Por P. V. Luego del superchoque que no arrojó víctimas, Boca y River empiezan a desandar el tramo final del Apertura con distintas urgencias y necesidades. Por lo que se vio en las 24 horas posteriores al partido, parecen ser más las que soporta el equipo de Núñez, ya que ayer su técnico Américo Rubén Gallego, estuvo �trabajando� en la cancha de Ferro, espiando a Gimnasia, un próximo rival de su equipo, que se ha plegado casi de incógnito a esta lucha por el título que mantienen los dos históricos rivales. En Boca no hubo tantas urgencias. Los jugadores descansaron para recuperarse del partido, aprovechando el feriado, y recién hoy por la mañana volverán a reunirse en Casa Amarilla, algunos de ellos preparándose para el partido que jugarán mañana contra Nacional de Montevideo, en el cierre de la fase inicial de la Copa Mercosur. Gallego formuló algunas declaraciones mientras asistía al partido. �No vine a la cancha a estudiar a Gimnasia sino a ver fútbol�, antes de asegurar que del equipo que dirige Carlos Griguol le preocupa �el juego aéreo�. Indirectamente, el técnico de Gimnasia le quitó presión no sólo al enfrentamiento futuro, sino a la posible puja por el título: �Seamos sinceros: Gimnasia todavía no tiene el nivel que muestran Boca y River. En estos momentos, somos claramente inferiores a ellos� admitió. El técnico de River no pudo reprimir su genio, el que lo lleva a ser brutalmente sincero, y dijo que �como hincha de River, quiero que Boca pierda la final de la Copa Intercontinental�, que Boca jugará el 28 de noviembre en Tokio ante el Real Madrid. Boca tiene ocho partidos por delante, de los cuales cinco son en condiciones de local. El próximo encuentro no pinta sencillo, ya que el rival será Vélez (16 puntos), que desde que el uruguayo Oscar Tabárez tomó la conducción técnica no ha perdido, y ganó en forma consecutiva los últimos tres partidos del Apertura. Luego tendrá que viajar a Santa Fe, para jugar con Colón (17 puntos), otro de los equipos de buen funcionamiento en este torneo. También es para resaltar el partido de la 15ª fecha, ante Talleres (20 puntos), que disputará justo antes de partir hacia Tokio. De todas maneras, el conjunto de Carlos Bianchi ha tenido hasta aquí un óptimo rendimiento como visitante: hasta el empate de ayer había ganado los cinco encuentros disputados en esa condición; como local, ganó el 73 por ciento de los puntos. Sigue siendo el único invicto del torneo. River tiene más partidos por delante, pero Gallego tendrá que preocuparse tanto por los rivales como por sus propias fuerzas, porque durante el superclásico algunos de sus jugadores �por caso Angel� no rindieron lo que se espera de ellos como para estar en condiciones de pelear el título, especialmente teniendo en cuenta que están en la desventajosa obligación de descontar puntos.
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