Por Carlos Polimeni El ambiente de la televisión quedó ayer con la boca abierta: la única empresa autorizada a medir rating, Ibope, admitió que un problema técnico había venido afectando sus registros, por lo que son incorrectas las cifras de la última semana. La empresa reconoció un grave error tres días después de que las autoridades de Canal 7 le transmitiesen su desacuerdo con las mediciones, que parecían indicar una fuerte caída de rating de su programación. La empresa advirtió que recién el martes próximo podrá solucionar el desfasaje en su área técnica y pidió disculpas a los afectados por el problema, que se ofreció a reparar reprocesando todas las mediciones desde el jueves 5. Así, Ibope ya hizo una nueva medición tentativa de la franja nocturna a pedido del canal estatal. El resultado fue que, por ejemplo, el ciclo �Tierra de periodistas�, que con el error apenas había medido 0.9 de promedio en la semana que va del jueves 5 al 12, en realidad midió 2.5. El incidente, que fue el tema del día ayer detrás de las pantallas en el ambiente de los canales, puso sobre el tapete una cuestión siempre candente, siempre polémica: ¿son tan confiables como parecen los números del rating? El hecho de que haya tarifas diferenciadas por servicios similares, ¿no afecta la sofisticada ingeniería de las mediciones? La firma, a través de su directora, la italiana Antonella Frediani, no explicó en público los motivos del �incidente técnico� cuya consecuencia fue �la disminución del rating de Canal 7�. A cambio ofreció �sinceras disculpas a todo el mercado� y dijo que su sistema de medición está a �completa disponibilidad� de los auditores de la Cámara de Control de Mediciones de Audiencia, un organismo creado por buena parte de los dueños del negocio televisivo �canales, agencias de publicidad, productores, radios� para monitorear las mediciones. Ibope tuvo que superar una serie de duros tests de la Cámara antes de quedar como única empresa autorizada a las mediciones, un negocio más que interesante si se tiene en cuenta que cobra por ello a quienes las necesitan. Hubo varios intentos de grupos económicos por quedarse con el negocio de las mediciones, pero ninguno fructificó. El martes, como bien informó el miércoles Página/12, Frediani recibió una queja formal del gerente de programación del canal estatal, Luciano Olivera, al que le prometió revisar la situación. Olivera estaba perplejo por la caída del rating, pero ya antes de la reunión tenía la convicción de que algo raro pasaba. La revisión del sistema, informó ayer Alberto Arnaldo, director de Ibope, trajo la novedad de que �un error humano, totalmente comprensible�, había afectado al sistema que recibe las señales de consumo televisivo, proveniente de los 600 aparatos ubicados en hogares, a partir de los cuales se mide el rating. �Se quiso corregir el nombre de la señal, cambiar ATC por Canal 7, pero el cambio fue mal hecho, y la mitad de los televidentes que veía el 7 quedó fuera de la base de datos, como si estuviésemos fuera de sintonía�, contó. �Por lo tanto, las cifras que se emitieron en las planillas mostraban sólo un 50 por ciento de la verdad.� Arnaldo dice que, como Ibope tiene �un sistema paralelo� de medición, podrá �reconstruir el rating para volver las cosas a su lugar�. Si bien el canal estatal recibió con agrado, y alivio, la novedad del error, todo el medio se preguntaba ayer en qué medida Ibope es una medidora confiable. Este es el tema clave del asunto, y la sola mención del problema irrita ostensiblemente a los funcionarios de la empresa, que saben que están en la mira de muchos intereses desde que lograron la homologación, luego de una sórdida y por momento feroz lucha de sectores. �Los auditores de la Cámara están trabajando permanentemente con nosotros�, puntualizó ayer Arnaldo cuando se le preguntó si no cree que está herida la confiabilidad del sistema. El asunto del rating no es para nada menor, si se tiene en cuenta que las mediciones orientan una torta publicitaria de 400 millones de dólares anuales, que al finalizar esta temporada se habrá reducido en un 20 por ciento, de acuerdo con laproyección de la inversión hasta septiembre. �Sin querer minimizar la gravedad del error�, dice el texto que firmó Frediani por Ibope, �esperamos contar con la comprensión el mercado para tolerar este desagradable inconveniente�. La última frase del comunicado de admisión parece un ruego: subraya que Ibope espera que �la buena fe de la operatoria� no se vea resentida por el error admitido. Rogarle buena fe a un medio como el televisivo es como esperar vender heladeras en el Polo Norte. Como prueba, una reflexión a Página/12 de Eduardo Lauzán, de la empresa de telemarketing Media Personalizada: �¿Cómo puede ser que hayan pasado cinco días sin que Ibope se haya dado cuenta del error? ¿Es serio que haya sido un cliente afectado el que haya tenido que avisar del problema? Para mí, lo que el incidente deja claro es que la Cámara de Control no trabaja bien y que la proclamada calidad del servicio de Ibope no es tal, porque no concreta un control de calidad. Si esto fuese así, el problema debería haber sido detectado en 24 horas�. Lauzán fue uno de los dueños de Mercados y Tendencias. Pero, ¿quién en el mundo de la televisión no es ex dueño de algo, o va camino de serlo? Informe: Patricia Chaina y Mariano Blejman.
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