Un proyecto de ley contempla realizar modificaciones en la forma de realizar pericias y prestar testimonio de los niños y adolescentes víctimas de delitos. La iniciativa, elaborada por el Consejo Federal de Oficinas de Asistencia a la Víctima del Delito, fija la atención, entre otras cuestiones, en los problemas que genera en los menores la multiplicidad de declaraciones que deben efectuar ante la policía, peritos, abogados y jueces por un mismo hecho traumático. Y subraya la importancia del papel de los peritos especialistas como colaboradores de la Justicia, además de advertir sobre la ausencia de una legislación que tutele los derechos de las víctimas. El proyecto fue presentado ante el procurador general de la Nación y será analizado para darle curso parlamentario. �La intención es llenar ese vacío �sostuvo Eugenio Freixas, director general de la Oficina de Asistencia Integral a la Víctima del Delito�. El procurador considera que la víctima es una preocupación central en la sociedad actual. A partir de esto, comenzamos a trabajar con el objetivo de que la acción judicial no se agote en la persecución y el castigo. No existe en la legislación ningún punto donde se mencione a la víctima más que en términos genéricos. El proyecto se refiere a todos los casos de víctimas y uno de sus capítulos, de verdadera importancia, es el que trata sobre las pericias y los testimonios de los menores.� Freixas destacó que �los chicos tienen que ser preparados para el acto judicial, lo que se denomina psicoprofilaxis, porque deberán enfrentarse a gente desconocida, en ámbitos desconocidos, y van a tener que hablar de algo que les produjo un trauma íntimo y profundo. No es matemático que, en esas condiciones, el chico hable. Por ejemplo, en un caso de abuso sexual por parte de uno de sus padres, puede sentirse obligado a romper un pacto oculto, puede sentirse culpable de una condena a uno de sus progenitores, y prefiere callar, sin contar nada de lo que ocurrió, con lo que se destruye la principal prueba. Hoy no se evalúa su condición psicológica, no se sabe nada acerca de sus tiempos, y si se realiza, no está normado. Un juez lo puede estar haciendo, pero el de al lado no.� Cuando el niño queda situado como víctima, los procedimientos lo llevan a declarar ante la policía, después los peritos, más tarde el juez. �Y puede que deba repetir los pasos. La intención del proyecto es que haya una única declaración, en una sala Gesell, con un vidrio espejado a través del cual todas las partes podrán controlar las declaraciones, porque no queremos conculcar los derechos de nadie. Mientras, dentro de la sala, una especialista conversará con el chico, utilizando las técnicas más apropiadas. La sala contará con cámaras que grabarán todas las escenas para que lo que diga el chico no deba repetirlo�.
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