El día que Fernando de la Rúa anunció el cambio de gabinete, la periodista española Carmen de Carlos, corresponsal del diario ABC de Madrid, tuvo una intuición que hubiera envidiado el mismísimo presidente. �Cuando vi la cara de Chacho Alvarez en la ceremonia, le pedí a mi asistente la Constitución de vuestro país para ver cómo es el proceso de dimisión de un vicepresidente�, contó. �Al otro día, mi asistente me llamó para decirme que yo era un bruja. Le pregunté por qué�.
�Que ha dimitido Chacho.
�¡Que no!
�Pon la televisión.
Aunque sin la brujería, fueron muchos los corresponsales extranjeros que se sorprendieron con la renuncia del ex vicepresidente. Y que, una vez repuestos de la novedad, tuvieron que explicar lo ocurrido a los lectores de sus países. �Les dije a mis editores que el ex vicepresidente fue más que un vicepresidente�, sostuvo Cliford Krauss, corresponsal del New York Times. �Fue una sorpresa la renuncia de Alvarez. Estaba en Bolivia y me llamó mi asistente para darme la noticia. Hay una crisis para la Alianza, pero eso no quiere decir que el Gobierno no pueda hacer otras alianzas a partir de ahora. Hay que recordar que en los primeros meses del gobierno de Menem y en los primeros meses del gobierno de Clinton también había problemas, pero un presidente puede recuperarse�, apuntó Krauss.
A Ariel Palacios, corresponsal de O Estado de Sao Paulo, también lo sorprendió la renuncia de Alvarez. �Yo creía que iba a renunciar a fin de año, para ganar empuje para las elecciones del año próximo. Entonces pensé que se estaba equivocando al irse en pronto, que podía perder empuje. Después me di cuenta de que es un tipo vivísimo y que supo armar todo con un timing envidiable�. A la hora de explicar en Brasil la dimisión del ex vice, Palacios tuvo que hacer una aclaración importante: �Los brasileños siempre piensan que la Argentina está por devaluar, entonces yo expliqué que no, que no era el caso. Ellos no saben lo que es padecer el trauma de la hiperinflación�.
La que sí se esperaba el portazo era la corresponsal del ABC de Madrid, Carmen de Carlos. �Hombre, bastaba ver la cara de Alvarez en la ceremonia de jura de los nuevos ministros y conocer un poco su historia�, razonó. Y a sus lectores madrileños les explicó en sus columnas que �el Chacho es uno de los principales referentes de un gobierno que eligió la transparencia como principal gancho para ganar la elección. Al no ver una reacción positiva, al ver que el Presidente quiere encubrir, decide romper la baraja y dejar el Gobierno�.
Ana Mengotti, coordinadora de la sede argentina de la agencia EFE, llegó ese viernes a su redacción a las ocho y media de la mañana, pensando que iba a ser un día tranquilo. Pero no se fue hasta medianoche. EFE llega a casi toda América latina y el Caribe y a muchos diarios y radios españoles. Mengotti trabajó antes en Montevideo, Londres y México, y cuenta que ya tiene �calados� a los argentinos. Habla con conocimiento de causa: se casó con uno. �La Argentina es un país donde todo el mundo opina de todo. Mi portero habla de cine y de la Bolsa. Y ni hablar de los taxistas, que todo lo saben. Creo que muchos de los líos se producen por eso�, arriesgó. 
Ella cree que, aunque estén desencantados de la política y no confíen en sus dirigentes, �los argentinos son un pueblo altamente politizado. Cada vez que se mueve un peón, que ocurre una cosa puntual, las reacciones son en cadena. Habla hasta el bedel. Y las teorías conspirativas tienen una cantidad increíble de fans. Si un ministro dice que renuncia porque está cansado, pues nadie le creerá�.
Al corresponsal del New York Times le gustaría ver más activismo político entre la gente. �Todos se quejan de los políticos, pero los políticos representan la sociedad�, sostuvo. El corresponsal brasilero, en cambio, está encantado con el país. �Nosotros publicamos prácticamente todos los días algo sobre la Argentina. La vida política brasileña es muy aburrida. No se compara. Acá los dramatis personae son de lujo. Hasta Fernando de la Rúa, que es aburrido, se convirtió en un personaje en sí mismo. Y Chacho es increíble, es el tipo que come medialunas en el Varela Varelita. Pero no lo hace desde ahora: lo hizo siempre y no dejó de hacerlo cuando fue electo vicepresidente. Ni hablar de Shakira, de Menem y la Bolocco�, recitó. En Brasil, dijo, no hay dos partidos que se opongan como el radicalismo y el peronismo. Allá, aseguró, hay grises mientras acá sobran los blancos y los negros. �Son histriónicos�, en palabras de Mengotti. El resumen corrió por cuenta de Palacios: �La sensación que tengo es que puede pasar cualquier cosa. Eso es bueno desde el punto de vista del guión periodístico y malo para la gente, que sufre y tiene necesidades�.

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