Por primera vez en lo que va de su gestión al frente del Ministerio de Seguridad bonaerense, el ex comisario Ramón Verón hizo un amague con el pulgar hacia abajo en dirección al jefe policial Eduardo Martínez. Según versiones de altas fuentes recogidas por este diario, el gobernador Carlos Ruckauf habría ordenado al ministro que se desprendiera de Martínez. �No descarto que para fin de año se realicen cambios en la estructura del Ministerio y que eso incluya al jefe de policía�, declaró Verón. �Los cambios son los rutinarios�, dijo después, para bajar los decibeles. Según reveló un informe publicado por Página/12, durante la era Ruckauf se triplicaron los casos de torturas a chicos en comisarías de la provincia. El mismo Martínez fue procesado por torturas en 1978, aunque luego, por no hallarse la picana, fue sobreseído. La semana pasada, el mismo Martínez cargó un lastre al pulgar de Verón, cuando intentó desmentir casos de torturas lanzando su �yo mismo lo fusilo por la espalda, si lo encuentro haciendo eso� �al policía, se entiende�. Ayer, una nueva denuncia se sumó a la lista: para que admitiera un robo, un menor fue golpeado y quemado con cigarrillos, según revelaron las pericias legales, en la Comisaría 1ª de Bahía Blanca.
Verón lanzó su primicia a la salida del XIX Congreso Federal de Seguridad Vial, organizado en la escuela de policía Juan Vucetich, en la localidad de Berazategui. Ante la consulta de un cronista, respondió: �No descarto que antes de fin de año se realicen cambios en la estructura del Ministerio de Seguridad�. El cronista preguntó por la suerte de Martínez. �Yyyy... puede ser que se lo incluya �y añadió rápidamente�. O a cualquier otro funcionario. Por el momento no está previsto que (Martínez) se vaya, está ratificado.� Dado el tenor que tomaba la entrevista, el ministro trató de bajar los decibeles aplicando el término de �modificaciones rutinarias�. 
A fines de agosto, el periodista Horacio Verbitsky reveló, en base a un informe del asesor de Menores de San Isidro, Carlos Bigalli, que los casos de torturas contra menores en comisarías bonaerenses se habían triplicado desde que asumió como gobernador Carlos Ruckauf. El informe señalaba que de un promedio de 7,16 casos denunciados por mes, entre julio del �98 y diciembre del �99, se pasó a 22,71 durante los primeros siete meses de este año.
Ayer, el senador bonaerense de la Alianza, Marcelo Di Pietro, titular de la Comisión de Niñez, Adolescencia y Familia, reveló un nuevo caso: el 3 de octubre, un menor de nombre Pablo, fugado de su casa pero sin antecedentes penales, fue detenido en Mitre y Sarmiento, de Bahía Blanca, y trasladado a la Comisaría 1ª de esa ciudad. Según declaró al juez Guillermo García Pereyra, lo detuvieron mientras se peleaba con otro chico de nombre Jorge. Relató que un policía de civil lo acusó: �Así que sos vos el que me robó en el local�, y le dio una cachetada, puñetazos en el estómago y la espalda. Luego lo sacaron de la celda y al interrogatorio de un oficial, otros policías lo golpearon con una madera. A raíz de los golpes, Pablo confesó hechos que aseguró no haber cometido. Según las pericias, Pablo presentaba múltiples hematomas en todo el cuerpo, y marcas de quemaduras con cigarrillos. Fue derivado al instituto de menores Vergara, de donde fugó, aunque el término fuga no sea el más justo: no tiene ninguna acusación por robo a ningún local de ningún policía. 
Ayer, para agregar a la próxima interpelación de Verón, el senador Di Pietro presentó un pedido de informes sobre la denuncia.

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