Por Fernando Cibeira
 Si hasta hace apenas diez días eran presidente y vice, una reunión entre Fernando de la Rúa y Carlos �Chacho� Alvarez no debería generar tanta incertidumbre a su alrededor. Según los dichos del Presidente y lo que Chacho deslizó a sus enviados como el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, el encuentro tendría que hacerse entre hoy y mañana. Sin embargo, quedó en claro que mientras en Gobierno se afanaban por precisar fecha y hora, cerca del ex vice gambeteaban al mejor estilo Orteguita. �Para esa foto todavía falta�, respondía ayer un dirigente frepasista. En tanto, la reincorporación del Frepaso al Ejecutivo continúa stand-by.
El canciller Giavarini almorzó el viernes con Alvarez y quedó convencido de que el encuentro se haría durante el fin de semana largo. �Es muy factible, tengo entendido que habrá una reunión entre ellos próximamente�, dijo ayer a Radio Mitre. El vocero presidencial, Ricardo Ostuni, confirmó y fue impreciso al mismo tiempo: �No es una cita con hora y día, sino que quedaron en conversar y entonces Alvarez va a pasar por Olivos�.
Es que a los encargados del Gobierno de contactar con el Frepaso les costó encontrar ayer a sus interlocutores. Esas dificultades se comprenden a partir de las versiones que indican que Alvarez habría dado órdenes de llevar las negociaciones a paso lento. Así que si varios quisieron comparar la renuncia de Chacho a la vicepresidencia como un divorcio, la relación de ahora entre el Ejecutivo y el Frepaso podría ser la de un flirteo que no termina de formalizarse.
Si algo trascendente puede suceder en el encuentro entre la ex dupla presidencial, es que se establezca la forma en que el Frepaso normalizará su situación dentro del Gobierno. Por ejemplo, la creación de la mesa coordinadora de la Alianza que presidiría Alvarez junto al titular de la UCR, Raúl Alfonsín. También la efectiva ocupación de la fuerza del ex vice de los casilleros vacantes en el Ejecutivo como los viceministerios de Interior y Justicia.
Pero en el Frepaso no ven el problema ahí sino en otro ítem, inherente a todo reunión de este tenor: la foto de la reconciliación. �Esa foto juntos se va a interpretar como que está todo resuelto, pero para nosotros no está todo resuelto�, explicaba ayer un importante dirigente frepasista. El argumento era que si Alvarez había renunciado sospechando que en el cambio de gabinete se escondía un pacto con el menemismo a través del operador radical Enrique �Coti� Nosiglia y el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes, esa realidad no podía haberse modificado de una semana a la otra. Y que las renuncias del ex ministro Alberto Flamarique, del ex presidente provisional del Senado, José Genoud, y la ya confirmada de De Santibañes no alcanzan para hacer borrón y cuenta nueva.
Alvarez no sólo teme que la gente perciba un mensaje �esquizofrénico� -como lo definía el dirigente frepasista� en la secuencia renuncia-abrazo. También teme la posibilidad que se deduzca que se fue del Gobierno para conseguir algunos cargos en las segundas líneas de los ministerios. �No podemos dejar que alguien cerca del Presidente diga �le damos un par de renuncias, un par de cargos y ya está todo resuelto�. Si la gente lo ve así, todo lo que hizo Chacho no sirvió para nada�, argumentaba el dirigente que el sábado conversó con Alvarez.
Al ministro del Interior, Federico Storani, ayer no le resultó sencillo encontrar a sus pares de la mesa de enlace creada como vía de negociación con el Frepaso. Lo más probable, entonces, era que las conversaciones se reanuden el martes y que los resultados concretos aparezcan recién durante la otra semana. Un dato que ya aparece como confirmado es que la diputada Nilda Garré ocuparía el segundo escalón del Ministerio de Justicia, mientras que la vacante de Interior podría quedar para un amigo personal de Alvarez, su ex secretario parlamentario Ricardo Mitre. La otra posibilidad, que ya estaría analizando Storani, es que Garré sea la viceministra de Interior, porque el Frepaso tendría más variantes para llevar a Justicia, sin tener que apelar a sus diputados.
LOS POLITICOS SEGUN UNA ENCUESTA DE HUGO HAIME
De la Rúa en el fondo del mar
La imagen positiva del presidente Fernando de la Rúa cayó al 21 por ciento. Ya no puede siquiera superar al ex presidente Carlos Menem, que cuenta con el apoyo del 24,8 por ciento de los consultados. El político mejor ubicado en el ranking es el gobernador bonaerense Carlos Ruckauf, con el 54,9 por ciento de aprobaciones. Así lo refleja un relevamiento que realizó el 10 de octubre Hugo Haime y Asociados, consultora que suele trabajar para el justicialismo, sobre 600 casos en la Capital federal y el Conurbano bonaerense.
El ex vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez se coloca en el segundo lugar, con un 43,5 por ciento de adhesiones. Tras su alejamiento del gobierno nacional, el líder del Frepaso cosecha más del doble de simpatizantes que el presidente. En tanto, la imagen negativa de De la Rúa asciende a 38,6 por ciento, mientras que el 32,6 por ciento de los entrevistados lo ve de manera regular y el 7,8 por ciento no sabe cómo definir su imagen. De esa manera, según la consultora, la imagen de De la Rúa disminuyó en casi 20 puntos desde mediados de junio, cuando el 39,5 por ciento de los encuestados lo veía positivamente. El presidente se sitúa en el último lugar de la lista que encabeza Ruckauf, con un 54,9 por ciento de imagen positiva, y que continúan Alvarez con un 43,5 por ciento, Carlos Reutemann, con un 31,4 por ciento y Carlos Menem con el 24,8 por ciento.
En tanto, en una evaluación que realizó la consultora excluyendo al presidente De la Rúa, Ruckauf quedó ubicado con la más alta imagen positiva: 66,9 por ciento; seguido por Alvarez, que obtuvo un 54 por ciento de adhesiones, Raúl Alfonsín, que fue aprobado por el 47,3 por ciento de los entrevistados, Reutemann, que se llevó el 35,8 por ciento de apoyos, José Manuel de la Sota con el 33,7 por ciento de miradas positivas, Domingo Cavallo, con el 33,9 por ciento de votos a favor y el ex presidente Menem, último en esta medición con la evaluación positiva del 27,3 por ciento de los entrevistados.
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