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EL CIERRE DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ
Los acordes del sur de todo

Diane Schuur, Michael Brecker y John Patitucci deleitaron a expertos y neófitos. Los hermanos músicos más famosos de Uruguay, Hugo y Osvaldo Fattoruso, fueron el centro de una jam session inolvidable.
Osvaldo Fattoruso, uno de los protagonistas del cierre del festival, en el Cerro Catedral. 
El sábado por la noche, el hotel de Bariloche fue escenario de un encuentro espontáneo e irrepetible.
Por Diego Fischerman 
Desde Bariloche

t.gif (862 bytes) Hubo una vez un grupo que hizo historia. Se parecía a The Beatles, pero no era The Beatles y, además, era uruguayo. El grupo se llamaba Los Shakers y era la invención de los hermanos Hugo y Osvaldo Fattoruso. Hubo, otra vez y en otro lugar, otro grupo legendario. Se llamaba Opa y, nuevamente, allí estaban los hermanos. El pianista Adrián IaIaies recordaba, durante un desayuno, algo que le había oído decir a Herbie Hancock: �Los acordes que toca Fattoruso los encontró en otro libro�. Se referían, Hancock e IaIaies, a esa característica del uruguayo de disparar con la música para el lugar menos previsible. IaIaies protagonizó uno de los momentos inolvidables de este festival al tocar el domingo con su trío en el medio de la nieve, en el Cerro Catedral. Los Fattoruso fueron los encargados de tocar en ese mismo lugar ayer al mediodía. Pero tal vez la postal más intensa del primer Festival Internacional de Jazz realizado en Argentina tenga que ver con lo que sucedió la noche anterior. Algo que, como suele pasar con esta música, no estaba previsto.
Varios de los músicos que habían actuado durante el sábado y el domingo estaban en el hall del hotel. Algunos de ellos tenían sus instrumentos. El cubano Horacio Hernández, notable baterista del grupo de John Patitucci, le pedía a Osvaldo Fattoruso que le enseñara �eso que tú haces y que yo no logro que me salga como la gente�. El uruguayo, con actitud de maestro, empezó a pasarle algunos yeites. Se agregaron los percusionistas y el bajista de Luis Salinas �también uruguayos�, Salinas, Patitucci, Tim Warfield (saxofonista de Nicholas Payton) y Chris Potter (saxofonista de los grupos de Dave Holland y de Patitucci y, para todos los que no lo conocían de antes, revelación del festival). Tres horas después, alguien recordó que debían salir. En el medio había sucedido, por obra y gracia del deslumbramiento de los músicos estadounidenses con las percusiones uruguayas y con el talento imprevisible de Salinas, uno de esos encuentros improbables, únicos y, por supuesto, irrepetibles, que forman parte de la historia secreta del género.
En la sección oficial, Diane Schuur �que actúa hoy en el Teatro Coliseo de Buenos Aires� mostró una voz cálida y un sentido preciso del ritmo en la improvisación (�el jazz es improvisación y sin improvisación no hay jazz�, dijo como al pasar). Michael Brecker, al frente de un grupo excelente (Larry Goldstein en órgano Hammond, Clarence Penn en batería y el sorprendente Aarón Matthweus en guitarra) hizo su versión hiperkinética e hipervirtuosa del jazz. Patitucci demostró hasta qué punto maduró como creador después de su ya lejano paso por el exhibicionismo de los grupos Elektrik y Akoustik de Chick Corea. Y Nicholas Payton apareció como el típico jovencísimo monstruo de la trompeta, tan reaccionario en sus planteos estéticos (su música es la que Davis o los Jazz Messengers podrían haber hecho a fines de los �50) como mimado por el mercado (es una de las estrellas a las que apuesta con fuerza el sello Verve, la vieja creación de Norman Granz, hoy parte de la megaempresa Universal).
El Quinteto Urbano, que lidera (aunque se opone a tal categorización) el trompetista Juan Cruz de Urquiza, reafirmó por su parte que es uno de los grupos más homogéneos, precisos y creativos de la escena local. El secretario de Cultura, Darío Lopérfido, y el de Turismo, Hernán Lombardi, adelantaron que en su próxima edición el festival se ampliará con dos sedes (Villa La Angostura y El Bolsón) y en dos días (�porque la idea de una semana completa es más interesante desde el punto de vista turístico�, señaló Lombardi). Fattoruso en el Cerro Catedral y Pablo Ziegler y Chucho Valdez en el escenario montado frente al Centro Cívico, de espaldas al lago Nahuel Huapi, cerraban ayer la fiesta de este año.

 

 

 

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