Por Suzanne Goldenberg
Desde Sharm el Sheij
Inmediatamente después de anunciar que Israel y los palestinos habían acordado ayer un cese del fuego, Bill Clinton se apartó del sombrío círculo interior de los grandes protagonistas diplomáticos, dio media vuelta, enfiló hacia la parte de atrás del clubhouse donde se había reunido la cumbre, y comenzó a pegarle a pelotas de golf. Era una forma de expresar su frustración con los protagonistas. El acuerdo de paz de ayer, alcanzado en el lugar de veraneo del Mar Rojo de Sharm el Sheij, no fue ni endosado por escrito por las partes, ni siquiera sellado con un apretón de manos entre el primer ministro israelí, Ehud Barak, y el líder palestino, Yasser Arafat. Para muchos observadores, el acuerdo era idéntico al cese de fuego mediado por Estados Unidos y anunciado hace dos semanas, que fracasó a las pocas horas.
Los presagios no habían sido nada prometedores. El presidente Clinton tuvo que admitir al comienzo de su declaración que sobre la mesa de negociaciones �se habían acumulado el dolor y el duelo�. El anfitrión de la cumbre, el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, llegó hasta pedir �salvar lo que quedaba de credibilidad del proceso de paz�. Los israelíes y los palestinos se mantuvieron separados a través de toda la negociación, que se estiró desde las 9 de la mañana del lunes a las 4 de la mañana de ayer. Barak y Arafat se sentaron a unos tres metros de distancia alrededor de una mesa en forma de herradura, con Clinton y Mubarak en la cabecera. Cuando los líderes israelí y palestino se cruzaban en el corredor ni siquiera se miraban, dijo una fuente israelí. Se dieron la mano sólo cuando Clinton los abrazó a ambos y se negaron a pasar ni un solo minuto a solas uno en compañía del otro.
Los palestinos habían pedido que una comisión internacional, que involucrara a la ONU y los líderes europeos, investigara las causas de la violencia. Israel lanzó una devastadora campaña para contrarrestar la crítica del Consejo de Seguridad de la ONU, de que sus tropas han seguido la política de tirar a matar contra la juventud de tirapiedras, y que no perdonaron ni a los niños pequeños. A las 7 de la tarde del lunes a la noche era claro que la cumbre estaba en problemas cuando una reunión de ministros de Relaciones Exteriores terminó con una pelea a los gritos. Según una versión, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Shlomo Ben Ami, le dijo al jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat, que la investigación buscada por Arafat era una excusa para evitar el progreso del proceso de paz. Erekat respondió: �Ustedes son unos verdaderos héroes, amenazándonos con armas�. Según otra versión, había llamado a los israelíes �nazis�.
Después de golpear la mesa con su puño, Ben Ami salió furioso de la reunión. Más tarde fue persuadido a regresar por la secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright. Pero era evidente que los funcionarios no llegaban a redactar una agenda para que la discutieran sus líderes. Las relaciones no mejoraron durante el banquete de la cumbre. Barak se quedó sólo una hora, regresando a su hotel mientras los demás huéspedes seguían tomando café. Los funcionarios israelíes dijeron que él había sido �humillado� por la atmósfera de las conversaciones. Egipto se negó a izar la Estrella de David de Israel junto a las banderas Norteamericana y Palestina, y los medios egipcios, controlados por el Estado, se refirieron al país como �entidad sionista�.
La sesión crucial, entre un exhausto Barak y Clinton parece haber tenido lugar entre las 2 y las 4 de la mañana, cuando el líder israelí asintió a una declaración que lo compromete a poner fin a la violencia, y a aflojar los controles de seguridad sobre los palestinos. Pero en el momento de la ceremonia de cierre, el lado israelí estaba tratando de sacar partido del resultado de la cumbre de emergencia. Según Barak, las primeras medidas se implementarían de inmediato, apenas momentos después de que su jetaterrice, cuando los oficiales de seguridad israelíes y palestinos se deberán reunir para decidir cómo limar los puntos de fricción.
El acuerdo, si se mantiene, se desplegará en tres etapas. Primero, los israelíes deberán reabrir inmediatamente el aeropuerto de Gaza (ya lo hicieron) y los cruces de frontera a Egipto, que se cerraron la semana pasada. Mañana a la noche, si la violencia cediera, Israel deberá regresar sus tanques que están en Cisjordania y Gaza (ya lo está haciendo), y quitar las púas de metal en los bloqueos de caminos en las entradas a las ciudades palestinas. Sólo entonces Israel tomará una decisión para levantar el cierre impuesto a Cisjordania y Gaza, que era una de las principales exigencias palestinas. Pero un funcionario en el avión de Barak dijo que el acuerdo ganaba peso a través de un acuerdo secreto para que la CIA trabaje en conjunto con los jefes de inteligencia de Israel y los funcionarios de seguridad palestinos para desactivar los detonantes de los choques de los últimos 19 días. Los dos lados también acordaron en realizar una investigación de la matanza de ya cobró más de 100 vidas. Los palestinos estarán profundamente desilusionados por el acuerdo de establecer una �comisión investigadora�. Aunque el secretario general de la ONU, Kofi Annan, será un miembro, el presidente de Estados Unidos tiene autoridad total sobre el alcance de la investigación.
