Por Claudio Zlotnik
La rueda del 17 de octubre sumergió a la Bolsa hacia su peor momento del año. Ayer, el índice de acciones líderes MerVal cayó un 4,1 por ciento y se situó en los 419,06 puntos, el nivel más bajo en lo que va de 2000. Los títulos públicos también sufrieron fuertes caídas, en la mayoría de los casos superiores al 2 por ciento. Y, por si eso fuera poco, el Gobierno debió pagar una tasa de interés más alta para refinanciar deuda. Además del desplome de los papeles empresarios que cotizan en el recinto porteño, hubo bajas importantes en las bolsas latinoamericanas y en Wall Street. En ese nervioso escenario, el Citibank aconsejó a sus clientes de renta fija disminuir su cartera en bonos argentinos para comprar títulos brasileños. En un día histórico para el peronismo, a los financistas de la city el 2000 los encontró dominados.
En lo que va del mes, el MerVal acumula un quebranto de 11,9 por ciento. Ayer, con un volumen de operaciones modesto, de 22,7 millones de pesos, hubo caídas notorias: Comercial del Plata (9,8%); Grupo Financiero Galicia (8,0%); Acindar (7,0%), Telecom (5,7%) y Telefónica de España (5,6%). No obstante, el dato que más llamó la atención de los operadores fue el fuerte derrape de los títulos de deuda. Los Globales perdieron entre 2,0 y 2,3 por ciento; los Bontes, cayeron hasta 2,8 por ciento (como fue el caso del que vence en el 2009); y los Brady, un 1,0 por ciento promedio. Ese mayor riesgo-país quedó en evidencia a media tarde, cuando Economía salió a refinanciar 100 millones de dólares a través de un Bono-Pagaré a un año y diez meses de plazo. José Luis Machinea debió afrontar una tasa del 11,7 por ciento anual, 1,2 punto por encima del 10,5 por ciento pagado un mes atrás.
Desde el Palacio de Hacienda salieron rápidamente a dar explicaciones. Miguel Bein, secretario de Programación Económica, consideró que la Argentina �no está siendo más castigada que otros países emergentes�. El funcionario apuntó que el riesgo-país argentino va de la mano con el del resto de la región, y descartó que la crisis política esté relaciona con la caída de los bonos. Los títulos de deuda brasileños también cedieron aunque menos que los locales, entre 1 y 2 por ciento. Al buscar las razones de caída y el consecuente incremento en las tasas de interés, Bein señaló que �en la actualidad hay disponibles para los emergentes apenas un tercio de los capitales que existían a comienzos de año�, razonó.
Hasta ahora, el equipo económico había convivido con un contexto internacional favorable, con las principales economías expandiéndose a un ritmo sostenido. A pesar de ello, la Argentina no pudo subirse a la ola y fue la excepción a ese veranito. Las bruscas caídas de ayer en las plaza internacionales (el Dow Jones bajó 1,5 por ciento; el Nasdaq, 2,3; Brasil, 2,4; y México, 1,4) no hace más que profundizar un ciclo bajista que comenzó el mes pasado y se afianzó tras los problemas en Oriente Medio que dispararon el precio del petróleo.
Algunos analistas están previniendo sobre una posible crisis internacional. Tal fue el caso de Bill Gross, la cara visible del fondo de inversión estadounidense Timco, uno de los más importantes en renta fija del mundo. Gross recomendó a sus clientes desprenderse de los títulos de deuda de las empresas estadounidenses de segunda línea. Para los inversores, esos bonos tienen un nivel de riesgo similar al de los títulos de deuda de los países emergentes (de hecho, a ambos se los conoce como �bonos basura�). Y fue por ese motivo que salieron, presurosos, a venderlos, provocando una caída en picada. De todos modos, lo más importante que dijo Gross es que su consejo se basaba en que, tarde o temprano, Estados Unidos entraría en recesión.
José Siaba Serrate, experto en mercados internacionales, comentó a Página/12 que ahora �hay que seguir muy atentamente la evolución de los mercados ya que este derrume podría estar prenunciando problemas serios.Aunque no creo que la economía estadounidense ingrese en un ciclo recesivo antes de fin de año�.
Aconsejan bajar impuestos
El banco de inversión estadounidense Merrill Lynch, uno de los de mayor reputación en Wall Street, sugirió, a través de uno de sus economistas jefes, Eduardo Cabrera, que la Argentina debe bajar impuestos para lograr salir de la recesión. �Se necesita una política económica firme que reanime el crecimiento. A corto plazo (una reducción impositiva) afectará el déficit fiscal, pero si aumenta el consumo también lo hará la recaudación�, explicó Cabrera, un experto en economías latinoamericanas. �Es necesario cortar impuestos para lograr ingresos. Si no hay ingresos fiscales, continuará habiendo déficit. Lo que Argentina tiene que hacer es estimular la economía, tratar de que los consumidores y los hombres de negocios rompan el estancamiento para lograr un incremento en la recaudación�, subrayó el economista, al delinear una teoría que, por ahora, José Luis Machinea se ha resistido a aplicar.
Para Cabrera, la Argentina posee dos �ventajas� que hacen viable la posibilidad de disminuir la presión impositiva y favorecer la recuperación: un sistema financiero sólido y el plan de Convertibilidad, �que hizo a la economía más eficiente�. �Aumentaron los gravámenes y la economía está languideciendo �disparó�, ahora hay que ver qué hacen para salir de la recesión.� Por último, Cabrera dijo que su receta fue la misma que eligió Brasil, que este año crecerá 4 por ciento y disminuirá a la mitad su rojo fiscal. |
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