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Liporaci dice tener datos claves sobre las cuentas

El juez recibió ayer, vía Oficina Anticorrupción, el informe de la SIGEN sobre las cuentas de la SIDE y los misteriosos millones de pesos que se acreditan en una de ellas. En el juzgado dicen tener otros datos que podrían coincidir con los de la SIGEN.

El juez Liporaci recibió el informe SIGEN, pero aún no lo leyó.

Por Adriana Meyer

t.gif (862 bytes) Oscuros nubarrones crecen en el horizonte no sólo político sino también judicial del jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes. En el juzgado federal que conduce Carlos Liporaci, a cargo del caso de los sobornos en el Senado, dicen poseer información clave sobre los movimientos en las cuentas de ese organismo. Y el dato puede ser coincidente con lo que descubrió la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), es decir, que la SIDE reportó 22 millones 300 mil pesos como gastados que en realidad estaban depositados en una de las tres cuentas que tiene en el Banco Nación. La SIGEN denunció esto ante la Oficina Anticorrupción (OA) y cuando Liporaci analice el informe que le enviaron ayer desde esa dependencia determinará el destino del jefe de los espías. �Creemos que es lo mismo que teníamos por otra vía, pero debemos confirmarlo antes de resolver si De Santibañes viene a declarar como testigo o como imputado�, comentó a este diario una alta fuente del caso. 
Con el informe del síndico Rafael Bielsa sobre la mesa, los investigadores del caso repasaron cada foja del expediente en que figura la SIDE. Así recordaron que la primera vez que declaró el secretario de Finanzas del organismo, Juan Gallea, sólo mencionó una de las tres cuentas que tienen los espías en el Banco Nación. Una semana más tarde el diario Río Negro publicó que dos días antes que el Gobierno anunciara que se habían destrabado las negociaciones por la Reforma Laboral (el 11 y 13 de abril), salieron dos cheques de 6 millones y medio de pesos de la cuenta 1581/11 que fueron al Tesoro del organismo. Gallea tuvo que volver al juzgado y admitió la existencia de las otras dos cuentas. El 5 de octubre, el mismo funcionario concurrió otra vez �acompañado por el ex ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra� para mostrar comprobantes de pago que habrían resultado contundentes para justificar el destino de esos cheques, aunque sólo para el juez. Gil Lavedra enfatizó entonces que �el camino de la SIDE está cerrado�. Sin embargo, las demás partes de la investigación les restaron peso a los �papeles� exhibidos. Además, el levantamiento del secreto a través de un decreto presidencial no fue suficiente para esclarecer este capítulo.
No son pocas las contradicciones que detectaron quienes estudian la causa a diario. De Santibañes se ufanó de haber reducido los gastos de la SIDE, entre otros aspectos, por el despido de 1200 agentes. Elaboró su propio presupuesto pero en enero se dio cuenta que la plata no le iba a alcanzar y pidió un refuerzo de 50 millones. Seis meses después recibió 30 a través del decreto reservado 569/00. Los investigadores tenían ese dato y lo comprobaron con la declaración de la secretaria legal de la Presidencia, María Elena Machinea. �La sensación es que dan explicaciones y a la semana aparece algo nuevo que no dijeron, y hay que volver a llamarlos, pero la discrecionalidad que ampara las actividades secretas sigue siendo el mayor escollo para llegar a la verdad�, confesó uno de ellos. Ante la primera versión sobre el decreto, una alta fuente de la SIDE desmintió en este diario la existencia del mismo. Pero a los cuatro días el vocero del organismo tuvo que desmentir el desmentido. La evidencia se había materializado con la llegada al juzgado del expediente del Ministerio de Economía que contenía una copia del decreto. 
Ahora la SIGEN descubrió que el jefe de la SIDE informó a la Contaduría General como pagados fondos que estaban depositados en otra cuenta y sus auditores están tras la pista de otros 10 millones que habrían tenido destino incierto. Liporaci se fue enterando a través del itinerario mencionado sobre la existencia de esa y las demás cuentas. 
El ex banquero convocó a los medios para mostrar el informe sobre las cuentas que había entregado en el juzgado. Entonces aseguró que �la SIDE debe mantener existencias importantes de dinero en efectivo por diversas razones que hacen a la seguridad nacional�. Pero los investigadores comprobaron que antes del ingreso de los 6 millones y medio, ocurrido enabril, no había habido ninguna entrada de esa magnitud en la caja del organismo.

 


 

PONTAQUARTO Y FRAGA, IMPUTADOS
Un poco peor para dos

Por A.M.

Los dos funcionarios señalados como el presunto �correo� de los sobornos del Senado fueron imputados por el juez federal Carlos Liporaci. El ex secretario parlamentario de la Cámara alta, Mario Pontaquarto, y Martín Fraga Mancini, secretario del senador justicialista Remo Costanzo, deberán declarar como partícipe necesario y secundario �respectivamente� del episodio de cohecho que habría antecedido a la sanción de la Reforma Laboral. Por otra parte, ayer fue indagado el senador Ricardo Branda. 
Según el anónimo que describió la �trama secreta� del caso, Pontaquarto habría prestado su auto para retirar los fondos con que se pagaron los sobornos, mientras que Fraga es mencionado como quien habría repartido �la mayor parte de la plata�. Una alta fuente del caso aseguró a Página/12 que �hay indicios más allá del anónimo� contra los dos imputados, que se suman a los once senadores acusados en principio por Liporaci. Esos elementos pueden haber surgido de la investigación del patrimonio de los sospechados. En el expediente consta que Pontaquarto, ladero del senador José Genoud, compró el 30 de mayo dos caballos purasangre. Una de las adquisiciones la hizo junto a un socio de apellido Mitre. Sin embargo, a los pocos días vendió uno de los animales. En relación con Fraga está comprobado que realizó un viaje al Caribe en pleno escándalo y que lo pagó con cheques de su esposa. Según el anónimo, cuando su nombre empezó a sonar en los pasillos del Senado, Fraga se habría asustado tanto que su jefe, el senador rionegrino, �lo subió a un avión y lo envió de vacaciones�.

 

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