La recompensa de la cumbre llegará dentro de dos semanas. Si, y este es un si enorme, todo va bien in situ, y no hay más muertes en Cisjordania y Gaza, entonces los funcionarios de Estados Unidos explorarán las posibilidades de revivir el proceso de paz. Pero, una hora después del anuncio de Clinton de que los dos lados habían acordado detener el derramamiento de sangre, se libraba un tiroteo en las afueras de Jerusalén.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
UNA INTERNA SILENCIOSA ANTE UN DETERIORADO LIDER PALESTINO
Ya se discute quién sucederá a Arafat
Por I. B. *
Desde Jerusalén
Nadie en Medio Oriente daba gran cosa anoche por la promesa de Yasser Arafat en la cumbre de Sharm-el-Sheij de terminar la Intifada armada de Al Aqsa contra Israel, pero hay signos crecientes de que, si los palestinos logran un acuerdo final de paz con el Estado judío, otro líder tendrá que consumarlo. Antes de que se reuniera la cumbre, el primer ministro israelí Ehud Barak había dejado claro que ya no considera al veterano jefe de la Organización para la Liberación de Palestina, de 71 años, como un socio con el que Israel pueda acordar. La mala salud de Arafat ya ha convertido la sucesión en tema candente. Si se reanuda el derramamiento de sangre, como parece probable, y no aporta ningún beneficio, como también parece probable, puede haber presión externa �y tal vez interna� en favor de un cambio en la cúpula. Los candidatos probables son:
1: Mahmoud Abbas:
Secretario del comité ejecutivo de la OLP y fundador del movimiento Fatah, que constituye un integrante más importante y de más larga data. Tiene 66 años y se lo conoce más por su nombre de guerra, Abu Mazen. Nacido en Safad, en el norte de Palestina, Abbas ayudó a diseñar los acuerdos de Oslo. Para su pueblo sería el candidato de la continuidad, pero tiene poco carisma. Probablemente sería aceptable para Israel y Estados Unidos.
2: Ahmed rei:
Negociador de la OLP en Oslo, presidente del Consejo Legislativo Palestino y lo más parecido que tiene Arafat a un número dos. Pero cualquier sucesor necesitará el apoyo firme de dos figuras poderosas pero más jóvenes y sombrías dentro del liderazgo palestino, ambas a cargo de los ministerios de Seguridad que resultan centrales al funcionamiento de Oslo.
3: Muhammad Dahlan:
Jefe del aparato de seguridad preventivo de elite en la Franja de Gaza y veterano del diálogo con sus contrapartes de seguridad israelíes. Como otros cuadros de Fatah, el coronel Dahlan estuvo encarcelado en prisiones israelíes antes de ser deportado y compartir con Arafat el exilio en Túnez.
4: Jibril Rajub:
La contraparte del coronel Dahlan en Cisjordania es un hombre alto y de gran contextura, con un aspecto amenazante y un hebreo fluido aprendido durante sus 17 años tras las rejas.
5: Marwan Barghouti:
Un nombre nuevo y relativamente desconocido, también es un ex prisionero, deportado y partidario de Arafat, y encabeza el Tanzim (Organización) de activistas armados de Fatah, los hombres que han estado disparando contra los israelíes y ahora enfrentarán la demanda de desarmarse para cumplir con el acuerdo de Sharm el-Sheij. Barghouti, de 41 años, es un aliado muy cercano del coronel Rajub y ha ascendido a la prominencia desde Oslo. Se lo ve como el responsable del éxito de las manifestaciones recientes. Parte de su atractivo es que se lo ve como el único hombre capaz de actuar en coordinación con grupos extremistas islámicos como Hamas y Jihad Islámica.
La pregunta de quién debe suceder a Arafat no es un tema para la discusión en público y especialmente no lo es en este momento, en que los palestinos cierran filas en una confrontación cuyo desenlace final aún dista de ser claro. Sin embargo nadie puede estar seguro de que un sucesor puede aportar lo que el �Sr. Palestina� no ha podido. �Todos saben que sólo Arafat puede soportar la presión de hacer concesiones a Israel� -comenta Danny Rubinstein, un importante experto�. No son sólo los candidatos a la sucesión de Arafat los que le desean buena salud, así puede firmar un acuerdo permanente. Muchos israelíes también creen que sinArafat llevará muchos más años hasta que haya otro líder palestino suficientemente fuerte para completar este proceso de paz.�
* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
�La paz es para Barak y
Arafat, no para nosotros�
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Un friso de la violencia ayer en la Franja de Gaza y en Ramalá y Belén, en Cisjordania.
