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APROVECHO OPORTUNIDADES Y SE AFIRMA EN LA PUNTA
Boca lo ganó en las áreas

Con goles de Delgado y dos de Riquelme �que fue figura junto a Serna�, los de Bianchi sacaron ventajas definitivas a comienzos del segundo tiempo. Vélez, que siempre dio batalla, descontó con Husain. Buenas actuaciones de Ibarra, Falcón y Jairo Castillo. Expulsados Chilavert y Palermo.
Por Facundo Martínez

t.gif (862 bytes)  Un poco de oficio de local, otro poco de sabiduría para desmoronar al otro a partir de sus errores, unas pisaditas y dos golazos de Juan Román Riquelme y los rugidos de Mauricio Serna en el mediocampo, le alcanzaron a Boca para derrotar por 3-1 a Vélez y afirmarse, aunque faltan varias fechas, como el más serio candidato al título del Apertura. El duelo, fogoneado durante toda la semana previa, terminó con un escándalo entre Martín Palermo y José Luis Chilavert, quienes tras un violento choque, con su respectivo intercambio de patadas, fueron expulsados por Horacio Elizondo. Con este triunfo, Boca continúa primero, a seis puntos de Gimnasia, a siete de Talleres, y a ocho de River, aunque con un partido más en sus haberes.
Boca apostó desde el inicio al manejo de la pelota, ayudado quizás por la tardanza de los mediocampistas velezanos en hacer pie en la Bombonera, y por el gol temprano de Marcelo Delgado, que sacudió cualquier previsión de los visitantes. Iban apenas 4 minutos: una habilitación de Riquelme dejó a Delgado en posición de remate, éste se hamacó sobre Sebastián Méndez y le pegó cruzado (con tres dedos). Chilavert la vio pasar sin alterarse, sin calcular que entraba. Y entró. Con el marcador a favor, Boca se agrandó de lo lindo. Riquelme se hizo por un rato dueño del buen gusto y, pisadita por allí pisadita por allá, repartió equitativamente juego para todos, a pesar de ser seguido celosamente por Juan Pietravallo, encargado de su marca personal. Pasaron los minutos y Boca, aunque parecía más seguro, se fue desinflando; comenzó a perder en la zona media y a ceder fácilmente la pelota.
Lo de Vélez fue siempre discreto. Apostó a las pelotas paradas y a la gran personalidad de Chilavert. El paraguayo empujó a pelotazos limpios a sus compañeros hacia el campo de Boca. Desde el fondo, Chilavert sacaba fuerte y lejos sobre el sector izquierdo de la defensa de Boca, donde Jairo Castillo recibía y dominaba, ayudado por los repetidos errores en la marca del juvenil Calvo. Pero fue por el sector derecho que, a los 26’, Vélez tuvo una buena –la mejor– oportunidad, cuando Darío Husain cabeceó por encima de Jorge Bermúdez y la pelota pegó en el palo. Unos minutos antes, Chilavert pateó un tiro libre desde la mitad del campo, que Diego Crosa conectó adentro del arco de Córdoba, aunque la jugada fue anulada por posición fuera de juego.
El trámite estaba parejo en situaciones y posibilidades, porque ninguno de los dos conseguía llegar con claridad al arco de enfrente. Boca tenía presencia arriba, pero había perdido en el medio, a pesar de Serna; y Vélez, que gracias al despliegue de Falcón se hizo fuerte en la zona de volantes, se asfixiaba en los últimos metros.
De alguna forma, el segundo tiempo tuvo el mismo desarrollo que el primero. Vélez estaba obligado a ser más que Boca, pero a los 39 segundos, Riquelme puso el 2-0, tras definir tranquilo sobre el palo izquierdo de Chilavert. Si bien en el juego la diferencia no era tal, la cosa empeoró para los de Liniers cuando, unos minutos más tarde, Román puso el 3-0, rematando por debajo de la estirada del arquero paraguayo.
Un error de Córdoba le permitió a Husain descontar casi de inmediato, tras recibir una habilitación de Guillermo Morigi. Salvo esa jugada y alguna que otra situación, como cuando a los 76’ Serna salvó de chilena sobre la línea el arco de Córdoba, Vélez no inquietó demasiado.
Al final, el incidente desagradable: un tiro libre muy cerca del área que ejecutó Chilavert. La pelota pegó en la barrera y fueron los dos al rebote: Chilavert pegó en Palermo (y viceversa), y los dos se fueron expulsados. Quedaban unos minutos, donde no pasó nada más.

DESDE EL BANCO Y EL MICROFONO
Bianchi, Tabárez y todo dicho

El partido se presentó como un duelo de arco a arco, entre el paraguayo José Luis Chilavert y el colombiano Oscar Córdoba, pero también se jugó de banco a banco, porque el uruguayo Oscar Washington Tabárez volvía a la Bombonera pero como técnico de Vélez, un rol que durante tiempo desempeñó Carlos Bianchi. Por eso resultó imprescindible escuchar lo que ambos tenían para decir después del partido:
“Tal como lo decía, Vélez demostró ser un adversario duro. Para ganarle, Boca tuvo que estar concentrado durante todo el partido. Tenemos un mediocampo ‘corto’ y por eso tuvimos problemas en los pelotazos” (Bianchi).
“Durante un buen tramo del partido, Vélez le impuso el ritmo a Boca, pero no tuvimos concentración en algunas jugadas y lo terminamos pagando caro. Los resultados son simplemente resultados y no se discuten. No dan vara acerca de la justicia o no” (Tabárez).
“El triunfo fue justo porque Boca supo aprovechar las oportunidades con las que contó. Riquelme estuvo muy certero y convirtió cuando se le presentaron las chances. Por eso, ganamos bien” (Bianchi).
“Creo que Elizondo cometió algunos errores claves. Por ejemplo, todavía no entiendo cómo anuló la jugada que terminó con un gol de Crosa en el primer tiempo” (Tabárez).
“A River no hay que descartarlo en la lucha por el título. Perdía 2-0 y con dos jugadores menos remontó un partido muy difícil. Quedaron un poco más lejos, pero matemáticamente no hay nada dicho” (Bianchi).
“Chilavert es uno de los principales factores de rendimiento del equipo, pero no es el único arquero que hay en el plantel. Por eso, cualquiera de los sustitutos lo puede reemplazar con tranquilidad” (Tabárez).

Pegó primero

- Boca aprovechó la ventaja inicial para manejar el partido, jugando bien y llegando con facilidad al área de Chilavert, gracias a las pisadas de Riquelme y a la fuerza de Serna en el mediocampo.
- A Vélez tardó más de un cuarto de hora para frenar el dominio del rival. La fórmula: pelotazo de Chilavert a Jairo Castillo, quien se cansó de ganarle a juvenil Calvo por el sector izquierdo. Así consiguió tener presencia en el mediocampo, aprovechando los espacios que dejaba Battaglia cuando socorría a Calvo.
- El trámite estaba parejo, pero el gol de Riquelme a los 40 segundos del complementario torció cualquier especulación. Después, Román metió el tercero, y enseguida, tras un error de Córdoba, descontó Husain.
- La entrada de Zárate le cambió la cara a Vélez, que comenzó a llegar con más gente al ataque, generando varias situaciones. Boca siguió buscando el arco de Chilavert, exponiéndose a varios contraataques peligrosos.

 

 

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