en los hombres, con 32,8 por ciento de contratos temporales en 1999, muy superior al europeo, y con más empleados públicos que privados.
El mayor problema argentino, como se ve, no es de exclusividad nacional, pero tampoco hay necesidad de resignarse a la fatalidad ni es una cuestión de turnos, primero los corruptos y luego la justicia social. Ni siquiera hay que ser muy socialdemócrata ni dinamitar los mercados para brindar la protección básica que merece cualquier familia que vive del esfuerzo de sus miembros. Alvarez tiene razón en sentir vergüenza por el oficio de político debido a la corrupción, y va siendo hora de que ese mismo rubor sea producido por la injusticia. Todo depende de dónde se coloca el énfasis: en cumplir a rajatabla con obligaciones como la deuda externa y en distribuir la riqueza con despreciable inequidad, o promover el empleo y el bien común. Por el momento, la renuncia de Alvarez no removió los criterios básicos más negativos de esa opción y hasta tanto la Alianza no lo haga la inestabilidad política, la incertidumbre económica y la miseria social serán las reglas del juego. En otras palabras, la encrucijada está pendiente: honran la palabra empeñada o la traicionan.
Los que sostienen, como el ministro Machinea, que no hay programas de alternativa, no se dieron cuenta que tienen apagado el audífono. Las propuestas del Grupo Productivo, las demandas de la UIA, las razones de las entidades del campo, las reivindicaciones de la CTA y de la CGT disidente, aun los documentos y pronunciamientos alusivos de las iglesias cristianas, conforman un catálogo de iniciativas al que no le faltan proposiciones y, en todo caso, sólo necesitan una adecuada síntesis. Sin contar que la Alianza prometió al electorado una plataforma que abandonó apenas electa debido, dijeron, a la emergencia de un quebranto heredado. Sin embargo, los analistas de la misma Alianza en su mayoría coinciden en que el presupuesto fiscal para el 2001 está concebido con los mismos patrones del pasado inmediato: primero la caja de los que más tienen y después la gente, sin mercado interno ni Estado que impulsen la reactivación. Los �mercados� que defienden a De Santibañes son los mismos que sostienen el statu quo. 
No es que exista un camino único para salir de la recesión, pero sí es cierto que existe un criterio único para pensar la salida. Ese criterio es político antes que económico y se apoya en el prejuicio de la imposibilidad de actuar con relativa autonomía sin que los capitales financieros castiguen tamaña herejía con crueldades incontables. A continuación del mismo razonamiento, evocando a los humildes que sólo pueden llevarse insultos a la boca, consideran que los sufrimientos serían mayores en la rebeldía que en el actual acatamiento ciego. Aplicado ese pensamiento a la convertibilidad, por ejemplo, se la defiende más por idolatría que por convicción. Es como en la canción: �Me muero si me quedo y me muero si me voy�, pero en cualquier caso �me muero�. Puede ser un destino individual pero resulta inaceptable como futuro de la nación. Empecinarse en situaciones establecidas más allá de toda razón crea situaciones como las de Medio Oriente entre Israel y Palestina, allá con el dogma de las religiones y aquí con el dogma de la economía intocable. 
Si la economía de la injusticia es inmutable, la política se vuelve inútil, carne podrida para caníbales de mal gusto, porque es incapaz de modificar las causas y remediar las consecuencias que atormentan a tantos. Así como la economía expulsa a los más débiles, la política partidaria impotente también excluye. Ahora mismo, la maltrecha Alianza pierde miembros fundadores pero no gana nuevos aliados. En un círculo vicioso, vuelve una y otra vez a los mismos sitios. Que la flamante ministro de Trabajo, Patricia Bullrich, inicie la gestión dialogando con la CGT de los �gordos� es un síntoma de ese síndrome de la repetición que le pide perasal olmo. ¿Acaso en el peronismo no hay otros interlocutores válidos que Menem o Ruckauf, o sólo cuentan en el radicalismo las sombras de los intrigantes mercaderes que dejaron caer a Raúl Alfonsín? En once días más, la Alianza cumplirá un año desde que la mayoría popular le dio la victoria. Si la tregua actual de las internas se abre hacia un renacimiento de aquellas esperanzas podrá alzarse de las cenizas y disputar el porvenir. 


 

PRINCIPAL