Por Miguel Bonasso
 La investigación judicial por el asesinato del general chileno Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert aporta datos clave sobre el papel decisivo que le cupo a la CIA en ese y otros crímenes perpetrados en el marco del Plan Cóndor. Algunos testimonios señalan que la CIA formó y condujo la asociación ilícita que integraron en 1974 la DINA chilena, la Policía Federal Argentina y grupos parapoliciales como �Milicia� y Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). Una tesis sostenida en soledad por Rodolfo Walsh en su célebre carta de un escritor a la Junta Militar, de marzo de 1977. Mientras se sustancia el juicio oral contra el ex agente de la DINA, Enrique Arancibia Clavel, como partícipe necesario en el doble homicidio de los Prats, el juzgado federal a cargo de María Servini de Cubría prosigue la causa 1516/93 que podría culminar en un pedido de extradición de Augusto Pinochet, el general Juan Manuel Contreras Sepúlveda (ex jefe de la DINA) y otros militares chilenos. No parece factible, en cambio, que antiguos miembros de la �Compañía� puedan ser citados por un tribunal argentino, pero es interesante comprobar hasta qué grado la CIA estuvo involucrada en el Plan Cóndor.
Asociación ilícita:
CIA, DINA y Triple A
En la causa 1516/93 hay por lo menos 20 documentos que hacen referencia directa al papel de la agencia norteamericana en el asesinato del general Prats. Entre ellos sobresalen las interesantes declaraciones del general Manuel Contreras (alias �El Mamo�), el antiguo jefe de la policía secreta de Pinochet que hizo horas extra con la CIA entre 1974 y 1977 y ahora, para salvarse, excusa a la DINA y acusa a sus patrones norteamericanos de haber asesinado al general Prats y su esposa, con el apoyo de la Triple A que conducía José López Rega.
El 22 de diciembre del año pasado, el fundador de la DINA prestó declaración indagatoria ante la jueza María Servini de Cubría en el penal de Punta Peuco de la Gendarmería Chilena donde fue recluido por su participación en otro célebre asesinato, el del ex canciller de Salvador Allende, Osvaldo Letelier. En esa circunstancia, reiteró lo que ya había declarado en un recurso de revisión presentado ante la Corte Suprema de Chile �que la CIA fue quien ordenó el asesinato del general Prats en 1974, y que Townley fue el agente designado al efecto�.
En la respuesta 14 de dicha indagatoria, Contreras afirma que �tras pasar los años y haber reunido más información� puede decir lo siguiente: �1º. La operación del asesinato del general Prats fue planificada por la CIA y llevada a cabo por el agente de la CIA Michael Townley y su mujer Mariana Callejas en concomitancia con los grupos �Milicias� y �Triple A� de Argentina�.
El grupo �Milicias� estaba dirigido por Juan Martín �Cristo� Ciga Correa, ex Tacuara, ex Triple A, ex 601, actualmente sobreseído en la instrucción de la causa. La Triple A, Alianza Anticomunista Argentina, fue creada por el secretario privado de Juan Perón, el �Brujo� José López Rega y funcionó bajo la conducción militar del propio jefe de la Policía Federal, comisario general Alberto Villar, formado por la CIA a través de los cursos de la AID.
Sigue Contreras: �2º. La información referida a la acción misma en la Argentina me fue comunicada y confirmada por el que fuera director del SIDE argentino, general del Ejército Argentino, Don Otto Paladino, quien me visitó en el penal de Punta Peuco el día 16 de octubre de 1996. Entre las informaciones que me entregó está el hecho de que Mariana Callejas apretó el botón de control remoto que detonó la bomba o artefactoexplosivo que destruyó el auto del general Carlos Prats asesinándolo junto a su esposa�.
Esto es exactamente lo mismo que declaró Michael Townley a uno de los fiscales de la causa, Jorge Alvarez Berlanda, cuando éste le tomó declaración en Estados Unidos donde reside oculto, en calidad de testigo protegido por el FBI. Townley �que no puede ser requerido por la Justicia argentina� declaró que su mujer, Mariana Callejas, había apretado el teleexplosor que detonó el aparato explosivo insertado por él mismo en el Fiat 125 del general Prats.
El tercer punto de la declaración del �Mamo� Contreras dice: �Conveniente aclarar que el agente de la CIA Michael Townley, reclutado por esta organización norteamericana en febrero de 1971 y después de recibir un curso de electrónica y explosivos en la escuela de la CIA en California, llegó a Chile en octubre de ese mismo año, integrándose al movimiento nacionalista �Patria y Libertad�, en el cual demostró sus habilidades como explosivista y fundamentalmente el conocimiento que tenía para destruir automóviles con explosivos�.
