El Gobierno admitió ayer que cerrará con Aguas Argentinas un acuerdo muy emparentado con la propuesta que presentó la empresa para ejecutar su plan quinquenal de inversiones. La concesionaria del servicio en Capital Federal y Gran Buenos Aires reclamó un aumento de tarifas del 9 por ciento a aplicar en tres ajustes anuales consecutivos, para realizar obras por un monto total de 1062 millones de pesos. José Luis Machinea sostuvo ayer que se dispone a sellar un pacto con la adjudicataria del servicio sanitario de la Capital Federal y el Conurbano para destrabar inversiones �por 1000 millones de pesos�, y admitió que éstas se costearían con un ajuste tarifario �en tres años�. Casi un calco de la iniciativa empresaria.
Con este acuerdo �que según el ente regulador no estará cerrado antes de un mes� el Gobierno aspira a destrabar inversiones para el año próximo, aún a costa de aumentos tarifarios o del reconocimiento de millonarias obligaciones estatales a favor de los concesionarios, aunque omitiendo cualquier incumplimiento en que hubiesen incurrido las empresas. Trenes urbanos, peajes, accesos a la Capital y autopista a La Plata integran un paquete de renegociaciones que la gestión aliancista está apurando con idéntica estrategia: respetar casi a pie juntillas la propuesta del adjudicatario.
La negociación con Aguas Argentinas comenzó hace varios meses e incluyó una audiencia pública que desnudó una de las mayores debilidades del plan empresario. A ojos de algunos municipios, usuarios y del propio Ente Regulador de Obras y Servicios Sanitarios, el programa de obras para los próximos cinco años preveía una expansión de la red cloacal básicamente hacia las zonas de mayor poder adquisitivo y, por lo tanto, donde es más seguro el cobro del servicio y el repago de las obras. Por el contrario, no se contemplaban algunos emprendimientos imprescindibles para sanear el menos favorecido sur.
El Etoss �donde tiene participación un funcionario de la Ciudad, otro de la Nación (ambos aliancistas) y otro de la provincia de Buenos Aires (PJ)� consiguió que la empresa se avenga a reformular parcialmente su plan en función de esas necesidades. Pero parece dispuesto a aceptar el criterio de que las inversiones sean costeadas con un aumento de tarifa, quizás influido por la instrucción que les impartió el coordinador de Infraestructura, Miguel Bein, de apurar un acuerdo.
Sin embargo, al comienzo del análisis del plan quinquenal, los técnicos del ente más próximos al gobierno opinaban que con la tarifa actual, Aguas podría cubrir perfectamente un programa de inversiones de alrededor de 900 millones, apenas 200 menos de los que propuso la empresa. Ahora, fuentes ligadas al Gobierno apuntan hacia el gobernador Carlos Ruckauf y aseguran que el problema son las obras que estaría demandando la provincia de Buenos Aires, supuestamente imposibles de costear con los 500 millones que recauda anualmente Aguas Argentinas. 
Con semejante convicción, el Gobierno se apresta a cerrar un acuerdo con los concesionarios de trenes urbanos, que permita ejecutar obras (nuevas y de las previstas en el contrato original) gracias a un aumento del boleto. A los adjudicatarios de rutas por peaje no les permitirá extender automáticamente la concesión, pero tendrán prioridad para participar en las nuevas licitaciones de los corredores, el Estado se comprometerá a pagar como mínimo 250 millones de los 350 que le reclaman las empresas al Tesoro y ni se discuten penas por las inversiones paralizadas.
Para el ávido equipo económico todo vale si se trata de conseguir alguna obra que dispare la reactivación.