Si la implementación efectiva es la prueba de fuego de Sharm el-Sheij, los pronósticos son malos. |
Por Ian Black *
Desde Belén
No parecía un cese del fuego: una docena de jóvenes palestinos apuntaban sus hondas contra un fortín israelí mientras esperaban que sonara el familiar estruendo de las armas proveniente de las torres. Con la tinta del acuerdo de Sharm el-Sheij apenas seca, la Tumba de Raquel en las afueras de Belén volvió a ser en la tarde de ayer un campo de batalla como en otros momentos de las dos últimas sangrientas semanas. Dos palestinos murieron y un israelí fue seriamente herido aun antes de que Ehud Barak y Yasser Arafat volaran de regreso desde Egipto. Muchas voces insistían además en que, más allá de lo que se haya prometido, la violencia continuará.
�Deben poner fin a la ocupación israelí�, reclamó Marwan Barghouti, líder de Tanzim. Son los hombres de Tanzim, abiertamente leales a Arafat y su partido Al Fatah, quienes han estado disparando contra las fuerzas israelíes a una escala sin precedentes y provocando un mortífero fuego en respuesta. �Si no negociaron con este tema sobre la mesa, entonces no tuvieron éxito �agrega�. La Intifada pacífica continuará.�
Pero no fue pacífica: alrededor de la Tumba de Raquel, entre el barrio palestino Beit Jallah y el barrio israelí de Gilo �construido sobre territorios ocupados pero ahora anexado a Jerusalén�, el fuego de las armas automáticas movilizó a los tanques israelíes. Mientras aterrorizados civiles huían hacia las calles exteriores, un policía israelí de frontera recibió un disparo. En total, 160 familias fueron evacuadas. Más tarde, altos funcionarios del ejército advirtieron tajantemente que si los judíos son forzados a dejar sus hogares �a 15 minutos del centro de Jerusalén�, lo mismo ocurrirá con los palestinos. �En tanto siga habiendo disparos, el acuerdo de la cumbre es sólo palabras�, explica Rami Meyer, residente de Gilo. �Barak firmó y ellos inmediatamente abrieron fuego.�
Si la implementación efectiva es la prueba de fuego de Sharm el-Sheij, los pronósticos son malos. Los hombres de Barghouti deberán ser desarmados, o al menos dejar de disparar, y cumplir con �minuciosos acuerdos de seguridad�. Sin eso, Israel no se sentirá realmente comprometido a retirar sus tanques y armamento pesado, apostados ahora en las afueras de la mayoría de las ciudades palestinas y bloqueando caminos. �La gente de Fatah estaba en contra de la cumbre, y sabemos que Arafat concurrió por las presiones que pesan sobre él �declaró Bassam Naim, líder de Fatah en la ciudad de Nablus, Cisjordania�. No podemos aceptar que se vuelva a coordinar la seguridad.�
Los incidentes de ayer en la Tumba de Raquel siguieron un patrón fatigantemente familiar: 11 palestinos fueron heridos mientras arrojaban piedras y bombas incendiarias contra un puesto militar. En un ciclo vicioso que se retroalimenta, los incidentes siguieron a la muerte de un joven de 15 años el lunes, que recibió un disparo cuando se aprestaba a arrojar una bomba molotov desde una barricada. Mientras el joven era sepultado, los miembros de la comitiva fúnebre gritaban �No a Sharm elSheij, sí a la lucha armada�. �Nada cambiará ahora �explicó uno de ellos-. La paz es para Arafat y Barak, pero no para nuestra gente.�
En las afueras de Nablus, un campesino palestino de 28 años fue asesinado por colonos judíos que luego fueron arrestados. Otros tres pobladores resultaron heridos. Testigos palestinos aseguraron que los incidentes no fueron provocados, y que el hombre sólo estaba cosechando aceitunas. Pero Yehoshua Mor-Yosef, vocero de los colonos, insistió en que los campesinos atacaron primero con cuchillos y barras de hierro, y que los colonos dispararon tiros al aire en forma de advertencia antes de apuntarles directamente.
En la Franja de Gaza, un palestino fue asesinado y otros 10 heridos mientras cientos arrojaban piedras al puesto de control militar del ejército israelí en Erez. El ejército aseguró además que un francotirador hirió a un lanzador de bombas incendiarias. Los israelíes aseguran estardisparando balas de goma contra los palestinos para evitar que aumenten las bajas, una afirmación recibida con incredulidad por palestinos, grupos defensores de derechos humanos y las Naciones Unidas.
Funcionarios de seguridad de ambas partes debían encontrarse ayer por la noche para cerrar de una forma u otra los arreglos prometidos en la cumbre. Pero las voces israelíes en favor de la paz aseguran que un cese del fuego no es suficiente porque la paz requiere el desarme tanto de los colonos israelíes como de Tanzim. �Las milicias armadas en Cisjordania son un claro peligro para el proceso de paz y la seguridad de Israel�, explican.
Traducción: Florencia Grieco.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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