En la respuesta número 22, Contreras se defiende señalando que en el momento del asesinato del matrimonio Prats-Cuthbert no había ningún agente de la DINA en Buenos Aires. Sólo Townley, a quien vuelve a definir como �agente de la CIA infiltrado en la DINA�.
La CIA entrenó a la DINA
Recientemente, la CIA se vio obligada a informar al Congreso de Estados Unidos que pagó a Contreras como informante a partir de 1974. Las relaciones se habrían roto en 1977, a raíz del atentado en Washington que causó la muerte al ex canciller de Allende, Osvaldo Letelier, y a su asistente Ronni Moffit. Pero hay más datos que los agentes de inteligencia de Langley se resisten a suministrar. En 1993, Contreras y su segundo, el brigadier general Pedro Espinoza Bravo, fueron procesados por su responsabilidad en el crimen de Letelier y condenados, respectivamente, a siete y seis años de cárcel.
El informe de la CIA, como no podría ser de otra manera, dice que se enteró por Contreras del Plan Cóndor y niega haber contribuido a construir el poder de Augusto Pinochet, aunque reconoce haberlo �apoyado después�. También admite haber financiado �por razones humanitarias� al grupo terrorista �Patria y Libertad�, que en 1970 asesinó al general legalista René Schneider para provocar un golpe militar e impedir que el socialista Salvador Allende llegara a la Presidencia.
¿Qué dice, por su parte, Contreras, de su relación con �la Compañía�? En el recurso de revisión ante la Corte ya citado, declara a fojas 64: �menciona que en ocasión de realizarse, en marzo de 1974, en EE.UU., un seminario en el que concurrieron invitados por la OEA todos los directores de Academias de Guerra de los Ejércitos de América, él asistió en ese carácter, ya que ocupaba ese cargo en Chile. Que en dicha ocasión conoció al general Vernon Walters, subdirector de la CIA, quien lo invitó a conocer el Cuartel General de la CIA en Langley, Virginia, donde almorzaron con el director, Richard Helms, y otras altas autoridades de ese organismo. Que fue en esa ocasión que el general Walters le ofreció un equipo de instructores en Inteligencia Nacional (National Intelligence) para que entrenen en Chile al personal de la DINA, que recién comenzaba a organizarse. Previa autorización superior (Pinochet era su superior directo) aceptó el ofrecimiento y entre marzo y agosto de 1974, un equipo de agentes instructores de la CIA, desarrolló instrucción en la ENI (Escuela Nacional de Inteligencia) a nuestro personal�.
Algo parecido hizo recientemente el jefe de la SIDE Fernando de Santibañes cuando contrató al veterano de la CIA (National Intelligence Officer) Brian Latell, pagándole 50 mil dólares más viáticos para queinstruyera a los espías locales en materias como contrainteligencia. El curso de una semana se llevo a cabo en la ENI local. ¿Habrá estado también Latell en Santiago de Chile cuando sus colegas enseñaban a los chilenos a poner explosivos en los autos de políticos y militares vinculados al gobierno civil depuesto?
En el mismo recurso de revisión, Contreras afirma que Townley ha incurrido en numerosas �omisiones� �para no inculpar a la CIA�. Puede ser cierto o no, pero es indiscutible que no ha pagado por su crimen y goza de una protección que le permite declarar cualquier cosa: que él mismo puso el explosivo en el auto de los Prats y que su mujer, Mariana Callejas fue quien apretó el teleexplosor.
Contreras contra sus antiguos jefes
Con relación al atentado contra Orlando Letelier, perpetrado en el barrio de las embajadas de Washington, Contreras declara en su ya citado recurso de revisión (fojas 156): �Townley colocó una bomba inerte e inviable en el automóvil de Letelier para aparecer junto a los cubanos del �Movimiento Nacionalista Cubano�, para inculparlos, y que luego la CIA se encarga de cambiarla por uno real y hacerla detonar con su personal o los miembros cubanos de la CIA pertenecientes a la Dirección de Seguridad venezolana (DISIP)�.
Según refiere Contreras (respuesta nº 60 de la indagatoria): �Townley con los cubanos actuó en el asesinato de Don Orlando Letelier, el cual fue planificado en el mes de mayo de 1976 en una reunión efectuada en las montañas de Bonao en la República Dominicana. Esta reunión fue citada por la CIA con su agente Zacha Volman, la DISIP venezolana y el Movimiento Nacionalista Cubano de los hermanos Novo�.
