Por Angeles García La
periodista Maruja Torres ganó el domingo el Premio Planeta de Literatura,
por su libro Mientras vivimos, que había presentado bajo el falso
título de El éxtasis, con el seudónimo de A Traastevere. De la
edición 49 del tradicional certamen participaron 396 obras. Esta es una síntesis
de la entrevista que concedió el diario donde trabaja, desde hace muchos
años. --¿Por qué es
importante el Premio Planeta? ¿Sólo por los 259 mil dólares?
--El dinero es un adelanto sobre las ventas y la mitad se lo queda
Hacienda, y es el símbolo material de la enorme repercusión que este
premio proporciona a quien lo obtiene. Yo creo en mi novela, sudé sangre
escribiéndola, y quiero que la lea tanta gente como sea posible. Y,
francamente, no me disgusta en absoluto estar en un elenco del que forman
parte Juan Marsé, Manuel Vázquez Montalbán y Antonio Muñoz Molina. --¿Por qué dedicó el
premio a Carmen Kurtz?
--Porque esta escritora, que fue Premio Planeta en 1956 por su
novela El desconocido, cambió mi vida hace 36 años al ayudarme a
entrar en el periodismo y estimularme a escribir. Creo que, si viviera, se
habría alegrado mucho de verme recibir el galardón. Por otra parte, su
espíritu ha planeado sobre mi novela mientras la escribía. Se la debo a
ella. --¿Por qué? ¿Cuál es
la historia que cuenta Mientras vivimos?
--Hablo de tres mujeres muy diferentes, que pertenecen a tres
generaciones distintas, que no tienen lazos de parentesco y que, sin
embargo, están unidas por esa necesidad que las mujeres de este fin de
siglo tenemos de encontrar nuestro lugar en el mundo. --¿De nuevo una historia
feminista?
--Pues mire, más que nada, una historia realista acerca de cómo
nos transmitimos nuestro sentido de la ética y cómo nos ayudamos en
nuestro intento de vivir, de buscar la felicidad y, sobre todo, la
dignidad. El resultado puede ser feminista, pero la novela es, sobre todo
humana. Y muy entretenida, como si fuera un thriller sentimental. Hay
sorpresas, suspenso, giros inesperados. Nada es lo que parece. --¿Es una novela sin
hombres?
--No. Hay tres, e incluso una bella y triste relación amorosa.
Pero los hombres no son determinantes en Mientras vivimos, por la
sencilla razón de que para mis protagonistas femeninas, como para las
mujeres fuertes y solas de nuestro tiempo, los hombres son importantes,
pero no son ni el verdadero problema ni la única solución. Ellas quieren
ser personas. Con o sin hombres. --¿Y usted?
--También, por supuesto. Los hombres suelen ser accidentales; lo
verdaderamente estable es la lucha que una entabla para convertirse en un
ser humano decente. --¿En qué escenario se
desarrolla la historia?
--En el de los sentimientos. Pero físicamente estamos en la
Barcelona de 1999, y la acción transcurre apenas en un mes y medio. Lo
que pasa es que la introspección de los personajes nos lleva a la España
de los '60 y los '70, e incluso a la Francia de la Segunda Guerra Mundial. --¿Quiénes son las
protagonistas?
--Judit, la joven de 20 años que quiere salir del ambiente obrero
en el que ha crecido; Regina, una novelista famosa de 50 años que no se
soporta a sí misma. Y otra escritora, Teresa, cuyo recuerdo resulta
determinante para el desarrollo de la historia. --¿Cuándo se le ocurrió
escribir esta novela?
--Hacía años que el tema me rondaba, pero empecé a tomar notas
durante la gira de promoción de Mujer en guerra. Pero no acababa
de encontrar el nudo que unía la historia. Hasta que una noche, hablando
con mi amigo Terenci Moix, empecé a recordar a Carmen Kurtz y me di
cuenta de que tenía que inventar un personaje de su generación, que
aunque no tuviera nada que ver con ella, y fuera ficción pura,
representara esa ética que Carmen tuvo y que nos transmitió a sus discípulas. --¿Seguirá haciendo
periodismo?
--Claro que sí. Juan José Millás, que además de un gran
escritor es un amigo muy noble, me dijo una vez que escribir una novela es
como encerrarse en una casa que sólo le pertenece a uno y disfrutar allí
de cosas que nadie conoce. Tiene razón. Y el periodismo es como estar en
la plaza pública, en el ágora, en la vida de todos los días, con los
demás, compartiendo. Soy y seré periodista.
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