¿Dónde están
los ladrones?
Los han visto de rodillas
sentados o de cuclillas
parados dando lecciones
en todas las posiciones
predicando en las iglesias
hasta ofreciendo conciertos
los han visto en los cócteles todos
repartiendo ministerios.
(una de las estrofas de la canción �¿Dónde están los ladrones?�, de Shakira)
Parece que Argentina la inspiró. Su novio, además de pasear juntos en Miami, Punta del Este y Villa Rosa, la habrá atribulado con los problemas de su padre. Suegro que se siente orgulloso por la tenacidad en el trabajo de la pretendiente. Muchas cosas han pasado en las últimas semanas en la política y en la economía, pero difícil que alguien hubiera pensado que la colombiana Shakira, la novia pop de Antonio de la Rúa, pudiera resumir en su última producción discográfica la crisis que envuelve a la Alianza a partir del escándalo de las coimas en el Senado, que lo tiene a su joven amado piloteando a su manera detrás del poder la tormenta que enfrenta su padre. Crisis, la de los sobornos, que precipitó la del Gobierno, y que ahora lo tiene a su �tío� Fernando de Santibañes como la figura que puede hacer estallar definitivamente a la ya maltrecha coalición UCR-Frepaso. La puja que se ha instalado alrededor del titular de la SIDE, amigo y consejero privilegiado del Presidente, va más allá de la pelea por espacios de poder. Sería pura miopía reducir esta crisis, cuya resolución definirá qué quedará de la Alianza, a intrigas de palacio o a cuestiones folklóricas como la profunda bronca de Chacho Alvarez por la campaña que le montaron desde la SIDE sobre su vida privada. Está en juego mucho más. Se están definiendo las alianzas económicas del Gobierno de De la Rúa y la forma en cómo se sellará una serie de negociaciones que interesa a varios grupos del poder económico. Basta con ver quiénes presionaron para que De la Rúa haga los cambios de gabinete que hizo, o quiénes apoyan la permanencia de De Santibañes para darse cuenta el sello de origen que tiene esta crisis.
No fue otro que Roberto Alemann, vocero calificado del pensamiento del establishment, quien expuso la idea que existe un Gobierno tripartito, precisando que De la Rúa no debería permitir el avance de Chacho Alvarez y Raúl Alfonsín. Los traumáticos cambios de gabinete fueron en ese sentido, de disciplinamiento al establishment, que lo tiene a De Santibañes como guardián de la ortodoxia. Y a su �sobrino� Antonio como aprendiz. Ante el paso en falso de los recambios, el establishment va en rescate de su hombre y también de su espíritu. Pocas veces ha sido tan transparente la movida de ese sector para defender a uno de los suyos, en este caso al ex bancario devenido en banquero en retiro con efectivo. La operación de salvataje nació, como no podía ser de otra manera, de la city. Desde la SIDE y colaboradores de Enrique �Coti� Nosiglia ponían en conocimiento sobre la existencia de un informe elaborado por la banca de inversión Goldman Sachs, que advertía sobre las consecuencias negativas que tendría en el mercado el despido de De Santibañes (ver facsímil aparte). El medio para difundirlo, obviamente, no fue otro que Ambito Financiero. Pero al diario de Ramos-Avila se les escapó el párrafo más descarado de ese documento: �Si De la Rúa muestra ineficacia para resistir presiones políticas (el pedido de renuncia de De Santibañes), aumentarían las dudas alrededor de su capacidad para ejercer el poder�. No sólo el mercado reaccionaría en contra por el alejamiento de De Santibañes sino que directamente consideraría que De la Rúa perdería el poder. Semejante presión lleva las iniciales AA/PM, más conocido el primero en Wall Street como Alberto Ades, economista jefe para mercados emergentes de Goldman Sachs. Rápidamente, los ecos de ese informe fueron amplificados porEduardo Escasany, titular de la Asociación de Bancos de la Argentina, cámara que reúne a las entidades financieras más poderosas de la plaza local. Escasany salió a respaldar a su amigo: �Sin duda, De Santibañes fortalece a Machinea ante los mercados�.
¿Qué tiene el Señor Cinco? Si se va del Gobierno, ¿De la Rúa se quedaría sin poder y Machinea se debilitaría ante los inversores? Parece demasiada autoridad para una sola persona que ocupa un cargo en el Estado y no es el de Presidente. En todo caso, De Santibañes se ha erigido en un símbolo para el establishment dentro de la Alianza. De ese modo, el objetivo que tenían de elevar a Machinea como superministro con el cambio de gabinete, incorporando a Economía las funciones de Infraestructura, quedó diluido. Esto fue así porque en esa puja por defender a De Santibañes devaluaron a Machinea ante los ojos del mercado.
Resulta claro cuando se dice que el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Pero no es tan sencillo entender, en cambio, la relación transitiva que aplica Machinea. Sería interesante poder deducir cuál es el saldo del vínculo que tiene de ser amigo (Machinea) del enemigo (De Santibañes) del amigo (Chacho Alvarez). Esa confusión es la misma que transmite cuando del discurso sostiene una cosa y hace otra. A grandes rasgos, Machinea sigue la ortodoxia fiscal que representa De Santibañes y hace gestos para ilusionar a los reformistas de la Alianza, consiguiendo el apoyo de Alvarez y Alfonsín. No es tarea sencilla estar bien con Dios y con el diablo. En general, esos intentos no terminan bien.
Como ha mostrado la experiencia de las últimas décadas, las crisis son oportunidades extraordinarias aprovechadas por el poder económico para definir controversias a favor suyo. O sea, negocios favorables para sus bolsillos, y castigo para los de la sociedad. Y ésta no será la excepción. La defensa de De Santibañes y los movimientos en el gabinete, que implicaron que Machinea asuma la responsabilidad de concluir las negociaciones abiertas por Nicolás Gallo con las privatizadas, van en esa dirección. Machinea aceptó esa tarea como el alumno que quiere ganarse la gracia de la maestra. Apenas Gallo fue echado por la borda, adelantó que en 120 días definirá todas las negociaciones abiertas. La primera muestra de esa celeridad fue el pulido de la renegociación del contrato con el grupo a cargo de los ferrocarriles Mitre y Sarmiento, Trenes de Buenos Aires (TBA), que implicará un aumento del 60 por ciento en el boleto. A cambio se comprometen a realizar inversiones con el dinero que recaudarán por ese tarifazo, y obtendrán la prórroga de la concesión por otros diez años. Poco importa que exista una denuncia por escandalosa sobrefacturación en la compra de insumos por cifras millonarias, pagados con el dinero proveniente de los subsidios comprometidos por el Estado para inversiones. Tampoco resulta relevante que TBA no haya cumplido con el cronograma de inversiones previsto ni que haya pagado multas por irregularidades. En Economía sólo dicen que están negociando �duro� por la deuda que reclama el grupo al Estado.
En la lista siguen los peajes, aeropuertos, Correo, Repsol YPF, Aguas Argentinas. Ayer se definió el caso Aerolíneas Argentinas. Vale la pena estar atentos a esas negociaciones en medio de la crisis política de la Alianza. Y también escuchar a Shakira, imaginándola en Pilar, con Antonio en el hogar de papá De la Rúa, cantando el estribillo de la canción que da nombre a su último disco:
Dónde están los ladrones
dónde está el asesino
quizá allá revolcándose
en el patio del vecino. |