En su afán por descargar culpas sobre sus antiguos patrones, el �Mamo� Contreras no vacila en clavar a varios con alfileres. Y de manera destacada a Federico Willoughby, ex asesor de prensa del dictador Pinochet, a quien la agencia norteamericana habría infiltrado en ese cargo. En fojas 203 del recurso, Contreras cita el libro Desde las cenizas de James R. Whelan, donde el autor menciona (en la página 698) que en 1987 se entrevistó con Willoughby y éste le confidenció que �antes de 1973 había trabajado para el Servicio Informativo de EE.UU. y para la Ford Motor Company, y al mismo tiempo haber trabajado para Vernon Townley, padre de Michael, quien además de ser el representante de la Ford en Chile, era el jefe de la estación de la CIA, siendo Willoughby uno de sus agentes�.
La CIA, �Gladio� y �Ordine Nero�
En su respuesta número 30 a la indagatoria prestada en diciembre, el general Contreras vuelve con el tema Willoughby-CIA y lo combina con un personaje importante para Argentina: el terrorista de extrema derecha Stefano Delle Chiaiaie, vinculado orgánicamente con López Rega a través de la internacional fascista �Ordine Nero� y de �Gladio�, la organización de los servicios secretos de los países de la OTAN, que financió y organizó el atentado criminal de la estación de ferrocarril de Bolonia, entre otros hechos criminales de resonancia perpetrados en los años 70.
Dice así: �...que con relación a Stefano Delle Chiaiaie debo expresar que lo conocí en España cuando el presidente de la República de Chile (Pinochet) decidió ir al funeral del Generalísimo Franco en noviembre de 1975�. Y más adelante: �En los anexos nos. 24 y 25 y en la página 148 del anexo 36, se expresa claramente como conocí a Stefano Delle Chiaiaie y aquí solo voy a dar algunas referencias. Encontrándonos en el hotel que ocupaba el presidente de la República (Pinochet), mientras se desarrollaban lasceremonias del funeral de Franco, al cual asistí por orden del presidente junto a un grupo de seguridad de la DINA, una noche llegó al lobby del hotel el agente de la CIA, infiltrado como asesor de prensa del presidente, Federico Willoughby, junto con un individuo elegantemente vestido y dejándolo solo un momento habló conmigo expresando que se trataba de un conde italiano, que era jefe de los nacionalistas en Italia y especialmente del partido Avanguardia Nacionale (sic), el que podía servir de mucho a la causa de Chile, por lo tanto deseaba presentárselo al presidente de la República. Pese a que me opuse a lo anterior por ser un desconocido para mí, Willoughby subió a las dependencias del presidente y bajó con él presentándole al famoso conde italiano que no era otro que Delle Chiaiaie, y permitiendo que el presidente departiera con este individuo más o menos media hora�.
Más allá de la obvia intención de Contreras de sacarse de encima los asesinatos de Prats y Letelier, y echarle todas las culpas a la CIA, hay declaraciones de otros testigos en el expediente que tienden a confirmar dos cuestiones esenciales: la CIA y DINA trabajaron juntas en ambos atentados (Letelier y Prats) y Townley seguía siendo agente norteamericano mientras trabajaba para la DINA.
MAS SOSPECHAS EN EL CASO FREI
Proteus, la bacteria
La senadora chilena Carmen Frei, de la Democracia Cristiana, anunció que recibió nueva información indicando que su padre, el ex presidente Eduardo Frei Montalva, quien murió en una clínica de Santiago en enero de 1982, pudo haber sido envenenado por agentes de la siniestra Dirección Nacional de Inteligencia (DINA). En un discurso ante el Senado de su país, Frei informó que en las últimas semanas su familia recibió datos que hacen crecer las sospechas sobre la misteriosa muerte del ex mandatario. Por ejemplo, la legisladora explicó que a su padre le detectaron una bacteria casi desconocida, de nombre �proteus�, contra la cual no existían medicamentos ni en Chile ni en Estados Unidos. Además, agregó Frei, varias personas desconocidas ingresaron a la habitación donde estaba internado el ex presidente horas antes de su fallecimiento. Alertada por estos datos, la senadora pidió al Ministerio de Defensa de Chile que investigue las actividades del químico Eugenio Berríos, un ex agente de la DINA ya fallecido, quien estuvo implicado en varios asesinatos de opositores.
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