DEFINICIONES DE CRISTIANO RATAZZI, NUEVO TITULAR DE ADEFA
Entre cerrar o producir a pérdida

Cristiano Ratazzi, el ayer designado nuevo titular de Adefa, comenzó su gestión al frente de la entidad empresaria que agrupa a las terminales automotrices pisando el acelerador. Afirmó que los costos de la industria se encuentran en un punto en el cual resulta indiferente seguir trabajando a pérdida en Argentina o trasladar las fábricas a Brasil, negó que los precios de los cero kilómetro puedan bajar si no lo hacen previamente los impuestos y respaldó fuertemente la Convertibilidad.
�Tenemos buenas plantas aquí. A las fábricas no se les puede poner rueditas, pero si los costos siguen altos y el mercado bajo, estamos cerca del punto de indiferencia entre cerrarlas o seguir produciendo a pérdida�, explicó. Ratazzi, quien asumió al frente de los fabricantes de autos en reemplazo del presidente de Peugeot, Luis Ureta Sáenz Peña, también descartó la posibilidad de bajar el precio de los cero kilómetro debido a la fuerte presión impositiva. 
En momentos en que Ratazzi realizaba esas declaraciones, el secretario de Industria, Javier Tizado, su par de Brasil, Reginaldo Arcuri, y el embajador de ese país para el Mercosur, José Botafogo Gonçalves, intentaban destrabar en Río de Janeiro el acuerdo bilateral para el sector. Las demandas de los terminales brasileñas es el mismo que las argentinas. El gobierno de Brasil es quien hoy defiende estos puntos de vista. Luego de la complementación productiva gestada entre las automotrices del Mercosur, las terminales se oponen al decreto del Ejecutivo argentino que establece una medición del componente nacional del 30 por ciento neto de exportaciones.
El flamante presidente de Adefa también describió un sombrío panorama del sector. La pérdida global de la industria será este año de 600 millones de pesos y en el 2001 se esperan pérdidas similares. No obstante, los empresarios aprovecharon el cónclave que eligió nuevo presidente para criticar las expresiones del ex presidente Alfonsín acerca de eliminar la paridad cambiaria. �No tiene ningún sentido hablar del tipo de cambio, me parece hasta incoherente. Entre gente normal no existe la posibilidad de pensar en una devaluación�, indicó Ratazzi. Si así fuese en vez de producir 300 mil autos volveríamos a 100 mil y se profundizaría la recesión, concluyó.

Los hombres de campo apuntan a Storani

El presidente de la Confederación Agraria (CRA), Manuel Cabanellas, sostuvo ante Página/12 que la actitud del Gobierno agravia a las productores que hoy cumplirán el quinto y anteúltimo día de paro agropecuario. El dirigente destacó en particular las expresiones del ministro del Interior, Federico Storani, quien calificó como injustos los reclamos de los ruralistas y señaló que el campo �ha sido beneficiado con una cantidad de recursos impresionante�. Para Machinea, �la mesa del diálogo sigue tendida�.
Cabanellas destacó a este diario que, con el devenir de la protesta, los ánimos de quienes se manifiestan en los piquetes fueron caldeándose. En este contexto, �el Gobierno, lejos de tranquilizar a los productores, recurre a expresiones que agravian�, expresó. Sin embargo, a pesar de su enojo, el dirigente no confirmó la continuidad de la medida como se especuló inicialmente. �Eso lo decidiremos a último momento�, consideró.
José Luis Machinea, en tanto, consideró que la posible prolongación del paro �no conducirá a nada�. Sin embargo, también mandó señales conciliadoras. Reconoció que las concesiones hechas al agro no fueron suficientes, �pero no pueden decir que hayan sido olvidados por este gobierno�, concluyó.
A su turno, Storani fue menos condescendiente. �El sector agropecuario reclama la transferencia de 400 millones de pesos y no es una reivindicación justa porque ya se le ha transferido una cantidad de recursos impresionante�, sostuvo. �Si el resto de la sociedad argentina está dispuesto a hacer esa transferencia hay que ver de dónde sale porque esa suma es exactamente lo que costó el incentivo docente�, contraatacó el ministro.
En otro orden, los mercados concentradores de hacienda y las principales terminales portuarias continuaron ayer inactivos. La imposibilidad de trasladar granos a los centros de comercialización se agravó por la adhesión de un sector del transporte de cargas, situación que amenaza con provocar pérdidas millonarias por compromisos para la exportación incumplidos.

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