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Economía acordó con los concesionarios de peajes

Las tarifas se moverán según la evolución de costos de los grupos que manejan las rutas, a la vez que el Estado les reconocerá la deuda que reclaman. Ese abultado pasivo será cancelado con títulos públicos.

Máximo Fioravanti, secretario de Obras Públicas. El negociador.
Los actuales contratos con los concesionarios terminarán en el 2003.

Por Cledis Candelaresi

t.gif (862 bytes) El Gobierno y los concesionarios de peaje ya cerraron un acuerdo que define que no habrá más incrementos automáticos de tarifas, aunque éstas no estarán congeladas. Para arrimar posiciones, Economía se comprometió a reconocer y pagar con bonos una millonaria deuda que le reclaman las adjudicatarias, apenas se precise el monto de esta obligación estatal, que en ningún caso será inferior a los 250 millones de pesos. La gran apuesta oficial es que las empresas ejecuten obras por un valor que estará sujeto a la letra fina de la renegociación en marcha.
La primera determinación oficial es que los contratos actuales expirarán en el 2003, tal como estaba previsto, y que los corredores nacionales comenzarán a relicitarse a partir del año próximo por períodos más extensos, posiblemente superiores a los 20 años. Pero la transición no evitaría que se avance en la ejecución de planes de obra, inversiones que el Gobierno considera vitales para empujar la reactivación.
Enrique Sergiotto, directivo de la Asociación de Concesionarios, dio la clave para que esto ocurra en diálogo con Página/12. �Por contrato aún tenemos que ejecutar hasta el 2003 obras por 600 millones de pesos. Si el contrato se readecua y el Estado nos paga lo que debe, se destrabarán�, aseguró el hombre de Roggio.
Desde 1991 �cuando el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, renegoció los contratos para evitar que las tarifas aumentaran a 3 dólares cada 100 kilómetros (contra el 1,75 actual)� los peajes se ajustan anualmente el equivalente al 80 por ciento de la tasa Libo. Esto significó aplicar aumentos de entre el 5 y el 6 por ciento cada año o, en su defecto, que el Estado asumiera el compromiso de subsidiar a las empresas por el monto equivalente a la mayor recaudación que hubiesen obtenido con el aumento que las empresas finalmente no aplicaban.
Las adjudicatarias �grupo integrado por las grandes constructoras nacionales� presionaron al Estado para modificar el método de ajuste por otro que respetara los costos minoristas de Estados Unidos, tal como ocurre con los accesos a la Capital. Pero con deflación esa cláusula implica aplicar periódicamente subas de tarifas políticamente intolerables.
Finalmente, el Gobierno y las empresas acordaron que las tarifas se ajusten hacia arriba o hacia abajo si los costos aumentan o decrecen más de un 5 por ciento. En otros términos, el peaje subirá o bajará según una fórmula que combinará el Indice de Precios al Consumidor y el de la Construcción.
Las concesionarias tienen planes de obra paralizados. Esto les dio margen para eludir multas y, al mismo tiempo, exigir que el Estado cancele su obligación por subsidios impagos: tanto el que anualmente se comprometió a pagar desde 1991, como aquel que debía desembolsar para frenar aumentos de tarifas.
Los empresarios, liderados por Techint, Roggio y Macri, reclaman 350 millones de pesos. Para Economía, hasta ahora nada permite sostener que esa acreencia supera los 250 millones de pesos. �Pagaremos con bonos. Pero la cuestión es ver a qué valor serán computados�, comentó a Página/12 el secretario de Obras Públicas, Máximo Fioravanti, para quien su pase de Infraestructura a Economía en nada alteró esta renegociación.
El dilema que planteó el funcionario es el mismo que enfrenta el Estado en otras renegociaciones donde hay por medio deuda pública. La cuestión no sólo es precisar cuánto debe el Tesoro sino a qué valor va a computar los títulos que entrega: si nominal o real.

 


 

REPLICA DE MACHINEA A TERRAGNO POR EL CREDITO PUENTE
�Encantado, si lo consigue�

El ministro de Economía no dejó pasar el ataque que le lanzó el ex jefe de Gabinete Rodolfo Terragno desde Londres. �Me parece bárbaro que Terragno lo consiga�, dijo José Luis Machinea en respuesta a la sugerencia de éste de �un puente financiero que nos permita impulsar una baja de impuestos, necesaria para la reactivación�, mencionado por el ex funcionario en una entrevista concedida a Página/12 durante su estadía en la capital británica, publicada en la edición de ayer. �Cuando estaba en el Gobierno no lo conseguía, si lo consigue ahora en su gira por Europa, encantado�, le devolvió el embate, con un dejo de ironía, el jefe del Palacio de Hacienda. Terragno había asegurado que �el Gobierno busca un crédito contingente que no ha conseguido aún del FMI, que en principio le otorgó unos 7 mil millones, pero quisiera uno más amplio y el Fondo dijo que no�. 
Terragno había criticado, en la entrevista con este diario, la suba de impuestos propuesta por Machinea y asumida por el Gobierno para reducir el déficit fiscal de este año. �Yo me oponía a la idea de aumentar impuestos porque me parecía contraproducente para una economía que estaba saliendo de la recesión�, planteó el ex jefe de Gabinete. �Si me preguntan qué es lo que más me gustaría, aparte de que gane Racing, diría que podamos bajar impuestos, pero que me expliquen qué gasto bajamos, porque si no, es magia�, señaló ayer Machinea en la entrevista que le realizó Víctor Hugo Morales por Canal 7. 
La postura del ex jefe de Gabinete no fue la única con la cual polemizó ayer Machinea en su presentación en el programa �Desayuno�. También se refirió al paro agropecuario, a las declaraciones de Raúl Alfonsín de la semana pasada contra la convertibilidad y a los cuestionamientos de los gobernadores al proyecto de Presupuesto nacional para el 2001. A cada uno le respondió extensamente, con los siguientes comentarios:
Alfonsín y convertibilidad. �Sus declaraciones en este momento político de la Argentina, donde hay ruidos políticos, para llamarlos de alguna manera, me parecen que son agregarle ruido económico a una situación nerviosa. Diría yo que es innecesario, absolutamente innecesario, porque lo que hace es traer más incertidumbre. Esta discusión (Alfonsín había dicho que la convertibilidad era la peor noticia económica de la Argentina en el último siglo) la tenemos que dejar para un seminario, para alguna charla privada, o para una situación política más tranquila en la Argentina. Ya hay bastante incertidumbre generada por algunos hechos políticos como para agregarle una incertidumbre adicional...�
Paro del agro. �La gente de campo se queja porque tiene falta de rentabilidad, y yo creo que existe falta de rentabilidad en alguna parte del sector agropecuario. Se queja la gente del campo pero también se queja el comercio por falta de rentabilidad, se queja la gente que tiene el problema del desempleo. El problema de uno es cómo resuelve estos temas, ¿le da un cachito al campo, un cachito a la industria, otro cachito al que está desempleado? Así no se arregla el país...�
Gobernadores y Presupuesto. �Yo creo que hay un problema de solidaridad ahí, para que tengan (los gobernadores justicialistas) una actitud muy dura. Si no, realmente, no lo entiendo. El Presupuesto tiene, por primera vez, un programa de (obras de) infraestructura como el que Argentina no tiene desde hace, 10, 15 o 20 años. Implica hacer obras en todo el país. Por lo tanto, si hay alguien que se beneficia de este presupuesto son las provincias argentinas a través de este proyecto. Sinceramente, en términos de recursos y de integración territorial, este Presupuesto es mejor que muchos otros...�

 

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