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JUAN ANTONIO DEL CERRO NEGO SU PASADO de REPRESOR
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Por Victoria Ginzberg  Era un represor locuaz al que le gustaba ufanarse cínicamente en programas de televisión de los horrores cometidos durante la última dictadura. Pero el miércoles, ante el juez federal Gabriel Cavallo y sus colaboradores, Juan Antonio Del Cerro (conocido como Colores) prefirió despegarse de los hechos que lo llevaron a prisión: su actuación en el centro clandestino de detención El Olimpo y en particular, el secuestro y la supresión de identidad de la menor Claudia Victoria Poblete. Colores negó haber tenido contacto con desaparecidos, pero numerosos testimonios lo desmienten. El magistrado tiene ahora diez días para decidir su procesamiento. En la declaración indagatoria que realizó el miércoles, Del Cerro -retirado de la Policía Federal� prefirió desviar la atención y hablar sobre las actividades de inteligencia que confesó haber realizado durante la dictadura. En cambio, afirmó que �nunca� participó de un �procedimiento de detención de personas�, que no tuvo �relación� con detenidos y que no estuvo ni cerca del centro clandestino El Olimpo ni de ningún otro lugar similar. Las palabras del represor se contradicen con testimonios de varios sobrevivientes que declararon en la causa que lleva adelante Cavallo y ante la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep). Estas personas manifestaron que tanto Colores como Julio Simón (El Turco Julián) �que continúa prófugo� eran caras visibles en El Olimpo. La misma Gertrudis Hlaczik, madre de Claudia Victoria Poblete, los había señalado como sus secuestradores. Gertrudis y su beba de ocho meses fueron detenidas el 28 de noviembre de 1978. El padre de la niña, José Liborio Poblete, un técnico tornero chileno que había perdido sus piernas en un accidente automovilístico, desapareció el mismo día. La ex detenida Susana Caride atestiguó que, estando en El Olimpo, vio que �trajeron a un grupo de discapacitados entre los que se encontraban Gertrudis y Poblete y un bebé de unos ocho o nueve meses�. Isabel Cerruti, otra mujer que pasó por ese centro de tortura y muerte que dependía del Primer Cuerpo de Ejército, narró que Gertrudis le dijo que los represores que secuestraron a la niña fueron Colores, Soler (Carlos Alberto Rolón) y El Turco Julián. �Yo estaba escribiendo mi �declaración� y veo que a un costado estaba una compañera que había militado con nosotros, era Gertrudis Hlaczik. Ella estaba a un costado también haciendo su �declaración� con su beba en brazos y la beba estaba llorando, y ella también. En la sala había un tocadiscos y en ese momento estaban pasando unas marchas en alemán. Gertrudis era hija de alemanes y Colores le preguntó qué decían las canciones. Ella contestó que hablaban sobre el trabajo y de festejos, entonces Colores gritó: �Che, Turco, vení, que el viejo de ésta es �facho como nosotros� y a ella le dijo: �quedate tranquila que a tu nena se la vamos a dar a tus viejos��, relató ante miembros de organismos de derechos humanos Hugo Merola. La beba nunca llegó a sus abuelos. En cambio fue entregada al teniente coronel Landa y su mujer, que ahora esperan su turno para el juicio oral. Cuando el juez Cavallo lo indagó, en febrero de este año, el militar confesó que recibió a la niña a través del médico castrense Julio César Cáceres Monie. A raíz de la denuncia hecha por las Abuelas de Plaza de Mayo, Claudia Victoria Poblete recuperó su identidad y a su familia hace siete meses. Después de devolverle su documento y su historia a la niña �hoy una joven de 22 años� y encarcelar a sus apropiadores, el juez Cavallo decidió extender la investigación a otros partícipes de su secuestro y sustitución de identidad. La iniciativa fue acompañada por el fiscal del caso, Luis Horacio Comparatore. Página/12 informó el domingo en exclusiva que el viernes 6 de octubre fue detenido Colores en una casa de Lanús. La policía lo buscó durante dos meses, ya que el represor se había mudado de su antiguo domicilio por temor a los escraches. Del Cerro solicitó ser excarcelado, pero el magistrado rechazó el pedido y lo envió a Caseros. Los investigadores de la causa y la querella esperan que pronto le haga compañía el Turco Julián.
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