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 Nueva York es única en muchas cosas. Pero en el último tiempo ostenta una característica de la que no puede vanagloriarse ninguna otra ciudad en el mundo: tiene dos primeras damas. Esa peculiar situación se dio después de que el alcalde Rudolph Giuliani se separara de su esposa Donna Hanover y blanqueara en los hechos su relación con Judith Nathan. Sólo que Hanover sigue viviendo en la residencia oficial con el alcalde y sus dos hijos, y no ha dejado de realizar tareas de primera dama. A su vez, Nathan acompaña en las actividades oficiales a Giuliani, quien la ha descripto como �una muy buena amiga�. A Hanover todo esto no le gusta ni medio, pero dicen que la venganza es el placer de los dioses: ella inició esta semana su participación en la obra Monólogos de la vagina, donde habla de orgasmos, sexo entre lesbianas y la violación de mujeres bosnias. Dicen que a Rudolph tampoco le gustó ni medio.Todo empezó en mayo cuando, aquejado por un cáncer de próstata que lo alejó de la carrera hacia el Senado, Giuliani anunció en una rueda de prensa que se separaba de Hanover. El anuncio era de por sí un hecho extraño, pero la sorpresa creció al hacerse evidente que Hanover estaba al margen de semejante movida. A la escena del alcalde, con lágrimas en los ojos, siguió otra de Donna con voz quebrada, en la que aseguraba que la relación se había resquebrajado en 1990, debido a un affaire de Giuliani con una funcionaria de su gobierno. La esperable mudanza nunca se produjo. Hanover siguió en la Mansión Gracie y participó de eventos varios como primera dama. Giuliani, al mismo tiempo, empezaba a mostrarse con Nathan, que está divorciada y es gerente de ventas de Bristol-Myers Squibb. El momento cúlmine fue la conferencia de prensa que dio tras ser operado en el hospital Mount Sinai: �Quiero agradecer a Judith por estar aquí �y la miró�. Gracias�. Luego abundó en el tema: �Judith es una excelente persona �dijo�, ha sido una muy buena amiga para mí, yo confío en ella y me ayuda mucho. Y tal vez ahora vaya a necesitarla más aún que antes�. Desde ese momento, las apariciones públicas de Nathan fueron incrementándose. La semana pasada, la mujer caminó junto a Giuliani en la multitudinaria marcha de Columbus Day (el Día de la Raza) y saludó al público afablemente. Dos días antes, Hanover se había presentado a dar una charla en una escuela pública de la ciudad, donde se presentó como �la primera dama de Nueva York�. Sigue teniendo un staff de cuatro personas a su servicio y custodia oficial. Sus amigos más cercanos confesaron a The New York Times que está �destruida� por las apariciones públicas de Nathan y muy preocupada por sus hijos. Los amigos de él, dice el diario, sostienen por su parte que el alcalde está enamorado de Judith y muy enojado con Hanover por su participación en los Monólogos de la vagina. Un consultor político, Norman Adler, lo definió de esta manera: �Una es la primera dama de facto y la otra es la primera dama de jure�, y agregó: �Giuliani es una de las personas más liberadas de Nueva York. No se está presentando para ningún cargo y no le debe nada a nadie. Hace lo que quiere�. Peter King, miembro de la Cámara de Representantes, coincide: �A Rudy nunca le importó realmente lo que la gente piensa de él. Nunca pretendió ser algo que no es. Nunca se presentó como un gran moralista�. Que hace lo que quiere parece obvio. En los últimos días, un grupo de periodistas lo acosó con preguntas sobre las mujeres en su vida. Giuliani ni siquiera ocultó su fastidio: �Pero váyanse de acá... ¿Ustedes no tienen ni un ápice de decencia? ¿No se dan cuenta de que se avergüenzan ustedes mismos?�. Nadie supo qué contestarle.
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