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�El otro día, un nene de cuatro 
años me partió la boca de un beso�

La conductora María Eugenia Molinari lleva diez años fatigando el género de los programas para niños, que define como su ámbito ideal.

En �Animérica�, María Eugenia se metió de lleno en el mundo.
�La verdad es que yo soy una criatura, no quiero crecer�, dice.

Por Mariano Blejman

t.gif (862 bytes) María Eugenia Molinari repasa unas serie de canciones infantiles clásicas y de todas tiene algo que decir, críticamente. �La del elefante Trompita habla de un elefante al que le pegan; �La farolera� está enamorada de un coronel y se arrodilla frente a él. Es una mujer sumisa; �Arroz con leche� pone a la mujer a cocina y considera ideal que se case y no tenga una carrera; �El payaso Plin Plin� es una canción de autoflagelación...� Entre cámaras, guiones y concursos, Molinari lleva casi 10 años dedicados a los chicos en la TV, un mundo de grandes. Además de hacer �Pulgas en el 7�, conduce desde setiembre por América �Animérica�, donde se presenta la serie de dibujos japoneses �Digimón�, la segunda generación de los �Pokemon�. Tenía 17 años cuando tímidamente puso su estampa delante de la cámara y aún hoy se maneja frente a los chicos casi como una niña. Como si no quisiera ser grande.
�¿Les pregunta a los chicos qué quieren ser cuando sean grandes?
�Sí. Quieren �ser como mi papá�. O policías, bomberos, trabajar con la computadora, ser músicos, periodistas... estereotipos.
�¿Y por qué esa pregunta siempre vuelve?
�Es que yo quiero saber qué les pasa por esas cabezas. Me gusta conocer qué quieren, por dónde les pasa la vida. Por ahí uno no tiene tiempo para escucharlos, está a mil y entonces dice �como son chicos... son chicos y ya serán grandes�. Y está bueno charlar y saber qué quieren, qué piensan.
�¿Y usted qué va a hacer cuando sea grande?
�No sé, falta mucho. Todavía no lo tengo muy pensado. Quiero seguir trabajando en lo que trabajo. Aunque también quiero hacer una comedia. Soy fanática del Chavo, de los Tres Chiflados, de la Pantera Rosa, de Maxwell Smart. No hay nada más lindo y difícil que hacer reír.
�¿Qué piensa que les pasa a los chicos cuando la ven en la tele?
�Creo que ven una mezcla de simpatía, de algo lindo y tranquilo. Por ahí para muchos puedo ser una maestra de tercer grado de la que los chicos se enamoran. A los chicos pequeños les genero credibilidad... a los más grandes no sé... supongo que otras cosas.
�¿Se enamoran de usted los chicos más chiquitos?
�Los chicos muy pequeños se acercan solos porque realmente quieren hacerlo. Y el otro día un nene de cuatro años, cuando le dije �dame un beso�, me partió la boca de un beso. �La nena de la tele�, decía.
�Y los grandes, ¿por qué cree que la miran?
�No me miran, miran el programa... yo formo parte del programa... y porque soy mujer, a algunos les gustaré, a otros no... no me haga esas preguntas.
�¿Es tímida?
�Sí, muy tímida. 
�¿Y mostrarse en cámara es una forma de romper la timidez?
�Cuando comencé con �El Agujerito� mis amigos no entendían cómo iba a hacer. Después me decían que en la tele era otra persona. Cuando miro a cámara le estoy hablando a alguien, pero no tengo la mirada de esa persona.
�La crítica usual a los programas infantiles es que subestiman a los chicos. 
�Nosotros pensamos que son tan inteligentes que no es fácil hacer un programa para chicos. Observamos lo que les pasa y no creamos personajes. Cualquiera de nosotros es en la vida como en el programa. Si hacemos una guerra de harina y huevo y viene el corte y yo no le pude pegar un huevazo a Morgado, lo voy a seguir por todo el canal hasta metérselo en la cabeza. Tenemos todo permitido. Hasta hacemos desafíos en autitos chocadores.
�¿Y cómo ve el mundo de los grandes?
�A los grandes les falta jugar. Yo soy una criatura y no quiero crecer. Odio el mundo de los grandes y no sé cómo haría sin mis programas. La gente tiene tantas cosas en la cabeza que no disfruta el presente. Cuandouno es chico no se preocupa por el futuro. Cuando arrancaba el año escolar era eterno. Ahora uno no tiene tiempo de disfrutar nada. Es terrible y todo el mundo está metido en esta ciudad infernal. Yo soy un bicho de ciudad, pero muero por tener un pedazo de pasto.

 

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