Por Roque Casciero �Tirar es humano; reciclar es divino�. Esa parece ser la consigna que Sergio Dawi y Damián Nisenson, los 2saxos2, aplicaron para concebir su nuevo espectáculo, Kachivachetur, que se estrena esta noche. Lo inusual de la propuesta comienza con el ámbito donde se presenta: en lugar de un teatro o un pub, la dupla eligió La Fábrica (Querandíes 4290), que es una auténtica fábrica de laminado de aluminio en actividad. Allí han montado tres escenarios con materiales de descarte: pizarrones de escuela, viejas bocinas de la cancha de Argentino Juniors y vigas oxidadas. Incluso, en el final del espectáculo, gracias al reciclaje los dos músicos se convierten en hombres orquesta, porque Hugo Domínguez (colaborador de Les Luthiers) les armó unas mochilas percusivas para que puedan tocarlas al tiempo que soplan sus saxos. El espectáculo también incluye videos �algunos en tiempo real�, un extraño paseo por la fábrica (en una de las paradas, por ejemplo, se encuentra a la cellista Eva Sola tocando dentro de una jaula), y percusiones informales hechas con barriles y ganchos metálicos. Además de su trabajo en el dúo, Dawi toca en Los Redonditos de Ricota y Nisenson, en Swank. Para ellos, 2saxos2 es un espacio para �materializar las fantasías�. Empezaron su labor conjunta hace quince años, en el Parakulutural, y después de varias interrupciones, en 1998 presentaron su primer espectáculo, Bazar Nimbus. A la hora de plantearse su próximo paso, sabían que no querían volver a los escenarios convencionales y una palabra les rondaba la cabeza: cachivache. �Hace muchos años, el padre de Sergio, que es cineasta, había hecho un corto con ese título�, explica Nisenson. �Era la historia de un chico que, en la quema, encontraba una carcaza de saxo bajo y trataba de hacerla sonar. Sergio, que tenía cuatro años, participó de la película. Un día nos sentamos a ver el corto y todo comenzó a cerrar. En abril de este año nos invitaron a una fiesta en La Fábrica y cuando vimos el lugar, nos dijimos: �esto es lo que queremos�. En esta fábrica hay una situación de abandono que tiene que ver con el espíritu del espectáculo, porque donde alguna vez hubo 3000 obreros, ahora hay 140�. Dawi afirma que parte de la idea era revalorizar la palabra cachivache. �Queremos darles lugar a esos cachivaches que no tienen lugar. Este óxido (señala una viga) también reluce, le vamos a encontrar una luz que lo haga brillar. En esta era hay un montón de cosas que se tiran por la ventana, como los jubilados, por ejemplo. Y el espíritu del espectáculo es que todo eso tenga un lugar�. �¿Darle lugar a lo que no tiene lugar es también darse un lugar a uno mismo? Dawi: �Claro, si vos no tenés un lugar, inventátelo. Nisenson: �¿Por qué vas a reprimir tus fantasías por dificultades técnicas o por no saber qué respuesta pueden tener? Abrirnos este espacio es darnos el gusto de la vida. Es lo que uno en algún momento soñó cuando eligió ser músico, algo que está más allá del aplauso, los reportajes, la guita o las chicas: la posibilidad de lograr un producto artístico propio, mostrar su propia voz, tener algo para decir. �¿Qué sensaciones les provocó montar el espectáculo en una fábrica? D.: �Cuando esta fábrica, que alguna vez compitió con Aluar, estuvo a punto de cerrar, los obreros formaron una cooperativa para seguir la actividad y se plantearon abrirse a la comunidad, por eso hicieron un centro cultural. Todo eso tiene mucho que ver con nuestro trabajo. N.: �A mí me resulta muy placentero estar en un lugar de trabajo. Cuando entré a esta fábrica por primera vez, me sentí transportado en el tiempo, porque uno de mis últimos trabajos extramusicales fue en una fábrica exactamente igual a ésta. Vi las mismas máquinas, escuché el mismo ruido, sentí el mismo olor que cuando laburaba a los 20 años. A todos miscompañeros les faltaban dedos, pero hablaban de �nuestra fábrica� y cuidaban las máquinas con las que trabajaban. Era la cultura del laburo, algo por lo que siento mucho respeto. Y eso, sobre todo en los últimos diez años, se perdió. Como dijo una persona famosa, �en este país nadie hace guita laburando�. Está bien, pero sigue siendo mucho más digno laburar que hacer guita de cualquier manera.
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